Un intento al que le faltó más trabajo para traer de vuelta al futbol callejero
A pesar de que no soy muy fan de los deportes en la vida real, sí soy muy fan de los videojuegos tipo arcade, y aunque Street Power Football tiene buenas intenciones, queda más a deber.
Los juegos deportivos no tan realistas siempre han existido, y si bien algunas marcas como FIFA y NBA han dejado claro cómo debe moverse el terreno, ni ellos mismos han logrado replicar sus primeras hazañas (especialmente FIFA con la serie Street).
Street Power Football, para mí, fue un rayo de luz entre toda la ola de títulos triple A, al menos, hasta que pude tenerlo en mis manos, pues cuenta con muchos puntos débiles que lo convierten en una experiencia no tan grata.
Un juego que demuestra que no todo en el futbol es meter goles
Sí, quizá suene raro, pero al estar enfocado en un modo de juego “más libre”, se encarga de recordarte de manera constante que no todo en este deporte es meter goles.
El futbol callejero es más que eso, y afortunadamente, logran trasladar toda la experiencia de los títulos del género con muchos apartados del juego, como los gráficos, el ambiente y la música.
Es increíble el trabajo que realizaron para que cada personaje, locación, tiro de habilidad se sientan tan en armonía, sin embargo, en algunas ocasiones (spoiler, más veces de las que debería), las físicas juegan mucho en nuestra contra.
Profundizaremos más adelante. Siento que, a mi experiencia, meter goles es lo menos importante aquí, sobre todo por la cantidad de trucos que puedes hacer para humillar a tu rival.
Si de plano quieres pasarte de listo con alguien, tienen un modo para ello: Panna, donde deberás seguir una serie de instrucciones en la pantalla para hacerle un tunelito a tu contrincante, directo hasta el fondo de su dignidad.
Los modos de juego son variados y te darán variedad para entretenerte por algunas horas:
- Historia: Conviértete en el Rey o Reina de la Calle, de la mano Sean Garnier, profesional del Freestyle
- Trickshot: Crea tiros fuera de la realidad para sumar puntos
- Street Power: Partidas 1 vs 1, 2 vs 2 y 3 vs 3 en la cámara de la muerte
- Freestyle: Acrobacias y futbol ¿Para qué quieres más?
- Panna: El verdadero duelo de titanes 1 vs 1, el primero que humille al otro gana
Sólo como mención, está cool la inclusión de Sean Garnier, pero qué mal trabajo con la pantalla verde.
Un género al que ni el mismísimo rey ha podido volver
Las comparaciones son malas, pero hasta cierto punto, necesarias. Street Power Football carga con el estigma de compararse con FIFA Street, y con buenas razones.
Si bien EA logró poner la vara muy alta para todos aquellos que quisieran desafiarla, es una que hasta la fecha ni ellos mismos han podido superar.
FIFA 20 existe, se juega bien, es bonito y hasta ahí, porque Volta ni siquiera se le acerca a la grandeza del spin off Street.
En el caso de Street Power Football, era un buen candidato para devolvernos a aquellos días, sin embargo, sus problemas de programación le meten el pie a la hora de anotar el gol.
Las físicas por momentos -casi todo el tiempo- son demasiado traicioneras, a tal grado de transformar la experiencia de juego en algo frustrante, y si a eso le sumamos los controles y la cámara, mejor ni hablamos.
Los duelos de 3 vs 3 no se pueden disfrutar debido a esto, especialmente contra el CPU, que demuestra tener la inteligencia artificial de dos nueces ¿Lo bueno? Estos matches también se pueden jugar contra otros humanos.
Los modos de juego que puedo rescatar son Panna y Trickshot, donde pasé la mayoría del tiempo por lo divertidos que son, lástima que no pueda decir esto del resto del juego.
En conclusión
Street Power Football tenía todo para ganar: una buena banda sonora como defensa, en la delantera un apartado gráfico caricaturesco y callejero, pero las físicas y controles fueron como un portero de la Selección Nacional Mexicana atajando goles en un Mundial.
Todavía falta mucho contenido por llegar, y esperamos que logren mejorar la experiencia con las actualizaciones futuras.
Esta reseña fue realizada en Xbox One.