Donkey Kong Bananza: El simio más famoso renace de forma explosiva

Nintendo lo hizo de nuevo y de un modo que no esperabamos. Donkey Kong Bananza llega como parte del catálogo inicial de Nintendo Switch 2 y se siente como una carta de amor tanto para los veteranos que crecieron con Donkey Kong Country como para quienes siempre esperaron que DK tuviera un verdadero regreso triunfal en 3D.

Esta nueva entrega no solo funciona como un soft reboot para el personaje, sino que también representa un experimento brillante que mezcla mecánicas inspiradas en Super Mario Odyssey y – si me apresuras – The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom (por lo creativo que te puedes poner).

El resultado es una experiencia fresca, divertida y llena de sorpresas que logra algo que parecía imposible: redimir al icónico simio después del polémico y olvidable Donkey Kong 64, además de sentar las bases para un nuevo futuro – en caso de que sigan bajo el mismo camino creativo.

Un DK más expresivo y carismático que nunca

Desde que inicia, Donkey Kong Bananza deja claro que estamos ante un DK renovado, con una personalidad más marcada y un diseño visual que exuda carisma. Unos dirán que se trata de una presentación más como para la Gen Z, pero con el paso del tiempo te acostumbras y te enamoras. El estilo gráfico recuerda mucho a Mario Odyssey pero con un nivel de expresividad que roza lo cinematográfico (tal vez estoy exagrando).

Donkey Kong aquí no solo es un bruto musculoso con obsesión por los plátanos; es un personaje adorable, lleno de gestos exagerados que transmiten emoción, humor y ternura. Su relación con Pauline, coprotagonista de esta historia, añade un matiz inesperado, generando momentos entrañables que hacen que te involucres emocionalmente en la aventura. En palabras mucho más rebuscadas, hablamos de empatía, detalle que deberías tener con todas las personas que no la están pasando tan bien.

Pauline actúa como narradora y compañera constante, reforzando la sensación de estar en una especie de “caricatura interactiva” con toques de musical, algo que resulta sorprendente y muy efectivo. Si no hubiera sido por los avances previos al lanzamiento de Donkey Kong Bananza, hubiera sido una grata sorpresa verla tan de golpe.

Ahora bien, era parte del plan mostrarla así, porque se nota que tener a una piedra a lado tuyo no hubiera sido algo tan atractivo para muchos fans. Este binomio es una maravilla y vale mucho la pena que siga. Los fans definitivamente se lo merecen.

La historia de Donkey Kong Bananza cumple cabalmente con su tarea

La narrativa es directa, cual caricatura de los 80’s o 90’s. DK trabaja para una compañía minera de bananas, pero la malvada corporación VoidCo roba su tesoro y amenaza con destruir el núcleo del planeta. En su búsqueda por recuperar sus preciados plátanos, DK conoce a Pauline, quien también está en peligro por los planes de Void Kong, el villano principal.

Juntos descienden capa por capa hacia el núcleo del planeta, descubriendo secretos, enfrentando jefes y aprendiendo nuevos poderes en el camino. Aunque no hay giros argumentales complejos, el tono desenfadado y el humor constante hacen que la historia funcione como un hilo conductor perfecto para la jugabilidad.

Aquí es donde hay que aplaudir a Nintendo. No es necesario acomplejarse con un personaje tan cómico. El chiste es que tengas chistes de pastelazo, algo que te de risa por lo bobo que puede ser. ¡Si en medio Latinoamérica se ríen por el Chavo del 8! ¿Por qué no dejarnos llevar por la gracia detrás de las aventuras de un simio muy jocoso y una chica que tiene ciertos complejos (que deberás descubrir).

Reitero, este binomio conformado por Donkey Kong y Pauline es una maravilla y tal vez deberíamos ver más cortos animados con ambos para que se extienda un poco este nuevo lore que nace a partir de Donkey Kong Bananza.

Mecánicas de juego: exploración, destrucción y ritmo

Donkey Kong Bananza es, ante todo, un plataformero 3D de exploración abierto, pero con un giro que lo hace único: aquí no solo recorres escenarios, sino que puedes deformar y destruir el terreno para encontrar rutas y secretos ocultos.

• DK puede perforar, excavar y romper rocas, creando tus propios caminos para alcanzar bananas cristalizadas y otros coleccionables.
• Cada nivel es una mezcla de plataforma tradicional con puzzles de física, lo que recuerda ligeramente la libertad creativa de Tears of the Kingdom, pero más guiada, por aquello de que se te olvida qué rayos tienes qué hacer.
• Hay un loop de progresión adictivo: encuentras bananas, desbloqueas habilidades en un árbol de progresión, esas habilidades abren nuevas zonas para explorar.

Es un diseño brillante que mantiene la sensación de descubrimiento constante y hace que siempre haya algo nuevo que encontrar en cada rincón.

Digamos que todo lo aprendido con Mario Odyssey evolucionó aquí para entregarnos un título realmente sobrado en más de un parámetro. Se disfruta todo el tiempo y eso es de aplaudir.

Transformaciones Bananza… No son tantas como las de un Saiyajin, pero ahí están

Una de las mecánicas más llamativas son las transformaciones Bananza, que DK aprende gracias a los “animales DJ” que habitan en cada capa del planeta. Estos seres gigantes le enseñan movimientos especiales mediante sesiones musicales lideradas por Pauline – lo cual es una maravilla – , creando momentos llenos de estilo y ritmo.

Estas formas desbloquean rutas y mecánicas únicas:

• Bananza de Gorila Plateado: rompe materiales ultra resistentes.
• Bananza de Avestruz: permite planear y alcanzar plataformas lejanas.
• Bananza de Cebra: corre a gran velocidad sobre suelos frágiles sin romperlos.

Cada transformación no solo es útil, sino también divertida de ver, pues DK adopta apariencias ridículamente musculosas de animales comunes, con accesorios temáticos de banana.

No podría decir que es un Super Donkey Jin fase 1, 2 o 3, pero sí es divertido ver cómo este icónico personaje puede obtener formas distintas para que pueda abrirse paso por todos los escenarios. Técnicamente hablamos de una fórmula bien básica que solo algunos plataformeros ejecutan bien… ¿Te recuerdo uno? Ahí está Astro Bot.

Pauline es una rumbera y te pondrá a bailar como los gorilas… O simios.

Uno de los mayores aciertos de Donkey Kong Bananza es el papel que tiene la música. Cada vez que desbloqueas una transformación, Pauline interpreta una canción mientras DK marca el ritmo golpeándose el pecho. Esto no solo refuerza el vínculo entre ambos personajes, sino que añade un tono musical al juego.

Además, estas secuencias sirven como momentos de respiro y celebración tras superar grandes retos, haciendo que cada avance se sienta especial. La elección de este apartado es muy atinada. No esperaba menos de los señores que trabajaron en Super Mario Odysssey, porque iba a ser un apartado que iba a explotar como fuegos artificiales en fiesta de pueblo.

Por otro lado, como buen juego de exploración, Donkey Kong Bananza está repleto de coleccionables:

• Golden Bananas: consigues 5 para ganar un punto de habilidad y mejorar atributos como salud, fuerza o desbloquear nuevos movimientos.
• Fósiles: sirven para comprar trajes y accesorios para DK y Pauline. Desde corbatas doradas hasta atuendos completos, muchos con beneficios pasivos como reducción de daño o mayor energía.
• Shards de oro: actúan como la moneda principal, permitiéndote desbloquear atajos, mapas o subir el nivel de comodidad en las bases, lo que mejora la vida y otras estadísticas.

Aunque hay mucha variedad, algunos sistemas como el de los fósiles son confusos, ya que cambian con cada capa del planeta y no siempre es claro qué desbloquean. Sin embargo, el juego te recompensa constantemente, manteniendo la motivación para explorar.

Variedad en los niveles y sorpresas constantes en Donkey Kong Bananza

A pesar de tener una estructura clara, el juego sorprende con desafíos inesperados:

• Misiones en vagonetas estilo shooter sobre rieles.
• Retos retro en 2D que homenajean la época clásica de Donkey Kong.
• Puzzles ambientales que combinan las físicas de destrucción con enemigos y materiales especiales.

Incluso hay niveles que cambian completamente el tono, haciendo que cada capa del planeta sea distinta a la anterior. Esta variedad evita que la experiencia se vuelva repetitiva y te anima a seguir bajando hacia el núcleo.

La destrucción tiene un precio muy alto y eso genera ciertos problemas técnicos

No todo es perfecto en Donkey Kong Bananza. La mecánica de deformación del terreno es impresionante, pero provoca algunos problemas técnicos:

• La cámara a veces pierde el ángulo correcto, mostrando clipping o vistas extrañas al grado de marearte (pregunté y vi que no fui el único).
• En las fases finales, con mucha destrucción simultánea, se notan caídas de framerate.

No arruina la experiencia, pero sí rompe un poco la magia, recordándote que el juego está empujando los límites del motor.

Por otro lado, Donkey Kong Bananza luce espectacular. Los escenarios son coloridos y variados, llenos de detalles y animaciones que recuerdan a Mario Odyssey, pero con una identidad propia basada en la minería, cavernas y cristales.

El rediseño de DK es sobresaliente, con gestos exagerados al nivel de la película de Mario. Void Kong y Pauline mantienen un estilo coherente y atractivo, y hay suficientes referencias y cameos para hacer sonreír a los fans de toda la vida.

¿Deberías comprar Donkey Kong Bananza?

Cuando terminas Donkey Kong Bananza, te das cuenta de que Nintendo no solo desarrolló un nuevo plataformero para su catálogo. Creó un nuevo punto de partida para Donkey Kong como personaje en 3D, distanciándolo de Donkey Kong Country y dándole identidad propia en el mismo nivel que a Luigi.

Muchos se están cuestionando cuántas razones reales hay para hacerse de un Nintendo Switch 2 y Donkey Kong Bananza es una de ellas. No solo se trata de un juego con mecánicas sólidas y muy divertidas. Se ve que sacas provecho de la consola y se nota que Nintendo sigue apostando por la creatividad, además de aprovechar los avances tecnológicos que ahora tienen el gaming.

¿Estás de acuerdo con la calificación? Sigue esta y otras reseñas suscribiéndote a nuestro feed de Google News.

Jugamos Donkey Kong Bananza con un código proporcionado por un representante de Nintendo en nuestra región.