Parece que es poco profesional tener tus figuras caras a la vista del público
El sueño de muchos jóvenes lectores de cómics o amantes del anime es tener una buena vitrina para exhibir figuras de colección que son bastante caras. Esto, es algo normal para Gerard Boyce, vicepresidente de la Fair Work Commission en Australia, sin embargo, significa todo lo contrario para sus compañeros de trabajo, especialmente si las tiene en su oficina.
¿Qué sucedió? Gerard Boyce fue criticado por miembros del senado de Australia y otros colegas de la comisión a la que pertenece, pues en su oficina tiene una basta colección de figuras que van desde la icónica Vampirella hasta Scarlet Johansson en su actuación de Ghost in The Shell.
Gerard Boyce ha tenido que quitar sus figuras de cómics y películas de acción para que su lugar de trabajo sea mucho más serio. La cuestión es que tal vez no estaba rompiendo alguna regla, sin embargo, esta discusión llegó al punto de decir que su ‘exhibición personal’ podría ocasionar ‘daño psicológico’ a los demás.
Quienes defienden al oficial de la Fair Work Commission dicen que lo de Gerard Boyce es un simple hobby como cualquier otro, ya que esas figuras se pueden comprar en cualquier ‘EB Games’.
Solo para poner un mejor contexto, la Fair Work Commission en Australia es un organismo encargado a resolver disputas laborales en el país. Es curioso que se quejen del vicepresidente y su colección de figuras de cómics entendiendo de qué va su trabajo.
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Cambiando las figuras de cómics por una de Donald Trump y cámaras falsas de seguridad
El caso de Gerard Boyce escaló a niveles un tanto ridículos, porque después de que lo obligaron a quitar sus figuras de cómics, decidió poner un cartón de Donald Trump, el expresidente de los Estados Unidos y unas cámaras falsas de seguridad, las cuales fueron removidas.
Finalmente, de acuerdo con Comcare, un organismo gubernamental que supervisa el trabajo, la salud y la seguridad de la Commonwealth, descubrió que las figuras de cómics ‘no’ violaban las leyes de seguridad y salud laboral de Australia, pero ‘consideraban que la exhibición de las figurillas era un riesgo psicológico’.
A todo esto, la Comcare ha recomendado al personal de la Fair Work Commission que revise las ‘políticas de conducta inaceptable y acoso sexual’ en Australia. Ya veremos en qué termina este tema de las figuras de cómics de Gerard Boyce.