Compartir

Esto ya llegó demasiado lejos

El anime se convirtió en un tema controversial en algunos países, sobre todo por algunas obras que muestran a sus personajes en situaciones que podríamos catalogar como sexualizadas.

Australia es quien ha mantenido una de las oposiciones más fuertes ante varios trabajos, e incluso hace algunos meses prohibió la distribución de Sword Art Online, Goblin Slayer y varios títulos más en su territorio.

Esta cruzada en contra del anime no se ha detenido, y una reciente publicación incluso catalogó al anime como una forma de explotación infantil en uno de sus niveles más bajos.

https://www.tierragamer.com/prohiben-goblin-slayer-sao-y-otros-manga-en-australia/

La policía de Australia considera al anime como abuso infantil

Por increíble que esto pueda parecer, Australia en serio está empezando una verdadera cruzada en contra de varias obras de anime, sobre todo aquellas en las que aparecen personajes con rasgos de menores.

El tema llegó tan lejos que incluso un libro, publicado por India Bryce y Wayne Petherick, catalogó a estos trabajos de Japón en el escalón más bajo del abuso infantil, y los describe de la siguiente manera:

‘No hay actividad sexual, pero donde hay desnudez… o virtual, incluyendo anime, caricaturas, comics y dibujos que representan a niños involucrados en poses o actividades sexuales’.

anime abuso infantil australia

Dicha publicación cuenta con el aval de la Policía Federal Australiana, y lo que llama la atención es que abre las puertas a una censura total del anime.

Por el momento muchas obras se siguen publicando con normalidad, aunque si el escenario sigue igual, los habitantes de Australia podrían quedarse sin conocer algunas de las historias más exitosas del momento.

Sin duda alguna el tema da mucho para debatir, sobre todo en el apartado de la representación infantil y su sexualización en el anime, pero dicha discusión tendría que llevarse con mucho cuidado.

¿Crees que Australia está haciendo lo correcto o que ya cayó en la paranoia?

Te recomendamos:

Fuente.