Las decisiones del gobierno de Estados Unidos en contra de Huawei tienen repercusiones en contra de México y Latinoamérica por completo
A estas alturas de seguro están enterados de que Google canceló sus negocios con Huawei. Todo debido a la presión del gobierno de los Estados Unidos dirigido por Donald Trump.
Hasta ahora parecería que los más afectados son quienes usan los móviles de la compañía. Entre ellos 10.7 millones de mexicanos que los emplean día con día. Pero las repercusiones son mucho más profundas para México.
La tecnología de Huawei se usa mucho en México
Aunque Huawei solo representa el 9.5% del mercado, es un importante proveedor de infraestructura en telecomunicaciones. Las acciones de EE. UU. afectarían las inversiones realizadas por operadores como Altán Redes, AT&T, Movistar y Telcel.
Sus routers, data centers y antenas son muy apreciadas. A tal grado, que el 35% de las redes LTE en la República Mexicana están basadas en sus productos.
Si hablamos de América completa, entonces subiría al 70%. Es por lo que el asunto no se limita a móviles. Ahora, la situación sería mucho peor si las autoridades estadounidenses quisieran imponer sus prohibiciones fuera de su país.
Eso afectaría en grado sumo a AT&T y América Móvil en toda Latinoamérica. Sin embargo, no parece que México esté dispuesto a seguir imposiciones de este tipo y menos de Trump.
América Latina, afectada por los Estados Unidos
Pero lo que no puede evitarse es el encarecimiento de la tecnología. No de parte de Huawei, sino de las compañías que le surten de partes. A pesar de todo no es autosuficiente, y depende de otras empresas para surtirse.
Telcel y AT&T están en una situación complicada. Sin los productos de este fabricante deberían gastar más en tecnología y las cuentas simplemente no saldrían. Habría que elevar costos de operación.
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Habrá que ver como se van desarrollando los acontecimientos con respecto a Huawei. Si de por sí los servicios de Internet móvil en México son caros, esto puede encarecerlos todavía más.
El problema no está limitado a un solo país, sino que se extiende a toda la América Latina. Las compañías que dependen de este fabricante chino deben de estar preocupadas, y tienen buenas razones para eso.