Marvel vs. Capcom: Infinite es el ejemplo perfecto de cómo no manejar un juego. Su ausencia del EVO 2018 es otra muestra de su fracaso.

Cuando se anunció Marvel vs. Capcom: Infinite, muchos pensaron que los días de gloria de la serie Versus de Capcom volverían. En especial porque en nuestros tiempos, y gracias a las películas de Marvel Studios, los héroes y villanos de la franquicia están en su punto más alto de popularidad. Pero el panorama cambió de manera paulatina conforme se fue revelando más información.

Una de las primeras polémicas que se armaron fue la selección de personajes que saldrían en el juego. Del lado de Marvel, la notoria ausencia de los X-Men y Fantastic Four fueron las principales quejas, y también fue evidente que Capcom pudo haber aportado mucho más al elenco final. Los comentarios del equipo a cargo tampoco ayudaron mucho.

Cuando los peleadores son solo “funciones”

Cuando el productor asociado Peter Rosas desdeñó a representantes de estas series, diciendo que eran “solo funciones” y que “únicamente están haciendo cosas”, a muchos fans de Wolverine, Magneto o Dr. Doom se les rompió el corazón. Otra cosa que obró en contra de Marvel vs. Capcom: Infinite fueron los modelos iniciales de los personajes, pero aún los finales quedaron a deber.

“Parece un juego de iOS con esteroides” fue una de las peores críticas que se escucharon. Y es que fue una decepción que no pasara lo mismo con Infinite después de lo bien logrados que quedaron los peleadores de Marvel vs. Capcom 3, con su aspecto tipo cómic. El remate fue cuando se anunciaron los combatientes que formarían parte del DLC del juego.

Decisiones polémicas que afectaron su desarrollo

Para mala fortuna de Capcom, los que eligió eran de los más esperados, y hubo quienes se quejaron de más porque no se incluyeran de base en este título. A pesar de lo anterior, se pensó que el juego vendería bien, en especial porque las películas de Marvel no dejan de salir. Pero en realidad no fue así. La primera señal de que las cosas no marchaban bien fue su debut en Reino Unido.

Marvel vs. Capcom: Infinite apareció en el Top 20, pero apenas en el sitio 16. En Japón también le fue mal, aunque en Estados Unidos se colocó en sexta posición de su mes de lanzamiento. Así que el panorama no fue tan negativo. Sin embargo, nadie anticipaba los resultados del más reciente reporte financiero de Capcom. El juego apenas ha vendido un millón de unidades a nivel mundial.

Como pinchar un caballo muerto con un palo

Esto no sería tan malo, de no ser porque se habían proyectado dos millones. A todas luces, Capcom erró mucho en sus cálculos. El remate se dio precisamente el día de ayer, cuando se reveló que el juego no estaría disponible en el EVO 2018. El que un título tan reciente de parte de esta compañía no esté contemplado para un evento tan importante es señal de la poca aceptación que ha tenido.

Lo más irónico es que Marvel vs. Capcom: Infinite no es un juego malo. Pero si fue pésimamente manejado por sus creadores. Se ve muy complicado que recupere el terreno perdido, y mejor sería que Capcom pensara en otra cosa. Pero eso sí, aprender los errores para ofrecer algo que de verdad valga la pena en el futuro.

Por cierto… ¡que mala edición de colección, con huevos Kínder Sorpresa en lugar de Gemas del Infinito!