Hoy nos toca festejar a nuestras mamás, y por ello nosotros quisimos recordar a las madres más destacadas del anime, pero por los motivos más difíciles de digerir. Si bien, definitivamente no entran en la clase de madres apreciables, nosotros quisimos darle un aire fresco a su interpretación para que valores más a tu mamá y la comprendas. Aunque, recuerda, comprender no es justificar, pero es importante porque te ayudará a socializar con tu mamá de manera más saludable.
Para comenzar quisiéramos decir que las mamás son más que eso, y desde esa perspectiva su estricto rol debería tener una apertura más flexible. Las situaciones por las que atraviesan y el bagaje de su propia crianza siempre mermará las nuevas relaciones de crianza que generen. Además, antes de todo, tu mamá es una mujer con estructura, sudor, necesidades y deseos.
Nosotros elegimos a “las peores mamás” del anime, pero queremos brindar una perspectiva más humana, en lugar de únicamente tacharlas como malas madres. Además, malas madres según quién, ¿tú?
Conoce a las peores madres del anime…
TOP 5: MALAS MADRES DEL ANIME
Ai Hoshino — Oshi no Ko
Ai es una mamá adolescente que recibía mucha ayuda, pero se esforzó desde el principio. ¿Es una “mala madre” por no saber reconocer a sus hijos o la van a “perdonar” por su aspecto dulce de idol?
Ai no necesita la aprobación de nadie en su estilo de crianza, y aunque fue muy poco el tiempo que pasó con sus hijos, la chica logró conservar sus sueños y su trabajo para mantener a sus criaturas. Incluso aunque al principio no recordara sus rostros y por ello no fuera capaz de hacer la asociación con los nombres de Aquamarine y Ruby.
Hacia el final del capítulo especial de Oshi no Ko, Ai es capaz de más que únicamente decir que ama a sus hijos, ella logra sentirlo genuinamente. Este era su mayor miedo, no poder amar, al final lo logra y es un alivio personal.
Ai es un tipo especial de mamá que no recuerda a sus hijos. También es una adolescente que tiene muchas cosas que barajar, pero su deseo de tener una familia la lleva a dar a luz a nuestros protagonistas.
Hiling, la madrastra — Osama Ranking
Hiling rompe el arquetipo de la temible madrastra y aunque al principio da miedo y parece que quiere que Daida sea rey por mero egoísmo, a como avanza la historia nos damos cuenta que si bien no tomó las mejores decisiones para el futuro de Bojji, lo hizo desde una genuina preocupación por su hijastro.
Es cierto que subestimó las capacidades de Bojji y debido a ello lo sobre protegió y a su vez, a causa de esto, lo hizo sentir muy mal. No obstante, las mamás no son perfectas, no deben serlo, no puedes imponerles que te comprendan de manera absoluta. Como todos los humanos, tienen diferentes cosas en las que pensar, así que intentarán empatizar en la medida que puedan y probablemente no será como lo esperas o como lo necesitas.
Recuerda que las mamás están condicionadas por muchísimas cosas que no vemos.
Rosa Ushiromiya — Umineko no Naku Koro ni
Rosa explota con violencia, sus ataques neuróticos llegan a ser muy crueles. No pretendemos justificarlos, ni siquiera explicarlos. A veces es fácil decir, “si las mujeres van a ser así de crueles con sus hijos, deberían optar por no tenerlos”. Sin embargo, es mucho más sencillo decirlo que hacerlo.
La sociedad ha impuesto durante siglos los deberes de la humanidad en general, uno de ellos es que debemos tener descendencia y ser sumamente productivos. Las mujeres especialmente tienen la tarea de dar a luz, se impuso casi como una obligación divina y naturalmente forzada. Y, sabemos que históricamente, las chicas cuyos maridos ocupaban altos cargos tenía aún más presión en ser madres para asegurar la descendencia y las implicaciones de ésta.
Pese a que Rosa es una de las madres más explosivas del anime, quizá podríamos reconocer que su maternidad le supone mucho peso. Y además, su “decisión” de ser madre se vio intervenida, casi se le arrinconó.
Es difícil estar al cuidado total de un ser humano con el que tienes conflicto. Definitivamente no es culpa de los bebés, pero ante ciertos panoramas, algunas mamás no serán capaces de mantenerse dulces porque combatirán con mil sentimientos más.
Desde nuestro contexto, las madres padecen y sobreviven sus maternidades que suelen limitarlas a su rol. No obstante, debemos entender que las mujeres no deben ser madres antes que mujeres, antes que amantes, antes que amigas.
Soñamos con un mundo en el que las maternidades no nos limiten, ni excluyan incluso nuestras propias emociones, y por eso exponemos a estas “malas madres” que más bien nos gustaría reconocer como madres humanas.
Saki Arima — Shigatsu no Lion
Rei entiende a su madre parcialmente, sabe que en cierto grado, el daño que le hizo no fue realmente consciente. La señora estaba en una situación de estrés y tristeza profundas. Y pecó a su vez de sobre exigir el rendimiento de su hijo, en parte porque creía que podía dar más, en parte porque necesitaba que lo hiciera. Hay madres que piensan que sus hijos tienen una capacidad irracional.
Es algo más o menos común que los padres intenten que sus hijos cumplan aquello que ellos no pudieron, que alcancen sus sueños. Sin embargo, que sea común no lo hace aceptable, incluso pese a que la situación de los Arima tiene un matiz trágico.
Rei era muy bueno tocando el piano, y su madre era aún más espectacular. No obstante, después de limitarse por su condición física, la mamá de Rei encuentra una especie de consuelo en que él siga su camino.
Saki Arima es una madre que soportó mucho dolor y frustración e intentó mantenerse a flote, por supuesto, no lo logró de la mejor manera. No obstante, ante esas situaciones, así, sin mentirte ¿cómo actuarías tú? La verdad es que jamás lo sabremos.
Sin embargo, de ahí de dónde viene el dolor de la mamá de Rei, también se reconoce el amor.
Isabella — The Promised Neverland
Que tanto te quieras morir, no implica que los demás también, hay personas que quieren vivir y existen otras que, cuando menos, le temen a la muerte.
Isabella a su manera intenta sobrevivir, y aunque esta1 a cargo de una granja de niños cuya carne será devorada por demonios, la verdad es que ella únicamente es un eslabón más del sistema del que, sola no tendría ni la más mínima posibilidad de escapar.
Si bien la entrega de los niños parece bastante siniestra, la verdad es que nada más podía hacer, sólo esmerarse a su forma, en ser una “madre modelo” en el tiempo que pasara con los niños, cabe resaltar que es una cuestión que logra.
A Isabella se le exige devoción maternal antes que ser capaz de elegir su propia vida, por ello se le tacha de mala, lo cual de por sí es cruel. Es madre, sí, pero también es una persona común que quiere vivir.
Isabella se vio forzada a ser la madre de Ray, sin embargo, hacia el final, su propia personalidad de villana da un giro y la reafirma con el potencial de madre que todos esperaban de ella. En sus inicios, Isabella no era una de las malas madres, únicamente era una que temía, ¿realmente puedes culparla por no ser revolucionaria en un mundo lleno de demonios?
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Entonces, ¿son malas madres?
Te presentamos a las “malas madres” del anime. Esperamos que recuerdes que las mamás son más que cariños y ternuras para sus hijos. Las madres son mujeres con temores, dudas, arrepentimientos, obligaciones y n mil sufrimientos como todos nosotros y el hecho de maternar no les resuelve estos asuntos sino que más bien los acentúa.
No justificamos ningún tipo de violencia de los padres hacia los hijos, sin embargo, a veces las mamás tienen situaciones que las superan y simplemente reaccionan. Otra cosa es que debemos recordar que las mamás son más que ello y como menciona la madre estelar en “Algo que brilla como el mar” novela de la escritora japonesa, Hiromi Kawakami:
“—¿Soy lo más importante del mundo?— insistí.
—Sí, claro— admitió ella.
— ¿De qué mundo?
—Sólo hay un mundo.
—¿Cuántos mundos tienes tú?
—Tres y medio— me respondió, tras una breve vacilación.
—¿Y en cuántos de esos mundos soy lo más importante para ti?
—Supongo que en casi tres de tres y medio.” (2003, Kawakami)
¿Qué otra “mala” madre conoces? Dinos para ponerla en nuestro siguiente top. Esperamos que puedas ser más amable comprendiendo la forma de maternar de tu madre. No te pedimos que te deje de doler, pero quizá analizarlo podría suponer un alivio en cierto grado.
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