Después de 14 años desaparecido, al fin tenemos una secuela de The World Ends With You, un sleeper hit de Square Enix de 2007
En el 2007 probé un juego bastante inusual llamado ‘The World Ends With You’. Este seguía a Neku, Shiki y otros adolescentes fallecidos que jugaban una clase de rally en Shibuya por la oportunidad de revivir.
Solo contaban con 7 días para seguir diversos objetivos y llegar a la tabla de puntuación con el mayor número.
Lo atractivo de inicio de este juego era que el diseñador y productor es Tetsuya Nomura, conocido por su trabajo en Final Fantasy y Kingdom Hearts. Estos cierres grandes con gabardinas negras no tienen pierde.
Sin embargo, una vez que lo comenzabas a jugar, rápidamente podías darte cuenta que lo más sobresaliente era en realidad el sistema de batalla. Usando la pantalla táctil del DS con sus botones, el jugador debía coordinar varias entradas del dispositivo para usar ataques simultáneos. Al inicio era muy raro, pero también divertido.
Una vez que ya eras un as en las batallas, The World Ends With You te enganchaba con una historia llena de giros de tuerca. Y con estos tres elementos, diseño, sistema de batalla e historia interesante, es como el primer juego de DS se volvió en uno de mis juegos favoritos.
Ya que han pasado más de 10 años desde que lo jugué, realmente no esperaba que llegara una secuela, afortunadamente, estaba equivocada.
De vuelta en Shibuya con Neo: The World Ends With You
Neo: The World Ends With You sigue un juego similar de supervivencia como la primera parte, pero ahora los concursantes son Rindo, Fret, Nagi y Sho Minamimoto, a quien quizá recuerdes del primer juego.
El escenario de Neo: The World Ends With You es otra vez Shibuya, un fascinante distrito en Tokio que combina una estatua de Hachiko, calles llenas de jóvenes, decenas de tiendas y edificios representativos.
En el juego de DS, Shibuya se representaba básicamente con ilustraciones 2D, pero hoy en Neo lo vemos totalmente en 3D, con renovaciones que ha tenido el distrito en estos últimos años e incluso secciones de Harajuku. Justamente la tridimensionalidad es la mayor novedad de esta secuela.
Recordemos que esta vez Neo: The World Ends With You no tiene tantos límites por su plataforma y además tiene 14 años de avances tecnológicos.
Por esto mismo es una pena que la mayor parte de los diálogos de Neo se basen en texto y no tengan actuaciones de voz.
Las fallas de The World Ends With You
Ahora, no podría describir fácilmente el gusto que me dio volver después de 14 años de ausencia, sin embargo, mis expectativas también eran muy altas.
Justamente donde más tenía expectativas y dudas era con el sistema de batalla y aquí es donde tengo emociones encontradas.
Por un lado, es lógico pensar que no es tan original como el primer juego, esto con tal de estar disponible y estandarizada en varias plataformas. Es decir, esta vez no hay comandos de movimiento y obviamente no hay pantalla táctil, así que todo se hace con botones comunes, apretándolos rápidamente, dejándolos presionados o cargando el poder.
Al igual que el juego anterior y dependiendo qué pin tengas equipado, cada botón corresponde a un miembro del equipo y deben pelear de forma simultánea. No representa el mismo reto seguir distintos patrones en la pantalla táctil que apretar varios botones, pero funciona.
Aunado a esta disminución de la complejidad, en esta ocasión noté que los tiempos de enfriamiento eran más comunes que lo que jugué hace 14 años. Sobre todo, si estás bajo de nivel, pues en mi caso tuve peleas de hasta 5 minutos donde la mayor parte fue en tiempos de enfriamiento. Muy poco fluido.
Por lo menos se pueden hacer combos si combinas bien tus pins y hasta puedes atacar a varios enemigos si alineas correctamente al héroe con los enemigos.
Y, una vez que logras un buen ritmo en tu combo, se desbloquea un poderoso finisher capaz de voltear una batalla.
En pocas palabras, el sistema de batalla se ajusta y se estandariza, sigue siendo divertido, pero no es algo tan revolucionario como la primera parte.
Nuevas habilidades
Cada miembro de tu equipo tiene un poder específico que le da más profundidad a las misiones de Neo: The World Ends With You. Por ejemplo, Rindo tiene la capacidad de regresar al pasado y arreglar sus acciones en ciertos segmentos.
Fret puede interactuar con el mundo de Shibuya de los vivos para que estos recuerden algo. Nagi puede entrar a los pensamientos de la gente que tiene problemas para pelear contra sus demonios, literalmente.
Aunque ya en la jugabilidad estas habilidades no son la gran revelación, sí le dieron una buena variedad a las misiones, más allá de “ve a este edificio y compra tal o derrota a tantos enemigos”.
Con todo el estilo
Lo que más disfruté de Neo: The World Ends With You fue explorar a mi ritmo un distrito tan fascinante como Shibuya. Me entretuve buscando la ropa que me diera las mejoras estadísticas, comiendo en los restaurantes donde aumentara más mi fuerza y en general, disfrutando una historia juvenil que va tomando profundidad mientras avanza. Hay muchos giros de tuerca, aunque nada muy fuera de lo común si ya jugaste la primera parte.
Hace 14 años The World Ends With You resaltó por su gran dirección de arte, sistema de batalla original y una gran historia inesperada. Hoy la secuela mejora el apartado técnico, pero el sistema de batalla es más simple, los giros narrativos ya no son tan inesperados y los personajes no son tan profundos.
Es muy bueno estar de vuelta en Shibuya, solo no esperes algo tan sorpresivo como lo que ofreció el primer juego.
Jugamos Neo: The World Ends With You en PlayStation 4. También está disponible en Nintendo Switch y PC.