Nintendo tuvo una segunda oportunidad gracias a una luna de miel
Nintendo es una de las compañías de videojuegos más queridas entre los gamers, pue prácticamente sentó las bases para varios géneros que disfrutamos actualmente.
En los últimos años ha sido fuertemente criticada por no competir en potencia con consolas de otras marcas, y no solo eso, ya que también se le acusa de reutilizar con mucha frecuencia sus franquicias.
Sea como sea, esta empresa japonesa ya lleva 130 años en el mercado de los juegos, y aunque no lo creas, fue gracias a una boda que podemos disfrutar de todas sus obras en la actualidad.
Una dinastía que luchó para prosperar
Si eres un gamer de hueso colorado seguro sabrás que Nintendo no siempre fue una empresa dedicada a los videojuegos, pues en sus inicios centraba sus esfuerzo en producir cartas Hanafuda, las cuales seguro reconoces por sus diseños con flores.
Esta pequeña empresa familiar se fundó en 1889 gracias a los esfuerzos de Fusahiro Yamauchi, quien planeaba heredar este patrimonio de generación en generación.
Por aquellos años los varones eran los únicos que podían administrar los bienes familiares, así que las mujeres debían casarse para mantener sus herencias.
Tei Yamauchi fue uno de los miembros que más sufrió por estas costumbres, pues la heredera de vio obligada a casarse para mantener la compañía. Lamentablemente, su esposo era un completo patán.
La suerte parecía tener algo en contra de Tei, pues fracasó en la búsqueda de un hijo varón, dando lugar a dos hijas que, por desgracia, tendrían que sufrir su mismo calvario.
La mayor de ellas, de nombre Kei, sería quien cargaría la responsabilidad de buscar a un hombre con quien casarse para repetir lo que su madre había hecho, pero la suerte también fue malévola con ella.
El hombre con quien decidió casarse resultó ser aun más mujeriego que su padre; sin embargo, concibió a su lado a un varón que terminaría heredando el patrimonio familiar.
El pequeño creció con cierto resentimiento, pues el esposo de Kei colapsó ante las presiones y terminó abandonando a la familia.
Para este momento Nintendo ya se había convertido en una importante marca con oficinas alrededor de todo Japón; sin embargo, su influencia no evitó que sufriera los estragos de un conflicto bélico.
La guerra que casi nos deja sin videojuegos
1945 se convirtió en un año vergonzoso para la humanidad, pues las bombas de Hiroshima y Nagasaki destruyeron por completo estas localidades y mataron a sus pobladores.
Curiosamente, estos blancos fueron elegidos de entre varias opciones, entre las cuales se encontraban alrededor de 17 ciudades japonesas.
En aquel momento la oficina central de Nintendo, además de la mansión de la familia Yamauchi se encontraban en la ciudad de Kioto, una localidad que se había marcado como segundo lugar para el despliegue de armamento pesado.
Originalmente este esta localidad había sido seleccionada como objetivo prioritario a destruir por las bombas de Estados Unidos; sin embargo, los planes cambiaron de un momento a otro.
A pesar de haber recibido unos cuantos bombardeos, esta ciudad no había sido tan golpeada como Tokio, pero mantenía un importante cruce ferroviario que los aliados buscaban destruir.
La Boda que salvó a Nintendo
Una vez que el ejército de Estados Unidos había designado los posibles blancos para el ataque, la lista fue pasada a las manos de Henry L. Stimson, que en aquél momento ocupaba el cargo de secretario de guerra.
De acuerdo con escritos de Charles Cole, quien se desempeñaba como asistente en la misma dependencia, un día Stimson se le acercó para preguntarle si “si lo consideraría como un viejo sentimentalista si quitaba a Kioto de las ciudades objetivo para nuestros bombarderos”.
En circunstancias normales esta petición habría sido tomada como algo extraño, pero al contar con varios blancos entre los cuales elegir, no fue cuestionado.
Las verdaderas razones por las cuales Stimson pidió que Kioto no fuera víctima de ataques nunca fueron reveladas por el político; sin embargo, la evidencia apunta a que fue por un motivo sentimental.
Henry no había nacido en Japón ni había vivido en Kioto, pero este mítico lugar fue escenario de uno de los momentos más memorables de su vida. Su luna de miel.
De acuerdo con allegados al político, Stimson visitó en varias ocasiones esta ciudad y había quedado maravillado con sus monumentos, así que no soportó la idea de que fuera destruída.
¿Y si la bomba hubiera caído?
Es inevitable pensar en qué habría pasado si la bomba hubiera caído en Kioto, pero de acuerdo con algunos mapas revelados, el edificio de Nintendo habría quedado apenas fuera del rango de explosión.
Esto no sería garantía de superviviencia, pues existiría un 50% de probabilidad de salir con vida del incidente.
Además, quedaba la posibilidad de que el objetivo fallara como ocurrió en Hiroshima.
Si lo piensas con cuidado, es una gran suerte que un hombre cuya luna de miel le permitió enamorarse de Kioto, terminara ocupando una posición de poder que años más tarde le permitiría salvarla de la destrucción.
¿Conocías este momento de la historia?
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