Maquia es una joya escondida que podría ser perfecta para ver en compañía de tu mamá, ya sea en cuerpo o en alma, te comento de qué se trata y por qué deberías verla al menos una vez en la vida, y te digo qué cosas enfocar porque no deberían pasar desapercibidas bajo ninguna circunstancia y menos en el día de la madre. ¡A reivindicar el rol y la complejidad del concepto: madre!
Maquia es una película que se estrenó en febrero de 2018 en Japón, es una producción de P.A. Works a cargo de la directora Mari Okada. Los diseños de personajes estuvieron a cargo de Akihiko Yoshida, y te darás cuenta de inmediato ya que el estilo de Bravely Default y Final Fantasy son evidentes. La aventura está llena de magia y tiene un ritmo de sensaciones muy cálidas.
Maquia es una entrega especial pero más compleja de lo que aparenta en un primer momento, te lo demuestro a continuación. Y no, ¡no vamos a hablar del complejo de Edipo en esta ocasión!
Maquia: When The Promised Flower Blooms
Maquia: el tejer, un tiempo inconmensurable que se expande de la soledad a la maternidad
Maquia es una historia que se ambienta en un espacio mágico, en el que los reinos humanos luchan por mantener el poder de los territorios. Por otro lado, los seres ancestrales como son los renatos —enormes criaturas que asemejan a los dragones— y los iorph, el clan de las separaciones —una familia que podrían vincularse a la noción que tenemos de los elfos, ya que viven muchísimo tiempo, sólo que ellos aparentan juventud sin importar el paso de tiempo— también coexisten con la humanidad.
El clan de las separaciones teje hibiol, y los iorph —como se les conoce— también son capaces de leer los hilos, así que es algo que culturalmente es muy importante para ellos, los conecta y los identifica. Sí, recuerda que el acto de tejer, especialmente después de Penélope de La odisea, nos permite conectar el flujo del tiempo con la imagen del amor de una mujer. Es una idea muy preciosa que Maquia nos trae de vuelta para rememorar en el día de la madre: la idea del tejido, el esmero, el cuidado y el amor a través del tiempo. Muy romántico e idealista, sí, pero hay cosas que aún podemos considerar pese al desgaste y cambio en la ideología de la maternidad.
Bueno, los iorph, al ser seres fantásticos, son igual de temidos que las enormes criaturas aladas, por extraño que pueda parecer.
La protagonista de la historia es Maquia, una huérfana en su tribu, que resiente la falta de su familia directa y anhela bastante tener una familia propia. Un pésimo día, mientras ella intenta calmar la perspectiva que tiene de las ausencias, una invasión arrasa con su pueblo. Ella logra escapar y en el camino se encuentra a un bebé que es huérfano, recién han asesinado a sus padres.
Maquia lo toma entre sus manos y logra ver más allá: el bebé está solo, así como ella siempre se ha sentido. Tras ello, con tan sólo quince años, decide hacerse cargo de él, y ahí comienza su camino de maternidad en medio de un mundo que hará perecer a su estirpe, pero ahora que se encuentra con Ariel, como decide llamarlo, su vida se entreteje con otra y aprenderá que el amor, implicando la unión, es un sentimiento precioso que legará un dolor profundo que, vale la pena sufrir.
Una vez que amas, no puedes parar, es una bendición dolorosa. Hacia el final de la película Maquia nos hará comprender eso.
Maquia: ¿qué significa ser una “madre”?
Maquia es una chica que a los quince años decide tomar a un bebé en brazos con todas las implicaciones que ello supone. Si bien, en principio, lo único que quiere es escapar de la soledad y tener la compañía de alguien, lentamente comienza a entusiasmarla la idea de ser “madre”. Actualmente, el rol de la madre se sigue complejizando, pero Maquia nos señala algunas verdades sensibles que pueden resultar algo generales.
En principio, el hecho de que nadie nace sabiendo amar, y mucho menos, conociendo qué es lo que significa e implica ser madre/padre. Y es que, recordemos, así como en el romance, el autoconocimiento, la introspección y la mejora y adaptación de las habilidades se da conforme pasa el tiempo, eventualmente, uno es capaz de comprender mejor el mundo y las relaciones entre personas, de esta manera, es que la misma Maquia piensa y aprende a ser el tipo de madre que quiere ser.
El filme nos presenta otras maternidades y nos dejará pensando en las necesidades y circunstancias de las mismas, todas complicadas, una ni siquiera por elección.
La constante pregunta que se hace Maquia: “¿qué es ser una madre?”, no logra responderse ni si quiera al final, y quizá nunca nadie logre dar una respuesta, pero el filme sí nos permite reconocer y reflexionar acerca de ciertas cosas: hay múltiples tipos de madres y diferentes formas de amar, algunas más bruscas que otras. La película permite volver a ver la fortaleza que las madres se ven obligadas a encarnar. Así que, recuérdale a tu mamá, hoy más que nunca que, a diferencia de Maquia, tiene derecho a llorar, eso no la hace menos madre ni menos fuerte; también, dile que puede amar más allá de sus hijos, para que no rechace a su Lang.
Tu madre sí cumplió un rol en tu vida, de la manera en que pudo, pero recuerda que es una mujer de carne y hueso, y merece espacios para sentirse derrotada, para amar y para vivir en general. El rol de la madre abnegada y servicial debería pasar de moda, porque suele ser muy dañino para las mujeres. Desde luego que, como hijos, tener el estereotipo de madre es una tremenda belleza porque no habrá nadie más devoto a ti que tu mamá, y la soledad perecerá de manera absoluta. Sin embargo, en pos del mismo amor y compromiso que la madre hegemónica tiene con sus hijos, deberíamos considerar reconocerlas en la complejidad de sus virtudes impuestas.
No sé si la maternidad, como en Maquia, sea un mero mecanismo para evitar la soledad. No sabremos si es genuino el compromiso con la vida o con el amor idealista y lleno de sacrificios, no sé si es la respuesta del amor, lo que sé es que hoy, debemos reaprender a nuestra madre y amarla en su figura más completa, constituida del golpe, el grito, la ira, el sollozo, pero también con la piel del beso y del cuidado.
Es hermoso ver la desesperación, el resentimiento, la resignación y la devoción de Maquia como un camino eterno de acercamiento a quien le extendió un futuro, a Ariel, su hijo por decisión, como deberían ser los hijos como tal.
Convivir es complejo, por ello, en ocasiones, el amor más puro, tanto fraterno como romántico, consiste en tener un lugar de reposo, que te invite, después de un momento, a seguir existiendo.
Maquia: la eternidad como la ausencia del tiempo
Platón comprendió al tiempo como la ausencia del tiempo, mientras que, los medievales lo precisaron como un camino lineal hacia Dios, el tiempo es la nada hasta llegar allá. Hoy, el tiempo podría parecer un vacío con multiplicidad. A oscuras, nos movemos a todas partes en medio del surfeo entre pantallas, sin embargo, es cierto, el tiempo es lo único que en verdad poseemos.
Maquia nos muestra que, lo valioso del amor es compartir el tiempo y aunque temía estar sola y hacia el final habrá un periodo aún más vacío en contraste con la pérdida, decide alegrarse por el pasado. ¿No crees que es una especie de bendición que los hijos partan antes que los padres? Quizá en algún grado, ¿qué opinas?
Maquia es la promesa de que el amor es verdaderamente inmortal y que tras la ausencia, se mantiene implacable e innagotable.
¿Dónde puedo ver Maquia?
Actualmente, el filme está disponible en Prime Video y HBO, así que puedes verla en cualquier momento.
Recuerda que, si bien, por un lado, Netflix tiene disponibles las películas de Studio Ghibli, por otro, HBO cuenta con varias de Makoto Shinkai, el director de Your Name, los filmes de anime son importantes para todos, ¡checa los títulos en plataformas legales!
Maquia tiene una duración de poco menos de dos horas.
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