PlayStation se acaba de hacer de una nueva franquicia que brilla, pero que todavía tiene más potencial por desarrollar
Muchos conocimos Days Gone por su revelación oficial en E3 2016. Desde entonces, le ha costado trabajo salir de las comparaciones con The Last of Us.
Después de todo, el escenario donde se desarrollan es similar: un mundo post-apocalíptico donde una extraña enfermedad convirtió a la mayoría en zombis. Y, los pocos gañanes que sobreviven, son peores que los no-muertos.
Pero hasta aquí es donde se podría parecer al juego de Naughty Dog, pues Days Gone es un juego de acción y aventura en un mundo abierto, donde además se combinan elementos de supervivencia.
El sobreviviente solitario
En Days Gone controlamos a Deacon St. John, un motociclista que tras el fin del mundo, se convirtió en un experimentado cazarrecompensas.
El mundo ha cambiado mucho en un par de años. Todo está repleto de zombis (aquí llamados Freakers) y la mejor opción para sobrevivir es unirse a algún campamento, donde a cambio de trabajo duro, te ofrecen protección y comida.
Como siempre, hay algunas personas que no se conforman con esto y prefieren vivir de robos o de adorar a los Freakers; porque se podrá terminar la esperanza de seguir viviendo en este mundo, pero nunca los locos.
Deacon se rehúsa a asentarse en un campamento y tampoco está tan loco, por lo que el jugador tendrá que hacer trabajos para todos los campamentos y “quedar bien” con ellos. Paralelamente irá avanzando en los propios objetivos de Deacon.
Vamos a evitar spoilers, pero digamos que el ritmo del juego es muy lento al inicio, sobre todo mientras estás averiguando los motivos del personaje.
Sin embargo, una vez que las piezas están puestas y los personajes empiezan a interactuar, se desarrollan diversas líneas de historia simultáneas que son muy emotivas.
Sobrevivir como mecánica de juego
Days Gone podría parecer más un Far Cry que un The Last of Us, pues es un juego de mundo abierto donde lo más adictivo es la progresión tanto del personaje, como del mundo en el que estás.
Siempre querrás jugar “unos minutos más” para liberar zonas de Freakers y así activar el viaje rápido, y mientras lo hagas, Deacon se hará más hábil en cualquiera de los tres árboles de habilidades: sobreviviente, armas de fuego y cuerpo a cuerpo.
También esperamos que tengas bolsillos amplios y te guste recolectar cosas, pues el fin del mundo es duro y necesitarás toda la basura que encuentres para también crear cosas útiles, como bombas molotov o flechas.
Days Gone es único gracias a sus elementos de supervivencia: las balas no son tan comunes en este mundo, por lo que a veces lo mejor es avanzar en sigilo y armas cuerpo a cuerpo. Tampoco te curas solo, entonces deberás estar atento a botiquines, trapos y desinfectantes.
De la misma forma, Deacon usa de medio de transporte la motocicleta, pero no cualquiera, pareciera que ésta tiene un agujero en el tanque de combustible, pues se termina muy rápido la gasolina y tendrás que estar buscando todo el tiempo. Peor que durante un gasolinazo.
Afortunadamente hay mucha más gasolina que en Mad Max, entonces mecánicas como esta se hacen más una molestia que algo adictivo, por lo menos al inicio: pues vas a querer ir mejorando tu moto para que cargue más combustible, haga menos ruido, aguante más golpes para atropellar más zombis o simplemente vaya más rápido.
Pero cuidado con la velocidad: pues por una extraña razón, el juego pierde muchos frames cuando Deacon va demasiado rápido.
Porque un zombi no es suficiente
El elemento más distintivo de Days Gone son las hordas.
A pesar de ser un juego de supervivencia donde todos tus suministros son preciados, a veces te van a sobrar y este es el momento perfecto para enfrentarte a una horda: más de 200 Freakers simultáneos.
En cuanto ataques a uno, todos se van a apresurar a atacarte. Si no tienes cuidado entre tu administración de vigor (para correr), disparos y bombas, con que te toque uno, los demás no tardarán más de un segundo en terminar de comerte por completo.
Esta parte también exige mucha estrategia, pues por ejemplo, en Days Gone el ciclo de día y de noche es importante: de día los Freakers son más lentos y débiles, en la noche son menos, pero más agresivos.
Las hordas, sin duda, es el mejor elemento de Days Gone.
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Days Gone es un juego muy entretenido y con mucha rejugabilidad donde fácilmente se te podrán ir más de 40 horas.
Tiene sus detalles, resaltando los problemas técnicos; sin embargo esta primera entrega es muy divertida y ya estamos visualizando una de las próximas mejores franquicias de PlayStation.