La nueva película con Alicia Vikander en el rol protagónico hace un gran esfuerzo por llevar al cine de forma digna a una franquicia muy querida por todos los jugadores.
Por una gran variedad de razones, los videojuegos y el cine no se llevan, simplemente la gran mayoría de los filmes basados en alguna franquicia del gaming fracasa miserablemente frente a la crítica o, si resulta “buena”, los resultados en taquilla son bastante mediocres.
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Aún con estos nefastos antecedentes, Square Enix se animó a realizar una película Live Action de Tomb Raider. La dirección del filme recayó en Roar Uthaug (The Wave, Flukt), mientras la producción corrió a cargo de Metro-Goldwyn-Mayer, Warner Bros. Pictures y GK Films. ¿Los resultados fueron positivos? De eso hablaremos a continuación.
Tomando en cuenta la historia desarrollada por Crystal Dynamics
La nueva película de Tomb Raider dejó atrás las películas de Angelina Jolie y toma como base la nueva historia de Lara Croft que se narra en los nuevos juegos desarrollados por Crystal Dynamics. La tarea no debería ser complicada, pues la nueva trilogía se puede explotar sin problemas en la pantalla de plata.
El filme empieza con la introducción de Himiko, una princesa japonesa que se encerró en una isla y puede ser un arma mortal para el mundo entero. Aquí los fans del videojuego se sentirán como en casa, pues se respeta la trama del desarrollo de Crystal Dynamics. El primer problema es la introducción de Alicia Vikander como Lara Croft, pues la muestran como una joven rebelde y convicciones muy vacías, pero, eso sí, toda una luchona por la vida entrenando artes marciales mixtas y haciendo chambitas de medio tiempo tipo Uber Eats.
Conforme la trama avanza, te enteras de que Richard Croft está desaparecido y Lara aún no acepta la realidad pues se rehúsa a firmar la herencia que le dejó su padre. Lo que viene después es el desarrollo de la protagonista, pues de un segundo a otro, el personaje que da vida Alicia Vikander muestra todas sus habilidades para resolver los rompecabezas más complicados. ¿Es una Mary Sue con un guión muy flojo? Afortunadamente no, pues todo está perfectamente justificado, pues ves escenas donde Lara aprende cosas y cuenta con talento nato.
No es hasta que la nueva película de Tomb Raider muestra la mansión Croft que puedes darte cuenta cómo la ambientación es muy importante para sentir una relación de verdad entre la película y los juegos.
Escenarios majestuosos y una fotografía llena de drama
Si bien el inicio del filme de Tomb Raider es lento, la visita a la mansión de Richard Croft da una sensación de familiaridad a los jugadores, pues es un lugar enorme que esconde una gran de secretos y misterios… Los cuales Lara resuelve más fácil que un niño de primaria trabajando con la tabla de multiplicar del uno.
La fotografía estuvo muy bien trabajada, pues el espectador va a disfrutar de paisajes amplios y escenarios llenos de detalles, en especial cuando hablamos visitamos selvas en islas abandonadas o puertos asiáticos llenos de barcos destartalados y una pobreza real.
No será hasta el momento del arribo de Lara a Yamatai que la película comienza a apegarse más al juego, hasta donde es posible.
La justificación del enemigo
El antagonista de esta película es Matthias Vogel (Walton Goggins), un villano con un control absoluto de todo lo que sucede en Yamatai y que solo tiene comunicación con una persona. El encuentro entre este personaje y Lara muestra al espectador que las cosas que vienen se van a poner peor para la protagonista.
Matthias Vogel es un tipo desalmado, con ganas de cumplir su misión sin importar las posibles repercusiones. Esto lo vuelve en un buen villano pues no es “malo” nada más porque sí, hay una justificación y eso le da mucho valor al personaje.
Los combates y cómo trasladar el videojuego a un filme
La película dirigida por Roar Uthaug hizo lo posible por recrear los momentos más atléticos y desesperados de Lara Croft. Los saltos, cuando Alicia Vikander está agarrándose con las uñas para no caer en una cascada, todo eso tiene un valor fílmico muy alto y da una sensación de dramatismo en todo momento.
Aquí es donde Alicia Vikander demuestra una gran preparación pues con todo y cables no es sencillo realizar todas esas tomas.
Tomb Raider es un filme palomero
Condensar la historia de un juego que supera las 8 horas en un filme de 2 horas es imposible pues siempre se van a omitir datos o momentos importantes. Es ahí donde la mayoría de las películas de videojuegos falla y, por desgracia, Tomb Raider vuelve a caer en el mismo abismo que otras películas como Assassin’s Creed, por mencionar un ejemplo.
Ahora, a diferencia de otros filmes, Tomb Raider no es un asco, más bien cae en la mediocridad que se disfruta con unos nachos, refresco y palomitas en domingo por la tarde cuando no hay nada más en el cine. No es indispensable ir durante el estreno pues el boleto saldrá más caro y la verdad no lo vale. Es más, lo mejor que puedes hacer es aprovechar ese ticket con descuento de tu última visita, sí, ese que nunca usas pues lo ves completamente innecesario.
¿Pudo salir mejor? Sí… ¿Habrá otra entrega? Es probable, pues está basada en la historia del juego y hay mucho que explicar todavía. ¿Alicia Vikander es una buena Lara Croft? ¡Así es! Su capacidad histriónica en ningún momento queda en tela de juicio, pues sientes el dolor del personaje durante los momentos más complicados y duros, sin embargo, el guión pudo ser mejor.
Hay emoción, aventura y drama, solo faltó tiempo y mejor desarrollo para lograr que Tomb Raider fuera algo memorable.