Una interesante propuesta que intenta mezclar lo mejor de dos mundos
La industria de los videojuegos puede llegar a ser bastante agresiva, pues los gamers piden constantemente el desarrollo de nuevas propuestas que lleguen a refrescar los géneros ya existentes.
En 2019 V1 interactive anunció la llegada de Disintegration, un juego que prometía traer todo un concepto original a consolas, pues mezclaba elementos de un juego de estrategia en tiempo real con las bondades de un shooter.
Este título se lanzó oficialmente en junio de 2020, y aunque su concepto es muy original, no fue aterrizado de la mejor forma.
Cuando la estrategia y la acción se unen
Regularmente los juegos de estrategia se basan en el despliegue y gestión de unidades, mismas que se encargan de hacer todo el trabajo; sin embargo, Disintegration es diferente.
En este título tomas el control de Romer Shoal, un piloto de Graviciclo, una aeronave desde la cual puedes comandar a un pequeño escuadrón de soldados robóticos.
Este vehículo cuenta con diferentes tipos de armamento y habilidades de soporte, las cuales son vitales para mantener a tus guerreros con vida.
Tu misión será posicionar adecuadamente a tu escuadrón y elegir las habilidades que usan en el momento pertinente, no obstante, también puedes tomar un rol activo al disparar a los objetivos.
Este pequeño cambio en la ecuación logra que los enfrentamientos estén llenos de acción, y que tus decisiones deban ser tomadas sobre la marcha y en cuestión de segundos, a menos que quieras perder a tus unidades.
Disintegration muestra un futuro nada prometedor
Disintegration nos transporta 150 años en el futuro, y como ya te imaginarás, la vida se ha puesto muy difícil para los humanos.
La sociedad dejó de ser funcional debido a que los recursos naturales disminuyeron, y por ello, un grupo de científicos crea el llamado proceso de integración.
Este procedimiento logra transferir la consciencia humana a cuerpos robóticos, los cuales no necesitan comer o beber, pero las cosas se complican cuando un grupo radical llamado ‘Rayonne’ inicia una cruzada para forzar la transformación de todos los habitantes.
Es aquí donde tu grupo de forajidos toma un papel vital, ya que a pesar de de resistirse en un principio, terminan siendo parte de la lucha en contra de los villanos.
La Tierra sigue siendo hermosa, a pesar de su decadencia
Aunque en el universo de Disintegration todo es caos, el planeta sigue brindando hermosos paisajes que vale la pena detenerse a contemplar.
Es cierto que este juego no tiene los mejores gráficos de la generación, pero el diseño de los escenarios es bastante decente, sobre todo con los entornos.
En este título puedes encontrar imponentes paisajes montañosos o avanzadas y grises ciudades, las cuales siguen mostrando una compleja composición.
Por desgracia, la calidad de las texturas no es la más adecuada cuando miras con atención, pero se mantiene en un terreno aceptable.
No es el mejor RTS, ni tampoco el mejor shooter
El prometedor planteamiento de Disintegration termina cayéndose una vez que se pone en acción, ya que no cumple lo suficiente como juego de estrategia ni como shooter.
El principal problema radica en el manejo de unidades, ya que estas cuentan con un movimiento libre a pesar de las órdenes que reciban.
Es decir, que si les ordenas moverse a un punto estas se dispersarán rápidamente, poniéndose en riesgo de muerte.
En niveles bajos no representa un gran problema, ya que puedes compensar su desorden centrando tu fuego en otros enemigos, pero en dificultad alta esto te hará fallar muchas veces.
Esta falla se puede hacer menos grave conforme mejoras a tus unidades, aunque esto implica explorar bien cada mapa para encontrar partes.
Por otro lado, el daño que infliges desde tu graviciclo no es suficientemente alto como para acabar con oleadas de enemigos, así que regularmente recibirás más daño del que puedes hacer.
Por estas razones, Disintegration se queda a medio camino entre un RTS y un shooter, sin lograr ejecutar de forma correcta sus planteamientos.
Lo más rescatable de Disintegration es el multijugador
Aunque el modo campaña nos dejó un sabor agridulce, se compensa muy bien con el multijugador, ya que está cargado de emoción pura.
Por el momento hay tres modos de juego: Coleccionista, en donde tu misión es juntar la mayor cantidad de recursos; Control de Zona, el cual consiste en controlar puntos; y Recuperación, en donde tendrás que entregar items en puntos específicos.
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Aquí tendrás un poco más de libertad a la hora de enfrentar al enemigo, aunque déjame decirte que no te librarás de las lootboxes.
Afortunadamente, estas solo incluyen componentes estéticos, a´si que no debes preocuparte por el pay to win.
Un esfuerzo notable que no termina de aterrizar
La experiencia de juego propuesta por Disintegration es interesante y divertida, pero unas cuantas fallas logran que algunos niveles sean insufribles.
El control de unidades es muy poco preciso y su movimiento puede hacer que repitas una y otra vez el mismo punto sin éxito.
La clave está en ordenar repetidas veces el mismo movimiento, aunque esto podría dejarte expuesto.
Definitivamente hay que seguirle la pista a Disintegration, sobre todo si te gustan los RTS y los shooters sci-fi.
Esta reseña fue realizada en PlayStation 4.
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