Ya se habla de una penalización que sí atentaría contra la libertad de expresión
Una vez más, los videojuegos y la violencia vuelven aparecen en la misma oración pues en Brasil, el diputado Junior Bozella del Partido Social Liberal acaba de proponer ante la Cámara de Diputados que sean criminalizados los videojuegos violentos.
Como era de esperarse, este diputado pertenece al partido del actual presidente de Brasil, Jair Bolsonero, quien es considerado un tipo con un pensamiento político alineado con la extrema derecha.
De acuerdo con el documento presentado por Junior Bozella, esta iniciativa busca criminalizar y penalizar la importación, venta, préstamo, alquiler o disponibilidad de videojuegos con contenido que incite a la violencia.
En caso de ser aprobada, esta ley haría que los infractores enfrenten entre tres y seis meses de cárcel o, en su defecto, cumplan con una multa que les brindaría cierta libertad. Ahora bien, llevar esto a Internet provocaría penas mucho más pesadas.
Junior Bozella declaró que los juegos con contenido violento como GTA V, PUBG, Apex Legends, God of War o Fortnite son los responsables de la mala conducta en los jóvenes, además de la delincuencia.
Esto también provocaría un cambio en el Marco Civil de Internet pues las tiendas que vendan aplicaciones o juegos deberán eliminar las ofertas de contenido que sea extremadamente nocivo para la juventud.
Así como sucede con otros proyectos de ley, esta nueva propuesta debe ser discutida para su aprobación por el presidente de la cámara, Rodrigo Maia y después votada por los diputados. Vale la pena recalcar que este individuo es parte del Partido Demócrata, es decir, de la oposición, así que es probable que tal vez detengan la propuesta.
No es la primera vez que los videojuegos están en la mira de los políticos, especialmente aquellos que tienen una temática violenta. El Presidente Trump se reunió con miembros de esta industria en los Estados Unidos para discutir sobre este tema.
En México, durante 2018, volvió a surgir una vez más el tema de la sobre la clasificación de videojuegos cuando se aprobó una regulación ante la cámara de diputados.