Tras años de espera, ya jugamos The Last of Us Part II – la esperada secuela del juego de 2013 y de su expansión Left Behind. Esta reseña NO tiene spoilers
Al hablar de los avances en los videojuegos, la salida más fácil es comparar el enorme salto gráfico que hay desde Pong, hasta las últimas súper producciones que ya vislumbramos para PS5 y Xbox Series X.
Sin embargo, es menos común hablar de lo mucho que han evolucionado las historias en los videojuegos; pues hoy cuesta trabajo pensar que juegos como Donkey Kong de arcade (1981) contaban con narrativas sobresalientes para su época.
¿Quién diría que la industria, que vio nacer ese plagio de King Kong, ahora genera grandes cantidades de lágrimas con sus emotivas y originales historias?
Actualmente, al referirnos a videojuegos que nos hicieron llorar, los jugadores más acérrimos sacarán los Kleenex y una gran lista de títulos que nos obligaron a usarlos. Ahora, prepárate para incluir a The Last of Us Part II en esa lista.
¿Digno sucesor?
En el 2013 la sensación de los videojugadores fue The Last of Us, ese juego de los creadores de Uncharted que salió de la nada y de pronto logró ventas millonarias, diversas nominaciones a Juego del Año y por si fuera poco, todavía hoy es nombrado comúnmente como uno de los mejores títulos que llegaron al PS3.
No es mi opinión más popular pero, yo no me sentí totalmente integrada a esa fiesta de adoración al juego. Claro, aunque la jugabilidad me pareció sólida y sin duda tiene uno de los mejores finales en la historia de los videojuegos, solamente estuve realmente al borde del asiento al inicio y al final del primer The Last of Us.
Tuve que pasar por disparos y segmentos de sigilo algo genéricos por más de 14 horas para esa gran recompensa que fue el final. Ahora, ¿qué pasa con su secuela?
The Last of Us Part II dura casi lo doble (de 22 a 30 horas) y cuenta con un mucho mejor ritmo, pues por lo menos cinco veces encontré momentos brutales, fuertes y desesperanzadores, donde literalmente tuve que soltar el control y ponerme a hacer otras cosas para procesar lo que estaba pasando.
En esta nueva historia de Naughty Dog se nota perfectamente la maestría del estudio en contar historias y, sobre todo, en generar emociones que se van transformando y madurando mientras avanza la historia.
Sin soltar ningún spoiler, solo puedo decir que el argumento es engañoso: si bien al inicio todo esto parece una historia de venganza, en la mitad del juego pasa algo muy fuerte y bien pensado, que te hace dudar de todo lo que sentiste durante la primera mitad.
The Last of Us 2 se mantiene fiel al universo que construyó
La segunda parte de The Last of Us sigue la historia en la que nos dejó el primer juego: Joel sobrevivió al fin del mundo, pero su familia no. Sin tener mucho que perder, conoce a Ellie, una niña que es inmune a la infección que ha dejado a casi todo el mundo convertido en un zombi que llaman ‘infectado’.
Su misión es cruzar el país con ella y dejarla con un grupo llamado Fireflies, pues supuestamente con ella podrán crear una vacuna que salve a la humanidad. Si acabaste el primer juego, sabrás que eso no terminó bien.
A veces es fácil describir la historia del primer The Last of Us como la creación de un villano: en este caso, Joel, condenó a la humanidad y les negó la única cura con tal de que sobreviviera una niña con la que se encariñó. Sin embargo, esa es una forma muy simplista de verlo.
Realmente, en el universo de The Last of Us no hay villanos, ni héroes, no hay oscuridad, ni luz: solo son personajes complejos, con matices y que están en situaciones que los llevaron al extremo.
No hay risas malévolas, jefes con patiños que viven en torres altísimas: los personajes de The Last of Us podrían ser cualquiera, tú o yo.
The Last of Us Part II sigue por esta línea de moralidad grisácea, e incluso da varios pasos adelante. Este juego es, por mucho, la historia que genera más empatía que he jugado, leído o visto en cualquier medio.
Eso sí: puede que entiendas a sus personajes y sus motivos, sin embargo, en los últimos minutos no pude evitar estar completamente en contra de lo que tenía que hacer. Te va a costar trabajo hasta matar, una de las mecánicas más explotadas en los videojuegos.
A grandes rasgos, sí: la historia es lo más destacable de The Last of Us Part II, pero la jugabilidad también tuvo mejoras muy necesarias.
Las mejoras de jugabilidad
Como podrás imaginarte, esta secuela se juega muy similar a su antecesor: es un shooter en tercera persona con toques de sigilo y exploración.
Anteriormente ya ahondamos un poco en la jugabilidad y en los cambios que tuvo esta secuela durante un segmento en particular, pero el juego completo va más allá.
Además de un par de nuevos enemigos entre los infectados, uno de los principales cambios en las batallas (y en la historia) es que ahora hay dos facciones que fungen como enemigos para Ellie y tampoco se toleran entre ellos: los Washington Liberation Front (WLF), organizados y con equipo militar; y a quienes llaman los Scars, religiosos y tribales que son expertos en el sigilo.
Ellie tendrá que ajustar y cambiar su estrategia de batalla dependiendo de si se enfrenta a los infectados, a la WLF o a los Scars.
Y si, por lo menos, dos de las tres facciones llegan a estar dentro del mismo escenario, se abre la oportunidad de hacer un poco de ruido y que se maten entre ellos.
Otro punto importante a tratar es que la travesía entre los escenarios mejoró brutalmente sobre su antecesor, pues los escenarios son más verticales y requieren mayor exploración, incluyendo las alturas y los ríos, para seguir adelante.
Es decir, entre toda la destrucción de las calles de Seattle encontrarás bloqueos en los exteriores, entonces te verás obligado a entrar a las construcciones, subir pisos y saltar por la ventana para seguir adelante. O, en cambio, sumergirte debajo de los escombros en un río para hallar un secreto o el camino a seguir.
Este tipo de diseño de niveles te mantiene atento a los detalles y hace que siempre sientas una variedad en la escenografía sin que haya un cambio abrupto de uno a otro.
De la misma forma, ahora existen cuerdas dispersas por el mundo, con las que podrás explorar nuevas alturas o las profundidades si la atoras en el sitio correcto, aumentando la exploración vertical.
Ellie está lista para el reto en The Last of Us 2
Cabe destacar que en la dificultad estándar y las superiores, The Last of Us Part II NO es un juego fácil, pero Ellie también tiene con qué defenderse.
Además de que es posible que tome a los enemigos como rehenes o escudos humanos, también cuenta con diversas ramas de habilidades para especializarse en construcción, sigilo, disparos y más.
La forma de mejorar estas habilidades es con suplementos (píldoras) que irá encontrando en el mundo.
Entonces, ¿vale la pena The Last of Us 2?
Si bien lo narrativo es su mejor atributo, esta secuela es más que una gran historia que pondrá en duda lo que piensas sobre el bien y el mal: es una mejora en todo sentido de uno de los juegos más aclamados de la década y eso no es un reto nada sencillo.
Además, tomando en cuenta la época en la que vivimos donde hace falta reflexionar sobre la intolerancia y el odio al otro, The Last of Us Part II llega en un momento óptimo: difícilmente volverás a ver igual las historias de otros videojuegos.
Con The Last of Us Part II, Naughty Dog se consagra como el mejor estudio para crear las historias más humanas del medio. Y, probablemente, este título se lleve el mérito de Juego del año a pesar de la fuerte competencia.
Que no te desanimen los spoilers o las críticas de las personas que ni lo han jugado: esta es una experiencia que tienes que probar por ti mismo.