Attack on Titan se convirtió en un fenómeno global de la animación japonesa
Es 2021 y Shingeki No Kyojin es la serie de animación japonesa más popular del momento. Cada domingo, millones de espectadores están al pendiente para ponerse al día, al menos en lo que a anime se refiere. La serie no es perfecta, claro. Tiene fallos en cuanto a concepto, pero es innegable que resuena ampliamente entre la fanaticada.
Existen series de anime cuyo encanto puede explicarse en Japón, pero es difícil de exportar. Una producción como One Piece, legendaria a nivel mundial, no tiene el mismo arrastre fuera de su país de origen. Incluso se ha llegado a dar el caso contrario, con proyectos como Fire Force o Las Aventuras de Fly, cuyo impacto es superior en occidente.
Attack on Titan, por tanto, cuenta con elementos clave que han hechizado al público. No es un tema sencillo de poner sobre la mesa, pero es claro que Hajime Isayama dio en el clavo en más de una cuestión.
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Shingeki no sólo se trata de la muerte
Hemos visto, a lo largo de las temporadas de Attack on Titan, muertes escabrosas. Algunas de las más recientes han roto el corazón de los fans. Es cierto que dejar en claro la muerte como una consecuencia factible de las acciones que realizan los personajes, da un sentido de madurez. Pero no se limita sólo a eso.
En otras series, como Dragon Ball Z, la muerte es un dispositivo en la trama para exponer dramatismo, mas no un límite a las acciones de la misma. En Shingeki se presenta, sin embargo, como un acontecimiento a evitar. No se vuelve de la muerte. La pérdida es definitiva. No sólo para los personajes, sino para los fans.
Existen autores como George R. R. Martin que, con el tiempo, llevaron al exceso este tropo, lo cual empeoró con el pésimo guión en las temporadas finales de Game of Thrones. La muerte dejó de ser una consecuencia y comenzó a ser un recurso para añadir drama y shock sin mucho costo, al punto de que, al inicio de cada temporada, se armaban quinielas respecto a quién iba a morir. Shingeki no ha caído tanto en esta tentación.
La humanidad contra su destino
Para mucha gente existen simbolismos políticos y raciales diversos, especialmente en un país cuya cultura es supremacista por tradición. Es un tema polémico que, sin embargo, pasa por debajo del radar para buena parte del público occidental. Lo que sí llama la atención es que, al final, existe una simbología universal y una narrativa ante la cual casi cualquiera responde: el de la humanidad enfrentando su final o su siguiente fase.
Los titanes no sólo son una amenaza para la supervivencia humana. También se dejan ver como una etapa a la cual la humanidad puede aspirar, aunque sea en una faceta oscura y corrupta. En una era donde el futuro es incierto, desde lo social hasta lo económico, el ver en una serie cómo se encara este porvenir atrapa la atención del espectador.
La temporada reciente de Shingeki no Kyojin incluso habla sobre la corrupción entre los salvadores de la humanidad. Una premisa similar a la de ‘¿quién vigila a los vigilantes?’, que con excesos en la política y la justicia, a más de un espectador le resulta ampliamente cercano. El poder corrompe, pero también la necesidad de sobrevivir.
La respuesta está en el sub texto
Diversos autores han encontrado referencias al ajedrez, al tarot, a la mitología o hasta las ideas políticas particulares en distintos puntos de la trama o sus personajes. Sin embargo, su significado hasta el momento no trasciende más allá de eso: referencias.
Más que una generar un sentido, son herramientas para ayudarse a crear un nuevo contenido a través de conceptos existentes y universales. ¿Por qué entonces es un elemento que ha ayudado a que la serie tenga mayor impacto?
Es simple: la experiencia de mirar un episodio, para muchos fans, no termina en saber lo que acontece en pantalla o en las páginas del manga. Más bien es acudir a las referencias y descubrir qué elementos inspiraron a un autor en particular a generar los detalles de una trama única.
Podemos hacer un espejo en Evangelion y su marejada de referencias a diversos detalles religiosos o filosóficos. Si bien en su mayoría no pasaron de referencias, sin una conexión más profunda que servir como auxiliares, animaron a los espectadores a buscar significados ocultos en la experiencia. Esto pasa, de forma menos directa, con Shingeki no Kyojin.
Attack on Titan: Arte bien utilizado
La animación puede ser polémica, igual el diseño de personajes. Pero no deja de ser una realidad que su hechura es llamativa para los fans. Las escenas de acción son ampliamente atractivas para el espectador que se crió con obras shonen. No digamos lo exitosa que ha sido la música, al punto de utilizar la palabra ‘Sasageyo‘ como una contraseña entre iniciados.
No se limita la apuesta a un recurso o a un momento. Se tiene claro, desde el principio, que esta serie tendría un éxito eventual. Le brindaron artísticamente todas las facilidades y, por ende, los fans respondieron. Sirviendo, claro, a que Occidente descubriera un contenido adictivo que ha resultado en un fenómeno global poco visto.