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Los participantes de la escena competitiva de las carreras de drones dicen hablan sobre su supuesto deporte.

Los Esports no son la única actividad lúdica en el mundo que busca integrarse al tema de ser reconocidos como deportes, las carreras de drones quieren ese reconocimiento y sus exponentes desean a como de lugar colocarlos como una propuesta seria y competitiva.

Debido a su atractivo tecnológico, los drones no solo son objeto de colección o de esparcimiento, también se prestan para tener competencias. Ahora, con la inversión y dedicación correctos, podemos ver la creación de una liga real donde los interesados y mejores exponentes puedan participar.




“La liga de carreras de drones es un deporte. Somos una liga. Hacemos una temporada anual. Tenemos un sistema de reglas claro y un sistema de puntuación”, dice Nick Horbaczewski, fundador y CEO de la Drone Racing League (DRL) en una mesa de negocios en Las Vegas. La DRL ya cuenta con un acuerdo con ESPN y su liga está lista para llevar el deporte a todos lados, y en cuestión de minutos.

Las carreras de drones se han hecho virales a través de videos que comparten en Facebook. Su atractivo y velocidad lo hacen un producto futurista que muchos imaginaron hace 10 o 20 años. Su aparición llega en un momento muy bueno, especialmente cuando los videojuegos y sus competencias también reciben una exposición parecida a través de contenido alternativo como ESPN 3, lugar donde es normal ver duelos de League of Legends, PUBG y Heroes of The Storm.

Lo primero que podríamos señalar es que las carreras de Drones deberían tener un tratamiento parecido al de las competencias de Fórmula 1, pues no solo se trata de tomar al dron y manejar, debe existir un equipo de investigación y desarrollo encargado del mejor desempeño posible del “mal llamado juguete”.

En 2018, las carreras de drones enfrentan un nuevo problema: está creciendo en popularidad, pero aún no es una carrera viable. En este momento, la escena de base es tan próspera como siempre, pero la cantidad de pilotos que se ganan la vida volando sigue siendo lamentablemente pequeña. Solo el ganador de la DRL tiene un contrato de seis ceros y los demás competidores deben tener un segundo empleo para poder vivir.

¿Qué sucede entonces con este deporte nuevo? Claro, si es que se le puede llamar así. Necesita con urgencia apoyo de patrocinios, pero, antes, requiere mucha más exposición y así llegar a la mayor cantidad de personas posible. Usar la plataforma de ESPN debería ser suficiente exposición, igual con esos videos de Facebook, sin embargo, no aparecen los números.

¿Cómo haces que los drones se conviertan en algo muy popular y que llegue a las masas? Aquí es donde todos parecen diferir. Hacer las cosas en grande suena a una opción, aprovechar la categoría más atractiva suena a una buena opción. Son muchas las opciones disponibles, pero ninguna es concreta en realidad.

Lo más fácil, como siempre, es hacer comunidad para que los fans se sientan más cobijados por los organizadores de competencias.

Aún es muy pronto como para considerar a las carreras de drones como un deporte. Sí es una competencia seria, pero necesita mejor calidad en sus exponentes, una audiencia mucho más grande y el apoyo de patrocinadores que quieran usar como aparador a estos eventos para promocionar sus productos.