Recordemos un poco acerca del director mexicano Guillermo del Toro, antes de La forma del agua y la 90.ª ceremonia de entrega de los Premios Óscar.
Este domingo se lleva a cabo la 90.ª ceremonia de entrega de los Premios Óscar. En ésta, el director mexicano Guillermo del Toro tiene la oportunidad de ganar el premio a Mejor Director por La forma del agua. Y esta cinta está nominada a 13 galardones, incluyendo el mencionado antes. Este filme mezcla elementos provenientes del Monstruo de la laguna negra (Creature from the Black Lagoon), pero con un toque de romance.
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Sin embargo, si por algo ha destacado el jalisciense es que es todo un geek. Mezcla conceptos de muy distintas fuentes para dar a luz proyectos por demás originales. Es por demás genial ver como es capaz de concebir algo tan lleno de drama como El Laberinto del Fauno, y a la vez algo completamente fantasioso como Titanes del Pacífico, que pareciera nacido de un anime japonés.
Guillermo del Toro, un destello de originalidad
Pero ese es el sello de Guillermo del Toro. Su lado geek, e incluso nerd, es el que destaca más. ¿Cómo olvidar la inolvidable Cronos, donde una reliquia del pasado puede convertir a alguien en un vampiro? ¿O Mimic, donde unas avispas súper desarrolladas se mimetizaron con los humanos? Como tal, este cineasta es por demás polifacético.
Tampoco es imposible olvidar su trabajo con Blade II, donde demostró que no está peleado con el cine de superhéroes, pero si está mezclado con vampiros, pues mucho mejor. De hecho, los chupasangres han estado muy presentes en su obra. No por nada es cocreador de The Strain, novela y posterior serie de televisión que tiene a estos seres como punto central.
Aunque desde luego, con las variantes que a él tanto le gusta manejar. Lástima que Hellboy se alejó de sus manos, después del gran trabajo que hizo con la primera película, y la segunda, Hellboy 2: El ejército dorado. Si Marvel lo hubiera aceptado, con gusto habría hecho la película de Doctor Strange, pero como bien saben la compañía tenía otros planes.
Fuente de múltiples conceptos y grandes ideas
Muchas veces el “freno” con que se topa Guillermo del Toro es sin duda el dinero. Es por eso mismo que nunca pudo sacar adelante su adaptación de Las montañas de la locura, basada en la obra del escritor estadounidense H. P. Lovecraft. Su genio llegó al grado de participar en el legado de J. R. R. Tolkien con la adaptación fílmica de El hobbit.
Pero sus diferencias creativas con Peter Jackson terminaron con dicha colaboración. Lo que si es cierto es que sus ideas nunca se desperdician, al grado de tener el honor de hacer una de las secuencias de introducción de Los Simpson, y crear su propia serie para niños, Trollhunters, disponible en Netflix. “Polifacético” es el segundo nombre de Guillermo del Toro.
En la antesala de la 90.ª ceremonia de entrega de los Premios Óscar, veremos si por fin Hollywood reconoce su gran talento. Un geek y nerd como pocos de manufactura nacional, que tristemente dejó nuestro país para que sus ideas pudieran despegar. Así es Guillermo del Toro, que podría hacer historia dentro de unas cuantas horas con La forma del agua. ¿Acaso lo logrará?