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La tarjeta de video de Nvidia tiene un precio muy atractivo para todo lo que ofrece, sin embargo, un equipo modesto podría entorpecer su rendimiento

Cuando los representantes de Nvidia me hablaron por primera vez de la tarjeta GeForce GTX 1660 Super pensé que solo se trataba de un dispositivo barato para que los entusiastas de los equipos económicos se lanzaran a comprarla con la promesa de obtener alta calidad gráfica. El razonamiento común dudaría de este precepto, especialmente cuando sabemos que la línea premium de tarjetas de video son las que valen cumplen con tal promesa.

GeForce GTX 1660 Super

Sin embargo, tenerla en acción fue algo que me abrió los ojos, especialmente cuando yo cuento con un equipo que necesita actualización si es que quiero mejorar mi experiencia de juego en PC. Claro, dicen que, si juegas en una computadora, lo mejor es que aspires a 4K y un freshrate de más de 120mhz, pero, eso es caer en un debate ocioso y lo que deseas en todo momento es la estabilidad que una consola no te puede dar.

Ya tuve la oportunidad de probar una tarjeta Nvidia RTX con juegos pesados, pero, que sufrían por el cuello de botella ocasionado por procesador Ryzen 5 de 4 núcleos corriendo a más de 3 Ghz. En general, la experiencia de juegos siempre fue a 60 fps y 1080p, pero, con inconsistencias. ¿Qué me sucedió utilizando la GeForce GTX 1660 Super que viene con dos ventiladores para atender mejor su procesamiento?

La GeForce GTX 1660 Super pude hacer el trabajo, siempre y cuando tu equipo ponga de su parte

Mi caso es muy particular; hasta el momento, en mi equipo que cuenta con una Nvidia GeForce GTX 1050ti y un procesador Ryzen 5 de cuatro núcleos a 3.2 Ghz. Eso, hace 3 años sonaba a algo cumplidor: 1080p y poco más de 30 cuadros por segundo. Incluso sufría con juegos como Star Wars Battlefront II, pero, de ahí no pasaba. Todo lo ‘consolero’ lo corría bien y lo de Game Pass también, pero faltaba más estabilidad.

Cuando tuve la posibilidad de probar la GeForce GTX 1660 Super me di cuenta de lo que una buena tarjeta de video puede hacer sin la necesidad de caer en la costosa pretensión que no está al alcance de algunos usuarios. Cuando vi en acción esta tarjeta de video, noté que el usuario tenía un equipo 100% de gaming pues el procesador era de ocho núcleos y no era tan viejo, es decir, era una configuración apropiada.

GeForce GTX 1660 Super

Lo que me pasó a mi fue algo realmente básico; los juegos más exigentes se configuraban a todo lo que daba porque el software de Nvidia es muy preciso y lo acomoda de acuerdo con la GeForce GTX 1660 Super, sin embargo, parece que se le olvida que mi procesador tal vez no es tan eficiente o que mi instalación de Windows ya está algo castigada y medio se arregla con cada parche.

A final de cuentas, todo lo tenía configurado en alta, pero el rendimiento no era tan bueno. Claro, lucía muy bien, pero, de pronto veía como el juego se sentía castigado y el resultado no era el mejor.

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¿Cómo nos fue con la nueva tarjeta de Nvidia?

El primer juego que probamos con el RivaTuner Statistics Server fue el siempre elogiado y nunca igualado Gears 5. En el framento que te muestro a continuación, el contador se mantiene en 60 cuadros todo el tiempo, lo cual significa que, con todo y los obstáculos, el juego de The Coalition corrió bien.

Ahora, no todo fue miel sobre hojuela porque también sufrí con algunos durante esa partida una caída que llegó a los 50 cuadros por segundo, lo cual no fue tan grave,

Esto fue lo que la GeForce GTX 1660 Super podía hacer con Gears 5, ¿qué hay de otros juegos? Bueno, veamos una pésima sesión de juego de Star Wars: Battlefront II de Electronic Arts, título que por más optimizaciones, requiere mucho poder.

Bueno, con los ajustes correctos, se puede estabilizar sin problemas Star Wars: Battlefront II, sin embargo, no es por lo que te gustaría pasar cuando deseas que GeForce Experience haga ese trabajo.

Luego te muestro Fortnite, este caso es muy especial porque, de nuevo, GeForce Experience lo configuró casi todo en alta y el resultado no fue tan estable como hubiera imaginado, pero, no por eso, menos digno.

Ya para finalizar estas pruebas, te muestro una partida de Overwatch donde la mayor parte del tiempo, el juego se sostuvo en los 60 cuadros por segundo. Claro, no es un título tan exigente, pero, está bien hecho y las únicas caídas de cuadros por segundo ocurrían durante animaciones fuera de juego que no afectaban la experiencia.

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Next Gen, streaming, la GeForce GTX 1660 Super puede hacerlo

¿Eres creador de contenido? Aparte de un buen procesador, tu PC requiere una tarjeta de video que más o menos pueda con la carga de capturar clips de juego, fotos, y hacer cientos de monerías más. Si combinas GeForce Experience con la GTX 1660 Super vas a notar una experiencia superior y vas a poder compartir contenido a cuantas redes sociales gustes.

¿Cómo nos fue con la tarjeta mientras hacíamos stream? Bueno, nosotros utilizamos el software de OBS y con eso nos las arreglamos. Pusimos en acción GTFO, un juego ciertamente pesado que no nos dio tanta lata gracias, en gran parte, al buen rendimiento de la tarjeta de video.

¿Deberías ir detrás de la GeForce GTX 1660 Super? Vale la pena, especialmente porque sí existe una mejora entre esta edición y la 1660 normal. La inversión no es tan alta para un equipo de esta clase, la cuestión es que tal vez no encuentres esta pieza en estos momentos.

Recuerda que la tarjeta sola no te hará el milagrito, también vas a necesitar, de menos, un procesador de ocho núcleos para que no caigas en cuellos de botella. A eso añade de menos 16 GB de RAM para que puedas disfrutar de toda la arquitectura que esta tarjeta de video de Nvidia puede ofrecerte.