Un intento más que no sale como esperábamos
Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City nos mantuvo con el hype al máximo desde que se confirmó su producción, y aunque en un principio no convenció a algunos fans por el elenco elegido, las imágenes prometían una aproximación apegada a los videojuegos.
Luego de las extrañas películas de Paul W.S. Anderson, creímos que los personajes no podían alejarse más de la fuente original, pero nos equivocamos.
Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City, toma como referencia los dos primeros juegos de la franquicia de Capcom, y aunque tiene muchos guiños que de seguro reconocerás, termina siendo un producto extraño que decepciona, como homenaje y como historia.
Despídete de los poderosos héroes
Resident Evil destaca por mostrarnos protagonistas fuertes y con un instinto de supervivencia sobrehumano que les permite salir de situaciones extremas. Esto ocurre con Jill, Chris, Leon y Claire en las primeras dos entregas que vimos en consolas; no obstante, esta aura desaparece en la película.
La nueva adaptación cinematográfica intenta darle un toque más humano a todos, mostrándonos a los S.T.A.R.S. como policías de una pequeña comunidad y no como una fuerza de élite.
Raccoon City se muestra como un pueblo abandonado que alguna vez fue una promesa económica gracias a Umbrella Corporation, pero encuentra su decadencia cuando la empresa se marcha.
Claire, interpretada por Kaya Scodelario, aparece como la figura central de la trama, con un pasado que la liga a dicha localidad de una forma turbia que se desarrolla a lo largo de la película.
Por su parte, Chris Redfield se muestra como un policía común y corriente, no como un hábil pistolero con amplia experiencia en combate.
Al igual que Claire, Jill Valentine figura como un personaje imponente y respetado por sus compañeros de equipo, incluyendo a Wesker y Brad, quienes en ocasiones le temen por su apresurado uso de las armas.
Hasta este momento, la construcción luce interesante y bastante aceptable, pero todo cambia cuando nos presentan a otro reconocido héroe.
Resident Evil: Welcome to Racoon City o La película donde la producción odia a Leon
El primer gran descontento llega cuando nos muestran al protagonista del segundo juego de la saga, ya que no aparece como un novato graduado satisfactoriamente de la academia de policía, sino como un despistado y torpe personaje al que colocan gracias a la influencia de su padre.
En lugar de tener un sentido del deber y una gran valentía, vemos a un hombre tímido e inexperto, incluso en las labores más básicas de un policía.
Leon cae tan bajo, que incluso sus compañeros de la estación de policía y hasta algunos personajes secundarios se burlan de él en cada aparición.
Este detalle seguro sacará canas verdes a los fans, así que ve preparado para ello.
Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City se siente apresurada
Desde el principio dejaron ver que tomarían los dos primeros juegos como base para armar una nueva historia, aunque esto solo se refleja en referencias y no en el armado de la trama.
En esta cinta, lo ocurrido en la mansión Spencer y la llegada de Leon a la ciudad ocurren de forma paralela, así que vemos dos sucesos separados que se intercalan. Por una parte tenemos al escuadrón de policías investigando la desaparición de dos compañeros, y por otro lo que ocurre repentinamente en el poblado.
Podemos decir que la trama se divide en tres arcos que comienzan a un buen ritmo, dando pequeñas pistas sobre el origen de la infección y mostrándonos el inicio del ataque sin explicar del todo lo que ocurre.
Lamentablemente, al final de la cinta todo se cae y se ve un final muy apresurado que te deja con una sensación de que intentaron meter demasiados elementos en poco menos de dos horas.
Ni survival horror, ni comedia
Otro de los graves errores de Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City, es que no se toma en serio la esencia del videojuego, dándonos una mezcla extraña de una mínima cantidad de terror y comedia.
No nos referimos a que de risa de forma involuntaria, sino que los detalles y comentarios graciosos están presentes en todo momento.
Las secuencias de terror se basan demasiado en los llamados jumpscares, es decir, momentos donde el volumen se dispara al máximo para asustarte.
Las escenas de tensión son mínimas, así que no esperes sentir el mismo terror que en los videojuegos.
Los easter eggs y las referencias son geniales, pero no alcanzan a salvar la película
Algo que debemos reconocer es la investigación que el equipo de producción realizó sobre los videojuegos, ya que hay varios elementos conocidos para los gamers.
La mansión Spencer y la comisaría de Racoon City son prácticamente copias del material original, así como una que otra escena que identificarás si eres fan de Resident Evil.
A lo largo de la película podemos ver armas, enemigos y situaciones que te serán muy familiares, rayando incluso, en el fan service, pero no son suficientes para salvarla.
En conclusión, Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City intenta darnos una aproximación mucho más humana de los personajes, otorgándoles debilidades que los bajan de su pedestal de héroes; no obstante, el desarrollo nunca concreta una dirección específica en cuanto al tono que quieren tomar.
La historia, aunque basada en los hechos de los videojuegos, se siente como una mezcla extraña que no respeta del todo los dos sucesos que toma como fuente, y que termina de forma abrupta sin una construcción apropiada del arco final.
La aproximación a la figura de Leon es interesante, pero tampoco queda bien lograda y seguro hará que muchos fans quieran abandonar las salas de cine.
Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City debe verse con mente muy abierta, así que nuestra recomendación, es que no vayas con muchas expectativas.
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