Una investigación realizada por la Society for Research in Child Development revela que los videojuegos pueden afectar a las niñas más que los niños.
Los resultados de este estudio de seguro generarán ámpula en muchas personas.
Por lo general, la idea de que la violencia en los videojuegos afecte a los jugadores cada vez se deja más a un lado. Los análisis al respecto no parecen reflejarlo.
Pero lo que les traemos ahora tiene un sentido diferente. Tal parece que los títulos normales no tienen efectos negativos en los niños… pero en las niñas podría ser que sí.
Los videojuegos influyen en niños y niñas de forma diferente
¿Caramba, cómo es eso? Se trata de una investigación realizada por la Society for Research in Child Development. El estudio en cuestión era para descubrir el efecto de los videojuegos en el desarrollo de los infantes.
Se llevó a cabo en Noruega con 873 pequeños oriundos de ese país y se llevó a cabo durante seis años. Inició cuando ellos tenían dicha edad y terminó en doce.
Este estudio incluyó cuestionarios para padres y maestros. Arrojó una serie de interesantes resultados, pero quizá los que más destacaron fueron los relacionados al desarrollo social de chicos contra chicas.
Supuestamente, el que corresponde a los niños no fue impactado por los videojuegos. Pero las niñas que gastaron más tiempo jugando mostraron habilidades sociales más débiles cerca de dos años después.
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Los chicos con algo de peso son mas atraídos por los juegos
Otra cosa que descubrió el estudio es que los chicos con más alto BMI (índice de masa corporal) son más propensos a acercarse a los videojuegos para satisfacer su necesidad de pertenencia.
No obstante, también afirma que los niños con un BMI más alto tienden a tener problemas para desarrollar habilidades sociales en general. Tal vez los extremos siempre son malos, como casi siempre sucede.
Lo que si parece claro es que parece haber una conexión entre los juegos y la forma en que evolucionan las relaciones con otras personas. Lo que no se saca en claro es por qué afecta más a las niñas que a los niños.
Ahora, algunos ponen en duda el estudio porque la muestra de población elegida, casi 900 chicos, es ciertamente muy pequeña. Si hubiera sido más grande los resultados hubieran sido más concluyentes.