No es el juego de Contra que merecemos, es el que podemos tener
Mentiría como Pinocho si digo que no me divertí jugando Contra: Rogue Corps. Incluso hay un Jugando De la Bits donde salgo con Mariana Maus y su expresión no es la más amigable de todas. La verdad es que el juego tiene una apariencia mediocre y por muchos momentos, pretenciosa, sin embargo, conforme avanzaba, le encontraba algo ‘emocionante’ o ‘entretenido’.
Ahora, esto no es ninguna justificación, como lo digo en el título de esta reseña, se trata de un gusto meramente culposo que de verdad no puedo recomendar a nadie porque se que se trata de un juego feo, con valore de producción muy baratos, pero, de menos, cuenta con el espíritu para jugarlo durante un buen rato. ¿Cuál es el problema de Contra: Rogue Corps? Ser tan pretencioso en más de una ocasión.
Konami intentó traer de nueva cuenta una franquicia muy querida entre los fans a los títulos plataformeros y fracasó en el intento. Ahora es el momento de decirte por qué y también cuáles fueron los aciertos detrás de esta propuesta pues, por algo, es un juego que te pude generar una sonrisa.
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Contra: Rogue Corps es un juego divertido a pesar de sus problemas
Contra: Rogue Corps es un título que funciona con los gatillos del control y los dos sticks del control… Sí, justo como en Alienation, juego desarrollado por Housemarque (Resogun por si no los recuerdas). Tienes un par de armas, una que funciona como la principal y otra con un poder más letal, pero, con una cadencia menor. Puedes saltar, también realizar un desplazamiento rápido que te permite evitar los ataques enemigos y un salto ‘haciéndote bolita’ como en los demás juegos de la serie. Lo importante es que, cuando se te calienta un arma, debes dejarla descansar, aparte de que no todo el armamento es eterno.
Ahora, puedes elegir a cuatro personajes distintos, cada uno con su respectiva personalidad. Sus mejoras corporales están muy relacionadas con su apariencia y con sus poderes especiales, los cuales se ejecutan cuando llenan una barra durante los combates. La variedad en cada uno de estos mercenarios ofrece habilidades y armas suigéneris que son clave para poder avanzar durante cada uno de los niveles.
Sus enemigos son ciertamente genéricos y repetitivos. Esto podría ser muy malo, pero, así son los ‘chicos malos’ dentro de esta clase de juegos. ¡Vamos! Así ha sido la serie desde su concepción. Alienígenas por todos lados que se mueven sin mucha idea y a la vez son muy molestos, especialmente cuando se te amontonan. De ahí salen robots o mutantes enormes que cuestan un poco más trabajo y que comprueban que la dificultad no es tan mala.
El panda, la mujer con un alienígena en el estómago, el mutante y el soldado genérico que es ‘muy macho’, son el tradicional cliché que, de verdad, ofrece cierta genialidad. Tal vez su atractivo no es tan ‘japonés’ como muchos usuarios hubieran deseado. Ahora, este es un apartado meramente subjetivo y lo que me parezca atractivo a mí, tal vez a ti no te agrade. Solo diré que tal vez la dirección de arte, la cual es muy de cómic norteamericano, pudo haber tenido un tratamiento mucho mejor o, tal vez, distinto.
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Mecánicas de juego muy rebuscadas para un juego que siempre ha sido muy sencillo y básico
Una de las cosas que vuelven grade a la serie de Contra es que solo hay que ir adelante, aprovechar los elementos extras que mejoran las armas y esas bombas que limpian la pantalla. Sí, la serie ha tenido varios ajustes en su apariencia y en algunas mecánicas de combate, pero, la idea seguía siendo muy básica. Contra: Rogue Corps se vuelve muy complejo desde los primeros minutos en que dispara y asume una actitud pretenciosa pues la progresión es demasiado ‘elegante’ para lo que debería de ser.
Primero que nada, disparar y usar los dos sticks análogos vuelve la experiencia de juego un tanto complicada debido a que a vista es isométrica y necesitas que el personaje dispare en todas las direcciones. Esto se entiende, pero, la ejecución es un tanto molesta y la curva de aprendizaje a la hora del control del juego es muy pronunciada. Contra: Rogue Corps debería ser mucho más sencillo y claro con su premisa. Ahora, tras su complejidad también es posible encontrar un poco de atractivo, especialmente cuando estás mejorando a los personajes.
Verás, conforme avanzas en el juego, encuentras dinero y, también muchos materiales que sirven para desarrollar y comprar equipo nuevo el cual va a mejorar tu rendimiento durante las partidas. Ahora, el problema de este apartado es que también se vuelve muy profundo, pero en un modo bastante inútil que no tiene mucho chiste. ¿Para qué hacer tan complicado a Contra: Rogue Corps? ¿Cuál era el objetivo?
A esto debo añadir una especie de hub en el cual compras objetos, practicas tu puntería y vas viendo el desarrollo de la historia, el cual tiene un encanto medianamente aceptable.
El diseño de niveles en también queda mucho a deber
Bueno, el movimiento de los personajes y cómo apuntas a los enemigos en Contra: Rogue Corps no es una tarea nada sencilla, sin embargo, debería hacer juego en cada uno de los niveles, ¿no? Lamentablemente, en vez de darle lógica a la dificultad, tenemos espacios mal empleados y una calidad de juego bastante pobre. En un momento, estás en una vista isométrica la cual es perfecta para cuando estás en el multijugador, tal como sucede con Marvel Ultimate Alliance, pero, cuando tienes al enemigo de frente, las cosas se ponen tediosas.
Combinar mal movimiento de los personajes, diseño de niveles pobre y mecánicas de juego de muy bajo nivel, tienes al final juego pobre que nadie debería jugar, sin embargo, hay algo que te va a entretener mucho tiempo. Las persecuciones son entretenidas, especialmente cuando las hordas de los enemigos ya están a punto de acabar contigo.
La campaña tiene cosas irreverentes y eso ayuda a que la experiencia de juego sea mucho más pasable, pero hasta ahí.
Entonces… ¿Dónde está la diversión en Contra: Rogue Corps?
Bueno, la verdad es que el juego es tedioso, su diseño es bastante pobre y, a final de cuentas, lo espectacular es lo que brilla para que sigas jugando Contra: Rogue Corps. Cuando más a volar a un enemigo, cuando lo rebanas mientras está mareado, los movimientos especiales… Todos esos momentos son lo que valen y te hacen sentir que tal vez el juego vale la pena.
Fuera de esto, de verdad, no tiene mucho caso ir tras de Contra: Rogue Corps, especialmente porque es un título un poco pobre con un modo multijugador que no termina de funcionar y, por supuesto, un diseño que deja mucho que desear. Tienes que ser muy fan de Contra para ir tras él y nada más.