Unity está en el ojo del huracán por su intento de cobrarle a los estudios por cada copia vendida o descargada de sus videojuegos. Hasta ahora la idea es que los usados para recaudar dinero para obras benéficas estarían exentos pero parece que no será así.
Eso lo reveló LizardFactory, un desarrollador independiente, que compartió que la compañía detrás de este motor gráfico no considera a algunas organizaciones caritativas de tal manera.
LizardFactory quería usar uno de sus juegos, Orgynizer, que pertenece al género de puzzle, para apoyar a Planned Parenthood.
Según la nueva política de Unity hay un cargo de $0.20 centavos de dólar por instalación de un juego, ya sea comprado o redescargado.
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Con base en esto el 30% de los fondos recaudados terminarán en manos de los dueños del motor y no en quienes más los necesitan. Pero LizardFactory pensó que no aplicaría en este caso.
Pero Unity no considera a Planned Parenthood una ‘organización benéfica válida’ sino como un ‘grupo político’. El dinero recaudado por Orgynizer estaba destinado a esta agrupación así como al Hospital de Niños CS Mott, Michigan.
LizardFactory señala que querían apoyar a quien lo necesita, no llenarle los bolsillos a gente abusiva y codiciosa. En la compañía han usado este motor por más de 10 años y son sus fans pero ya no confían en este.
Este desarrollador ahora pretende usar Godot, un motor gráfico de fuente abierta en lugar de Unity. Así que volverá a rehacer el juego pero nunca le darán dinero a esta compañía.
Según LizardFactory, lo que hacen los responsables del motor ‘es un chantaje al estilo mafioso, nada más y nada menos’.
Como era de esperarse las quejas no tardaron en aparecer y no faltó la promesa de cambios y ajustes. Pero las cosas siguen empeorando.
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