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Ninja Gaiden: Ragebound – La leyenda renace con sangre, pixel art y precisión ninja

Ninja Gaiden: Ragebound es un brutal regreso con pixel art deslumbrante y acción frenética. El ninja Kenji Mozu toma el relevo de Ryu.

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Ninja Gaiden: Ragebound
Overall
87%
87%
  • Mecánicas de juego - 90%
    90%
  • Historia - 85%
    85%
  • Música - 85%
    85%
  • Gráficos - 88%
    88%

Summary

Ninja Gaiden: Ragebound cumple cabalmente con la tarea de entregar una experiencia de juego clásica, pero con todos los detalles necesarios que lo hacen ser moderno y no solo algo que apele nada más a la nostalgia. El reto es bueno, la presentación visual también y la música un deleite. Es de los títulos más redondos de lo que va del 2025 y vale la pena que le des una oportunidad.

  • Genero: Acción
  • Plataforma: PC, Nintendo Switch, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S
  • Estreno: 31/07/2025
  • Publicador: Dotemu
  • Desarrollador: The Game Kitchen

La espera valió la pena. Tras años de silencio, la franquicia Ninja Gaiden regresa con una entrega inesperada y demoledora: Ninja Gaiden: Ragebound.

Lejos de ser una secuela en 3D o una reimaginación con gráficos hiperrealistas como será la cuarta entrega de la serie desarrollada por Team Ninja, este nuevo capítulo adopta el estilo clásico de plataformas en 2D con un arte en píxeles sublime, cortesía de los desarrolladores españoles de The Game Kitchen, conocidos por su aclamado Blasphemous.

Ninja Gaiden: Ragebound recurre a todas las estrategias necesarias para que los fans de antaño caigan redonditos y aquellos que se interesan en los orígenes de la serie se sientan más que atraídos. El resultado es ciertamente eficiente y uno muy disfrutable.

Es hora de contarte qué tan buena está la experiencia. Qué aporta, qué no y todo eso que lo vuelve tal vez en uno de los juegos más complicados de pasar, especialmente para aquellos que no están acostumbrados a la experiencia de un metroidvania.

Un nuevo ninja hereda la furia

En lugar de tomar nuevamente el rol de Ryu Hayabusa, Ninja Gaiden: Ragebound presenta a Kenji Mozu, un joven ninja del clan Hayabusa que debe afrontar la invasión demoníaca en su aldea natal mientras Ryu combate en otras latitudes. A su lado (literalmente), se encuentra Kumori, una kunoichi del Black Spider Clan con la que Kenji fusiona cuerpo y habilidades tras un evento sobrenatural.

Este nuevo dúo añade una interesante capa táctica a la jugabilidad, ya que el jugador puede alternar entre ataques de espada con Kenji y shurikens con Kumori, aprovechando sus estilos para encadenar combos, abrir rutas y derrotar enemigos específicos.

Ninja Gaiden: Ragebound. primera boss fight
Fuente: The Game Kitcher. DotEmu

Vale la pena señalar que el inicio del juego es muy bueno y te hace recordar la época de Tecmo en la era de los 8bits. Claro, eso es durante un instante muy breve, pero de todas formas detona esa nostalgia que necesitas para comenzar a jugar Ninja Gaiden: Ragebound, especialmente si viviste la época del NES.

Ahora, a partir de este juego surge la duda de si se conectará de alguna manera con Ninja Gaiden 4, porque eso de que Ryu se nos separe tan pronto suena ciertamente sospechoso. Lo peor que puede pasar es que nos digan que los títulos no están relacionados o sean universos narrativos distintos.

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Plataformeo de precisión, acción frenética

Aunque muchos esperarían un metroidvania, lo que Ragebound ofrece es un plataformero de la vieja escuela, rápido, desafiante y sin concesiones. Su núcleo jugable se apoya en dos mecánicas clave: el Guillotine Boost, que permite rebotar sobre enemigos u objetos para permanecer en el aire, y el Hypercharge, una técnica que potencia un golpe tras eliminar enemigos con aura de color (azul para Kenji, rosa para Kumori).

Estas mecánicas impulsan un ritmo de juego ágil y exigente, ideal para speedrunners y veteranos del género. Encadenar rebotes, usar un Hypercharge para eliminar enemigos blindados, esquivar proyectiles y atravesar trampas mortales… todo se convierte en una danza mortal perfectamente sincronizada.

NInja Gaiden: Rageboun, pelea con demonios
Fuente: The Game Kitcher. DotEmu

Vale la pena señalar que el juego es muy exigente, como los de la era del NES. El margen de error es mínimo, no te deja equivocarte y aunque tienes puntos de control y varias opciones para recuperar tu salud, lo mejor es tratar de no fallar para poder cumplir con los distintos retos que te pone el juego.

Da gusto que, sin complicarse la vida, el equipo detrás de Ninja Gaiden: Ragebound eligiera proponer un par de mecánicas muy bien marcadas para que el jugador decida cómo es que va a pasar el juego. No es solo saltar sobre enemigos o atravesarlos, mucho menos eso hace la experiencia más fácil, pero si la vuelve lo suficientemente entretenida para que estés pegado al juego.

Ninja Gaide: Ragebound y su dificultad clásica con jefes que hacen honor a la serie

Ninja Gaiden: Ragebound no es un juego fácil. Incluso en dificultad normal, los jugadores encontrarán desafíos constantes, con secciones de plataformas ajustadas al milímetro y enemigos que castigan cualquier error.

En modo difícil, la experiencia sube varios peldaños: menos puntos de control, más enemigos, plataformas más traicioneras y jefes aún más brutales.

NInja Gaiden: Ragebound, colgado del techo
Fuente: The Game Kitcher. DotEmu

La curva de dificultad es real, aunque quizás algo desbalanceada al inicio del modo difícil, donde algunos combates se sienten más duros que los del tramo final.

Uno de los grandes aciertos de esta entrega son sus batallas contra jefes. Aunque hay ciertas repeticiones, la mayoría presenta patrones únicos, diseños memorables y mecánicas que exigen reflejos, observación y dominio de las habilidades. El jefe final es particularmente intenso, elevando el listón de todo lo aprendido durante la campaña.

Arte pixelado que deslumbra

Visualmente, Ninja Gaiden: Ragebound es una obra de arte. The Game Kitchen llevó su experiencia en diseño de pixel art al siguiente nivel. Cada escenario rebosa detalle: desde la aldea Hayabusa en llamas, hasta rascacielos corporativos infestados de demonios o cuevas piratas ocultas.

El juego también destaca por su dinamismo visual. Enemigos saltan desde el fondo o irrumpen rompiendo cristales, como en una película de acción. Hay efectos de iluminación, reflejos y partículas que suman sin sobrecargar la escena.

NInja Gaiden: Ragebound, Kumori
Fuente: The Game Kitcher. DotEmu

Una secuencia inolvidable tiene lugar en un edificio del Black Spider Clan, donde enemigos atraviesan ventanas explotando en partículas de vidrio. Todo en 2D, pero con una energía digna de los momentos más icónicos de Ninja Gaiden en 3D.

Por otro lado, la música merece mención especial. El juego fusiona instrumentos tradicionales japoneses como el shamisen con guitarras eléctricas al estilo del rock noventero. El resultado es un acompañamiento sonoro que empuja al jugador a avanzar, a combatir, a no ceder. El tema de créditos es una joya que nadie debería perderse.

Ninja Gaiden: Ragebound es un homenaje a los juegos clásicos

El apartado narrativo no es el foco principal del juego, pero ofrece una estructura funcional. Kenji y Kumori tienen potencial como personajes, y aunque la historia se desarrolla con diálogos breves y puntuales, sí se aprecia una intención por construir una mitología coherente dentro del universo de Ninja Gaiden. Con un poco más de desarrollo, este nuevo dúo podría convertirse en personajes recurrentes.

Lo que logra Ninja Gaiden: Ragebound es impresionante. Toma la dificultad, estética y tono frenético de la saga original y los traslada con maestría a un nuevo formato 2D. La mezcla de combate ágil, diseño artístico brillante, música electrizante y niveles desafiantes convierte al título en una de las mejores experiencias de acción retro de 2025.

NInja Gaiden: Ragebound, habilidad de reote sobre enemigos
Fuente: The Game Kitcher. DotEmu

No es un juego para todos. Quienes busquen un metroidvania con exploración y progresión lenta se sentirán decepcionados. Pero quienes aman los retos, los reflejos milimétricos y la satisfacción de superar lo imposible, encontrarán en Ragebound un nuevo referente.

Esta es una de esas entregas que te muestran que no siempre se trata acerca de aprovechar el hardware para que la experiencia luzca de manera deslumbrante. El chiste es hacer un buen videojuego y eso es lo que demuestra en todo momento Ninja Gaiden: Ragebound.

¿Deberías comprar Ninja Gaiden: Ragebound?

Lo que sea de cada uno, da gusto ver a Ninja Gaiden como un juego de plataformas. Claro, se necesitaba a un equipo con la experiencia para lograrlo y The Game Kitchen lo logró sin problemas. Asimismo, no debemos perder de vista que el juego está diseñado para que tenga las mecánicas ideales para que sea entretenido y no una experiencia limitada.

Ninja Gaiden: Ragebound cumple cabalmente con la tarea de entregar una experiencia de juego clásica, pero con todos los detalles necesarios que lo hacen ser moderno y no solo algo que apele nada más a la nostalgia. El reto es bueno, la presentación visual también y la música un deleite. Es de los títulos más redondos de lo que va del 2025 y vale la pena que le des una oportunidad.

NInja Gaiden: Ragebound, nivel motos
Fuente: The Game Kitcher. DotEmu

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Jugamos Ninja Gaiden: Ragebound en PC con un código proporcionado por un representante de Dotemu en nuestra región.