Divertida, interesante y amigable así podríamos definir a esta expansión
Una nueva expansión para World of Warcraft siempre genera altas expectativas dentro de la comunidad, y es que el MMORPG de Blizzard lleva siendo un referente en este mundo desde 2007 con su primera expansión, The Burning Crusade.
Sin embargo, no fue hasta 2008 que se posicionó como el referente obligado al hablar de este género, con el capítulo de Wrath of the Lich King, y quizá en Shadowlands te parezca escuchar ecos de esa expansión, en parte ayudado por el regreso de elementos importantes, como el mismísimo Arthas.
Para muchos, World of Warcraft remontó el vuelo con una historia redonda que entregaba tanto jugabilidad innovadora como una buena historia con Legión, 2016; y Shadowlands repitió este patrón, no solo con novedades en las mecánicas de juego, sino en la historia y en la ampliación del mundo.
Esta octava expansión de Blizzard se tomó su tiempo para llegar y valió totalmente la pena; tanto para los jugadores veteranos como para quienes se aventuran por primera vez como adalides de Azeroth.
Las Tierras de las Sombras: El universo de WoW se expande
La premisa inicial es sencilla: Sylvanas causó que el velo que separa a la vida de la muerte se rompiera, dejando no solo a Azeroth, sino al mundo de los muertos sumido en un caos total; la ex-jefa de la horda tiene unos planes que implican catástrofes de niveles cósmicos y nosotros deberemos descubrir qué se esconde detrás de una serie de traiciones y corrupción.
Shadowlands es el reino del Más Allá en el que cuatro regiones existían en perfecto equilibrio, a cada una se le asignaban las almas de los caídos dependiendo de cómo se habían comportado en vida.
- Bastión – Aquí llegan todos aquellos que tuvieron una vida servicio, las almas más puras, nobles y dedicadas a la justicia.
- Maldraxxus – El hogar de las almas guerreras, quienes aún en la muerte se rigen por el combate.
- Ardenweald – El destino para quienes están profundamente conectados con la naturaleza. Un reino de restauración custodiado por seres féericos.
- Revendreth – Una zona en la que incluso las almas más oscuras pueden encontrar la redención a través de… ciertos procesos.
A estas cuatro regiones se añaden la Ciudad Eterna de Oribos, en donde estas zonas se interconectan, y será tu base de operaciones principales a ratos.
Así como Las Fauces, el lugar más oscuro de las Tierras de las Sombras, en donde terminan las almas más peligrosas o aquellas sin posibilidad de redención, custodiadas por El Carcelero; en Las Fauces ni tu montura accederá a tu llamado.
Elige la historia que mejor resuene con tu alma
Una de las innovaciones de Shadowlands tiene que ver con la elección de un pacto para unirte a una curia, o covenant, perteneciente a las 4 regiones de las Tierras de las Sombras.
Cada una te dará misiones y bonificaciones especiales, pero a cambio tendrás que ganarte una reputación con los habitantes de esa zona:
- Bastión – Kyrian
- Maldraxxus – Necroseñores
- Ardenweald – Feéricos nocturnos
- Revendreth – Venthyr
Aquí hay un punto interesante a tratar, ya que si bien puedes elegir lo que tú quieras, hay bonificaciones especiales que le irán mejor a ciertas clases; por ejemplo, a los sacerdotes disciplina les conviene lo que ofrecen los venthyr.
Lo anterior podría sentirse como una restricción del tipo ‘estoy obligado a elegir este pacto porque es lo que le va mejor a mi clase’, y no porque realmente te atraiga. No obstante, a menos que hagas contenido ‘más hardcore’, en realidad puedes elegir lo que más te divierta, en lugar de guiarte por bonificaciones.
Sin embargo, antes de entregarle —literalmente— tu alma a una curia, deberás pasar la historia inicial, recorriendo las cuatro regiones de Shadowlands, con ocasionales visitas a Las Fauces.
Durante esta travesía también pelearás codo con codo, o en contra, de personajes bastante familiares y a quienes vimos caer durante la historia de Warcraft.
Shadowlands hace gala de su coherencia narrativa y juega de manera excelente con la nostalgia sin sobreexplotarla; de esto hablamos con el líder de narrativa Steve Danuser en esta nota: World of Warcraft: Shadowlands – Nada es coincidencia en esta expansión.
Un sistema de leveo que te invita a involucrarte
En Shadowlands destaca la personalización que le dieron a cada zona, pues seguramente recordarás a Bastión por lo brillante de sus paisajes; mientras que Maldraxxus tiene una geografía accidentada y pútrida con una de las mejores series de misiones.
Lo mismo pasará con Revendreth y Ardenweald; la personalización de las regiones, desde un punto de vista narrativo, hace que poco a poco se sientan familiares, por lo que seguro encontrarás una perspectiva con la que tú y tu personaje se identifiquen dentro del mundo de World of Warcraft.
Las cadenas de misiones principales de Maldraxxus y Revendreth fueron mis favoritas, y aunque como en todo MMO hay ciertos momentos de farmeo puro, la historia, los paisajes y la atmósfera que el equipo de Blizzard logró, hacen todo mucho más ameno.
El máximo de nivel cambió a 60, y si no posees la subida instantánea a 50, el leveo de un nuevo personaje es bastante amigable. Esto es algo que también platicamos con el equipo de Blizzard, pues querían que jugadores novatos que llegaran, pudieran alcanzar pronto a sus amigos más avanzados.
Hablemos del tutorial, algo necesario que llega con Shadowlands
En Shadowlands se implementó por primera vez un tutorial, que te permite elegir entre dos regiones iniciales, en donde aprenderás lo básico sobre cómo manejar a tu personaje, y la interfaz de World of Warcraft en general.
Incluso si subes de manera automática a 50, pasarás por una breve guía; en lo personal, quizá los más experimentados encuentren esto tedioso, pero para los jugadores nuevos es una GRAN ayuda.
Recuerdo brevemente mi primera subida de nivel, y que puede llegar a ser abrumador el tener tanta información y habilidades disponibles de golpe sin saber en dónde está cada cosa. Muchos puntos positivos para WoW por esta nueva característica.
Las profesiones tienen su momento para brillar
Finalmente, las profesiones son otro punto a destacar, pues aunque en nuestra experiencia de juego aún no hemos llegado a la parte de creación de ítems legendarios, desde el inicio es evidente que tendrás que interactuar con otros jugadores.
Además de que, elijas la profesión que elijas, serás relevante en la creación de ítems y en la posibilidad de hacer oro en la casa de subastas.
Sobre los cambios a las prfesiones platicamos específicamente con el líder de diseño de juego, Kevin Martens, en esta nota: World of Warcraft: Shadowlands – Blizzard revela las novedades de la próxima beta.
Torghast y Las Fauces: Las gemas ocultas de Shadowlands
Torghast es probablemente lo que mejor resuma la intención de esta expansión. Se trata de la Torre de los Condenados, una mazmorra que puedes hacer tanto en solitario (¡gracias, Blizzard!) como en grupos de máximo 5 personas.
¿Y qué tiene de interesante? Pues que no es fija, cada vez que realices un recorrido será distinto a la vez anterior, ya que se genera de manera aleatoria. También podrás comprar potenciadores cada cierto nivel de la torre.
Las recompensas te darán la posibilidad de obtener Ceniza de alma, necesaria para crear legendarios, así como algunos cosméticos. No hay un límite de tiempo, pero sí de cuántas veces puedes morir.
Para acceder a Torghast debes llegar a nivel 60, unirte a una curia y realizar una serie de misiones. Y recuerda, lo más importante de esta torre es explorar muchísimo.
Nuevamente se repite el enfoque de Blizzard para esta expansión: Torghast la puedes hacer tanto si eres un poco inexperto (con su debido ensayo y error), aunque también tiene retos para los veteranos.
Por otra parte, Las Fauces ofrece un espacio bastante hostil que te mantendrá alerta en todo momento, y es que como te comentamos más arriba, ni siquiera puedes utilizar tu montura.
Lo interesante es que esta región tiene algo que ofrecer para todo tipo de jugadores, pues incluso resucitar aquí podría resultar más complicado que en otras zonas.
Si eres de aquellos jugadores que para sus cuentas alternas deciden saltarse la campaña y levear por su cuenta, Las Fauces y Torghast serán el mejor sitio para subir y mejorar el equipo.
Arriesgarse en las Tierras de las Sombras vale la pena
Hay que recalcar que estas son nuestras primeras impresiones, a dos semanas del lanzamiento. Aún falta por descubrir cómo seguirá progresando el sistema de curias y más contenido que se vaya desbloqueando.
Shadowlands se siente como una expansión en la que hay mucho por hacer, pero no se siente abrumador: es amigable para los novatos y tiene retos para los veteranos.
Se eliminaron problemas de expansiones anteriores en donde el contenido inicial se agotaba muy pronto y se volvía tedioso o aburrido esperar novedades.
A riesgo de sonar muy optimistas los problemas de la octava expansión de Blizzard son menores, como que en algunas regiones brille más la historia y en otras la construcción de mundo; así como el balance entre las curias, pero nuevamente, esto no afecta la experiencia de juego si no eres un jugador de élite (y no hay nada de malo en ello, jugar WoW casual es una de las maravillas de ese mundo).
Se agradece la propuesta de mazmorras como Torghast, el balance de profesiones, de creación de ítems, de progresión de niveles y en general la creación de un mundo mucho más vivo, divertido e interesante que lo visto en la expansión anterior.
Recuerda que World of Warcraft: Shadowlands ya está disponible desde este 23 de noviembre, y puedes optar por tres versiones, la edición de base, la Heroica o la Épica, dependiendo de si quieres la subida de nivel de personaje, la montura especial, o efectos decorativos. Puedes compararlas y precomprarlas por aquí.
Esta reseña se realizó con un código proporcionado por Blizzard.