Ahora las pijamas dictan si se aprueba o no una película
Warner Bros. es la compañía que nos ha traído las últimas películas de DC, siendo Joker el más reciente éxito.
Esta cinta logró posicionarse como una de las mejores de 2019, e incluso es considerada una gran candidata para llevarse algunos premios en la próxima entrega de los Oscar.
Sabemos que desde el principio fue difícil conseguir el visto bueno de muchos inversionistas, pero nunca imaginamos que una de las razones para no hacerla era porque afectaría la venta de pijamas.
Warner y su miedo a las pijamas
La película protagonizada por Joaquin Phoenix tuvo un camino algo complicado antes de filmarse, y en una reciente entrevista con THR el director Todd Phillips contó una peculiar y absurda anécdota que les ocurrió.
Resulta que mientras decidían el tono que iba a tener la película, algunas personas la consideraron riesgosa para las ventas, y uno de los ejemplos que pusieron fueron las pijamas.
‘Nos costó mucho hacer esta película, lo cual es gracioso teniendo en cuenta que existe en el mundo de los superhéroes, pero no es una de esas películas. Pasamos un año en Warner Bros. y vi correos de ida y vuelta que literalmente me decían: ‘¿Te das cuenta que vendemos pijamas en Target?’. ¿Acaso las película no deberían ir en primer lugar y después las pijamas? ¿Las pijamas dictan las películas?’
El problema de los puestos
Según Phillips, uno de los retos más grandes al buscar la aprobación de un proyecto es que los puestos rotan con mucha frecuencia, así que en el mismo proceso a veces se debe tratar con más de una persona.
Por suerte para ellos, en esta ocasión no ocurrió tal flujo de personal y consiguieron que el equipo de marketing se pusiera de su parte.
‘El problema de Warner Bros. es que los regímenes cambiar muy seguido, y lo mismo ocurre en otros estudios. Y entonces, cuando finalmente tienes a todos a bordo, de repente se han ido y tienes que comenzar otra vez con gente que no quiere heredar cosas de otras personas. Afortunadamente, Blair Rich, la cabeza de marketing, realmente lo defendió, entendió que era una película anti-cómic, por así decirlo’.
Por suerte lograron convencer a todos en Warner, y al final, las pijamas no fueron un factor decisivo para aprobar el proyecto.
Aunque suene como algo gracioso, es preocupante que los proyectos se definan por los artículos vendidos antes del estreno, pues podrían dejar ir verdaderas obras de arte.
En fin, ya veremos si el próximo año se hace justicia a Joker en la entrega de los Oscar, pues tiene unos cuantos bien merecidos.
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