No solo se trata del feminismo, a la audiencia china le molestaron todas las inconsistencias históricas
Mulán (2020) es el live action de Disney en donde nada salió como se esperaba, ni por parte de la productora, ni por parte de los fans.
Para empezar, el dinero recaudado es mucho menor al que se tenía esperado, pues esta producción de $200 millones solo recaudó $23 millones en su fin de semana de estreno en China, país al que iba dirigida esta cinta.
Y es que a la audiencia china parece que no le gustó nada de Mulán, a diferencia de otras películas, hay que considerar que Mulán es una figura histórica conocida en toda China, y de la cual los habitantes de ese país aprenden desde que son pequeños.
Pues en las escuelas se enseña la historia sobre la legendaria heroína que secretamente se hizo voluntaria en el ejército para tomar el lugar de su padre, de acuerdo al poema original de hace 1,500 años, la Balada de Mulan.
A lo largo de los años ha tenido múltiples interpretaciones, y su figura cobró fuerza este último siglo erigiéndose como un bastión del feminismo en China, así como un símbolo del agradecimiento de hijos a padres, e incluso como una figura de lealtad hacia el estado en tiempos más recientes.
Mulán como ícono feminista
Mulán en China es vista como una chica común, que puede ser cualquiera tú o yo, quien a través de su valor y perseguir sus ideales logra sus objetivos, metas que cumple tanto para ella como para su familia.
No obstante, en este live action la atención se enfoca en cumplir las virtudes (loyal, brave, true) únicamente para honrar a su familia, enfoque que justamente Mulán se cuestiona en la cinta animada.
Quizá lo que más molestó a algunas es que hacia el final de la película se hace alusión a la cuarta virtud ‘devoción a la familia‘, un valor tabú en China, pues es visto de manera negativa, ya que hace referencia a la sumisión de las mujeres ante los hombres.
Si esto fuera poco, las interacciones entre Mulán y la villana Xianniang dejan claro que para triunfar en la sociedad debes adaptarte ante un sistema patriarcal, pues esta hechicera se revela ante el Emperador, y Mulán rechaza su oferta con frases como ‘Conozco mi lugar‘.
Por cuestiones de este tipo, mujeres en China consideraran a Mulán (2020) como una cinta antifeminista.
De acuerdo con las académicas Sin Wen Lau y Shih-Wen Sue Chen:
‘En lugar de ser una historia de empoderamiento femenino, Mulán promueve la idea de que las mujeres deben poner a las figuras de autoridad masculinas antes que a ellas, solo así obtendrán reconocimiento‘.
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Esta adaptación no dio el ancho en ningún aspecto
El problema con el live action de Disney es que no encarna ninguna de las representaciones de Mulán, no solo es que sea antifeminista, de acuerdo con el crítico de cine Lu Hang (vía The New York Times):
‘La película presenta una versión imaginaria de China, y muchos en la audiencia no pueden aceptar esto‘.
Dentro del sitio de reseñas chino Douban varias críticas tienen que ver con las inconsistencias históricas, la inclusión de cuestiones mágicas como el ‘chi’ que usualmente se asocia con hombres, e incluso la falta de un apartado cómico, como el que brindaba Mushu.
En periódicos del país también se leyeron críticas como ‘La película es una mezcla de elementos orientales y símbolos vistos a través de ojos occidentales‘.
Se mire por donde sea algo es seguro: Mulán fue fracaso en China.