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Tres películas live-action basadas en clásicos de Disney saldrán este año. ¿No es demasiado abusar de la nostalgia de los fans de la compañía?

Si bien los remakes con de Disney siempre han existido, es en los últimos años que hemos visto la salida de varios más. En especial lo que toman una de las películas animadas de la compañía y la adaptan en una producción con actores reales. Un camino que algunos dirían inició con Alice in Wonderland en el 2010, pero que incluso podría ser más antiguo si tomamos en cuenta 101 Dalmatians de 1996.

¿Realmente necesitamos estos remakes de Disney?

Remakes que dejan millones de dólares de ganancias

Sin embargo, fue mucho más evidente con Cinderella en el 2015. Fue desde ahí que todo pareció estallar. En el 2016 llegaron The Jungle Book y Pete’s Dragon. Al año siguiente, Beauty and the Beast con Emma Watson. Después de una pausa ahora tenemos en este 2019 tres filmes del mismo estilo, los cuales son Dumbo, que se estrenó este viernes 29 de marzo. Si quieres saber si vale la pena, checa nuestra reseña.

Aladdin con Will Smith llegará el 24 de mayo, y The Lion King saldrá el 19 de julio. Después, el 27 de marzo del 2020, veremos el arribo de una nueva versión de Mulan. Si hay algo evidente es que The Walt Disney Studios descubrió un “filón de oro” con estas nuevas versiones de sus clásicas películas animadas. Actualmente tiene incluso planeada una versión live-action de Nightmare Before Christmas, que incluso podría ser una secuela.

Y también contempla otra del mismo estilo de Lilo & Stitch. Pero… ¿de verdad son necesarios todos estos remakes de sus cintas animadas? Esto tiene algunas implicaciones. Sí, es claro que quiere explotar que el público la favorezca con su preferencia. Cinderella costó de $95 a $100 millones de dólares, y rindió $543.4 millones. The Jungle Book tuvo un presupuesto de $175 millones de dólares y casi llegó a los mil millones.

¿Realmente necesitamos estos remakes de Disney?

¿Cuánto durará la moda de los remakes de Disney?

Se quedó en $966 millones de dólares. La que si pasó de dicha marca fue Beauty and the Beast con sus $1,264 millones. Es claro que estas versiones generar dinero a montones. Pero volviendo al tema… ¿de verdad valen la pena? Al menos la calidad de algunos de ellos es destacable, y no faltará quien diga que es una forma de acercar a las nuevas generaciones a estas encantadoras historias.

Incluso algunos de ellos, en lugar de ser una “calca” de las historias originales, aportan ideas y conceptos frescos, como la nueva cinta de Dumbo de Tim Burton. Sin embargo, para otras personas son señales de una “bancarrota creativa” de parte de Disney. En lugar de darle la oportunidad a historias y personajes nuevos, prefiere irse a lo seguro. Sabe que gracias a su legado de películas muchos irán a ver estas nuevas versiones sin pensarlo.

¿Por qué no hacerlo? Si la película original era buena es dudoso que su remake vaya a decepcionar. Pero cuando se publican tres de estas reediciones o reinterpretaciones en el mismo año – Dumbo, Aladdin y The Lion King – no puede uno dejar de preguntarse sino se está “estirando” de más el aguante del público. Actualmente las producciones de Disney son de lo más variadas gracias a sus estudios asociados.

¿Realmente necesitamos estos remakes de Disney?

Ideas creativas superadas por nuevas versiones

Es decir, Pixar, Marvel Studios y Lucasfilm, que tienen planeados muchos nuevos proyectos. Pero… ¿qué hay con Walt Disney Animation Studios? Zootopia y Moana salieron en el 2016, y después de eso solo hemos tenido secuelas en la forma de Ralph Breaks the Internet, que salió el año pasado, y Frozen 2 para el actual. Hay otras producciones pero se ignora su naturaleza.

¿Está tan “empalagado” Disney con el éxito de sus remakes, que se cierra a nuevas ideas? Eso es lo que algunos fans temen al ver el acelerado ritmo de lanzamiento de estas producciones. Cuando la compañía se pone creativa de verdad que llama la atención. Pero cuando empieza repetirse a sí misma, es como si estuviera tropezándose con un bache hecho de oro puro. Si, enceguece, atrae y fascina, pero eso es lo que es: un bache.

Es algo que entorpece y no le deja estar abierta a nuevas ideas. Dormirse en sus laureles es malo y eso cualquiera lo sabe. A ver si alguno de sus competidores no le da un susto el día menos pensado, o uno de estos remakes termina consiguiendo menos de lo esperado.