Cuando comenzaron a mostrarse los estragos del aislamiento, debido a la pandemia, recibimos una sorpresa: países e instituciones felicitaban a los gamers por quedarse en casa. ¿De dónde vino esa perspectiva positiva?

Los videojuegos usualmente son blanco de prejuicios por parte de conocidos y extraños, quienes se empeñan en convencernos de que no obtendremos ningún beneficio, dado lo ‘nocivo’ que puede llegar a ser nuestro pasatiempo.

No obstante, es cada vez más frecuente obtener evidencia que indica lo contrario, los videojuegos pueden ofrecernos una amplia variedad de beneficios, que van desde olvidarnos del estrés por un momento, a estimular nuestro cerebro o proporcionarnos el apoyo emocional que necesitamos.

En otros especiales hemos hablado de cómo estos títulos son, por increíble que parezca, buenos para nuestra salud mental y para nuestras habilidades sociales.

Pues incluso para una persona con ansiedad social es mucho más sencillo comenzar a hablar con personas en línea, y después dar el salto a interacciones frente a frente.

No obstante, solía ser muy complicado explicar (o que nos hicieran caso) este tipo de situaciones a personas a las que no les interesan los videojuegos.

¿Ahora sí? La pandemia y la cuarentena nos han hecho ciudadanos modelo

Y a pesar de la terrible situación sanitaria por la pandemia global de coronavirus, este pasatiempo ha encontrado una especie de redención en algunos casos.

A manera de broma se ha comentado mucho que quienes antes éramos ‘unos vagos o sin vida social‘, ahora somos ‘ciudadanos modelos por no salir de casa y jugar‘.

La verdad es que quizá nosotros sí estemos pasando esta situación bajo menores niveles de estrés, por el tipo de pasatiempo que tenemos.

Muchos de nosotros hemos visto esto como una oportunidad para terminar títulos que teníamos pendientes, o para reconectar con esos amigos en línea que hace mucho no veíamos.

Y de la misma manera, las personas a nuestro alrededor han atestiguado que tal vez… después de todo, los videojuegos ‘no son tan malos’, por lo que ciertos prejuicios comenzaron a tambalearse.

Jugar es bueno: Lo dijo la OMS

Todo comenzó con una campaña conjunta entre varias marcas de videojuegos, entre las que se incluyen Twitch y Activision Blizzard bajo la etiqueta #PlayApartTogether.

Cuya premisa es la de seguir conectando a las personas durante el aislamiento por la pandemia.

Y si bien la OMS dictaminó que la adicción a los videjuegos podía ser considerado un desorden mental, esto en mayo de 2019, el actual director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus le agradeció a la industria del gaming por su iniciativa.

Y por instar a las personas a quedarse en casa hasta que todo termine.

Esto también lo recalcó durante un comunicado emitido el 20 de marzo, pues la preocupación por la salud tanto física como mental es una cosa seria.

Aunque parezca que las cosas van bien, todos estamos sometidos a un estrés nuevo y a un estilo de vida distinto e impuesto.

Es por ello que cosas como comer saludable, y practicar actividad física son muy importantes.

Aunado a ello, la salud mental también puede sufrir tropiezos, un gran número de personas podría experimentar ansiedad o depresión. Y es ahí donde nuestros pasatiempos pueden salvarnos:

‘Cuida tu salud mental. Es normal sentirse estresado, confundido y asustado durante una crisis.

Escucha música, lee un libro o juega un videojuego‘, señala en una parte el comunicado.

Este tipo de actividades pueden ayudar a mantenerte ocupado y al mismo tiempo liberar estrés, un mecanismo excelente para sobrellevar estos tiempos.

El entretenimiento también nos está ayudando a resistir

Los videojuegos no han sido el único nicho del entretenimiento que se ve desde un lente diferente, pues en realidad, parte de la población se ha hecho consciente de que gracias a elementos que antes se consideraban ‘inútiles’, es que están manteniendo su cordura.

Como es el caso de los libros, las series, las manualidades, incluso el más mínimo pasatiempo le está dando una estructura a nuestras vidas en momentos de caos como en el que vivimos.

La pregunta es, si cuando todo esto pase, las personas mantendrán esta nueva perspectiva adquirida, o volveremos a los prejuicios de siempre, especialmente con los videojuegos.

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