Fumito Ueda: “Todos mis juegos están conectados”
La reciente feria Gamelab de Barcelona, clausurada el pasado viernes 3 de junio, deja una lista de ponentes de lujo, personajes de la talla de Richard Garriott, creador de la saga Ultima; Mikko Kodijosa, fundador de Supercell; Sam Lake, guionista de Remedy Entertainment; o Rami Ismail, desarrollador de títulos tan conocidos como Nuclear Throne o Ridiculous Fishing.
♦ Ueda es un autor fundamental para entender la historia de los videojuegos, pues sus juegos con Team ICO cambiaron la forma de entenderlos.
♦ ICO, Shadow of the Colossus y, ahora, The Last Guardian, forman una extraña trilogía que se desarrolla en un mismo universo.
Si hay que buscar un nombre a destacar, sin embargo, es sin duda el de Fumito Ueda (Tatsuno, Japón, 1970), un creador que desde 2001 ha conseguido seducir a los jugadores con tres títulos, Ico, Shadow of the Colossus o The Last Guardian, que poco tienen que ver con los géneros que tradicionalmente triunfan en el mundo del ocio electrónico. Íntimos, cargados de simbología y emoción y con un estilo narrativo muy personal, son juegos que se han convertido en clásicos que trascienden fronteras.
Hay, en ellos, una esencia compartida, aunque Ueda se niega a establecer un vínculo claro. “No quiero definir el mundo que une a los tres juegos porque creo que eso es el trabajo del jugador y su imaginación. Mis juegos están conectados entre sí, pero no de una forma evidente o concreta”, explica a El Mundo.
La influencia es evidente y el propio Ueda reconoce que su experiencia previa ha servido de catalizador a la hora de trabajar en un nuevo proyecto. “La relación entre el protagonista de Shadow of the Colossus y su caballo fue lo que me inspiró para crear The Last Guardian”, confiesa.
Formado como animador, su estilo de trabajo es claramente visual. “Tener facilidad para crear escenas animadas me ha permitido explicar con claridad mi visión a mi equipo, pero crear un videojuego exclusivamente a partir de una imagen es imposible, hacen falta muchas más piezas”.
Juntarlas todas no siempre es fácil. The Last Guardian, su última obra, estuvo en desarrollo casi 10 años. Comenzó a trabajar en él en 2007 y lo hizo público en 2009. Su lanzamiento estaba previsto para 2011 pero numerosos retrasos y las limitaciones técnicas de la anterior generación de consolas terminaron por dilatar los plazos. De su obra, sin embargo, escoge Ico como favorito. “Al primer juego siempre se le tiene un cariño especial”, confiesa.
Sus personajes entrañables y mundos ricos y complejos han llevado a muchos jugadores a soñar con un futuro juego inspirado en la actual tendencia de los mundos abiertos pero Ueda descarta la opción. “El mundo abierto no me interesa como género pero sí como concepto. Me gusta que mis escenarios transmitan sensación de amplitud, de existir en un mundo extenso y real a pesar de ser localizaciones reducidas como un castillo o una pequeña región”, sentencia.
Su fórmula es simple pero efectiva. “Me acerco al desarrollo de videojuegos con una idea muy clara: si una idea se puede expresar mejor como una película, debe ser una película o como mucho una cinemática en el juego. Lo que define a un videojuego es la interactividad y por eso en mis creaciones hay siempre un componente de interdependencia y colaboración entre los personajes”.
No quiere hablar, de momento, de futuros proyectos. Su título Shadow of the Colossus tendrá pronto una reedición. Sony la ha encargado al estudio Bluepoint, que programará un nuevo motor gráfico y añadirá mejores texturas, pero manteniendo la historia y los personajes del juego original, lanzado en 2005.
Ueda no está directamente involucrado en esta versión, “he ofrecido algunos consejos y me han asegurado que será muy fiel a la obra original”, apunta el creador.
Él prefiere imaginar nuevos mundos, nuevos relatos. Trabaja ya en su cuarto juego pero lo único seguro es que su objetivo será el mismo que el de sus tres creaciones anteriores. En palabras del maestro: “sorprender y hacer pensar al jugador”. Siempre lo consigue.