En ella comentan cómo los padres podrían manejar el tiempo que sus hijos pasan frente la TV.
El Colegio Real de Pediatría y salud para niños de Reino Unido publicó una serie de recomendaciones a la hora de jugar videojuegos, para que los padres tomen mejores decisiones sobre las restricciones a sus hijos.
La publicación comenta que no hay suficiente evidencia de que la pantalla sea algo que afecte a los niños a ninguna edad, al menos no hay base científica que lo confirme. Pero no está de más tomar algunas precauciones a la hora de jugar para mantener un equilibrio en la vida de los niños.
La institución que reside en Reino Unido afirma que es imposible recomendar una edad apropiada y cuánto tiempo sería ideal jugar. Por eso, recomiendan que el tiempo que su hijo pasa en la televisión sea decidida dependiendo a las necesidades del niño.
Algunos padres aseguran que pasar mucho tiempo frente una pantalla puede provocar un aislamiento para el hijo, afectando gravemente actividades como la socialización, el sueño y el ejercicio físico, generando una calidad de vida menor para sus hijos haciéndolos más sedentarios.
También, el colegio británico recuerda a los padres que, tanto en los juegos como en los aparatos, el gaming cuenta con sistemas de certificación que se encargan, entre muchas otras cosas, de la clasificación. Esta es una invitación a que los papás se informen un poco más sobre el contenido de los juegos que compran para que sus hijos no estén en contacto con temas inapropiados para su edad.
El doctor Davie, encargado de la promoción a la salud en el Reino Unido, comenta que la tecnología ya es una parte imprescindible en nuestras vidas diarias. La prohibición del uso de ésta sólo provocaría que sus hijos sufran las consecuencias de la falta de información.
En conclusión, el estudio afirma a los padres que prohibir a sus hijos jugar o ver la televisión no es la solución. Más bien, ellos deben informarse más sobre el tema llegando a un acuerdo con sus hijos sobre el tiempo libre que tendrán para jugar, sin dejar de hacer sus actividades diarias y llegando a un equilibrio entre padres e hijos.