Empiezas a jugar y luego no paras
Final Fantasy es una franquicia que tiene más de 30 años de existir. Técnicamente es un referente de los videojuegos y no conocer la serie podría resultar hasta un insulto para algunos jugadores de la vieja guardia.
La cuestión es que tal vez el fan promedio tiene conocimiento de Final Fantasy VII en adelante, especialmente porque fue la primera entrega de la serie en una presentación 3D y la que ha hecho más ruido.
La cuestión aquí es que esta ‘marca’ de Square Enix cuenta con legado que vivió en los 8 y 16 bits de manera muy digna, sin pretensiones y con una premisa llena de sueños e ideas muy bien planteadas a través de sólidas mecánicas de juego e historias entrañables.
Square Enix se dio a la tarea, una vez más, a lanzar de nuevo de nuevo los primeros tres juegos de Final Fantasy, pero, ahora en una presentación ‘Pixel Perfect’; apegadas a las originales, pero con una pizca de modernidad en más de un apartado. ¿Valen la pena? Es hora de contártelo.
Final Fantasy para principiantes
No cabe la menor duda de que Final Fantasy ha evolucionado mucho y que las entregas más recientes distan de parecerse de lo que inició en 1987 con la primera entrega. Si bien la serie no apuesta por realizar secuelas directas de cada entrega – quitando IV, X y XIII -, se respetan varios preceptos.
Final Fantasy I, II y III en sus versiones de Pixel Remaster son el ejemplo perfecto de cómo era la serie en sus inicios. Aquí entiendes la función de los jobs, el sistema de turnos, plantear una estrategia, el manejo de la magia y las invocaciones. Claro, estas versiones lo presentan de un modo muy sencillo y eso es una lección.
Otra lección muy buena que aprendes de jugar estas versiones mejoradas de los clásicos es que de verdad entiendes que hace 30 años las bases de los videojuegos estaban ciertamente limitadas a la tecnología. El RPG de Hironobu Sakaguchi, director durante años de los primeros juegos, hizo grandes cosas desde la historia hasta las mecánicas de juego.
Jugar de nuevo un título por turnos, adivinar cuál enemigo pegará primero, entender las estadísticas de cada uno de los personajes que acabas de nombrar son una base que hasta la fecha se usa y esto te ayuda mucho a apreciar más lo que hoy tienes en tus manos cuando juegas un remake o remaster de una entrega más reciente.
¿Mejoras de calidad de vida?
Ahora hay que tocar el tema más importante alrededor de estas entregas de Final Fantasy – y no me refiero a la icónica fanfarria -; ¿Qué mejoras tienen en realidad? Si bien el apartado visual es muy importante, debe contar con algunos ajustes que detengan su ‘vejez’.
Jugar Final Fantasy I, II y III de nuevo se traduce en partidas que podrían resultar un tanto largas y tediosas, porque así eran esos juegos hace más de 30 años, sin embargo, aquí tenemos la oportunidad de acelerar el tiempo del combate.
Gracias a esto, el juego se siente mucho más ágil digerible. Por otro lado, en un apartado aparentemente inverosímil, las nuevas versiones de Final Fantasy I, II y III tienen autoguardado, detalle que te quita la preocupación de tal vez no haber dado ‘save’ en el momento adecuado.
Al igual contamos con varios ajustes en la personalización a la hora de la configuración del juego. Se puede hacer un poco de todo para que la experiencia sea lo más amigable posible, lo cual es una ganancia y hace que los juegos no se sientan tan viejos.
Una presentación visual un poco ‘rara’
Cuando me enteré de los Pixel Remasters de los primeros Final Fantasy me imaginé que veríamos algo parecido a las entregas de PSP, sin embargo, al realizar una comparación, me doy cuenta que el objetivo era entregar una versión mucho más pulida y trabajada de los juegos de 16 bits.
Ahora bien, ¿Es posible alcanzar el Pixel Perfect? ¿Qué significa este último apartado? Si vuelves a jugar Final Fantasy I, II y III en una televisor moderno, sentirás que hay plastas en pantalla, pues no son juegos ajustados a esta clase de hardware.
En lo que cabe, los Guerreros de la Luz lucen bastante bien animados y con una apariencia muy apegada a los 16 bits de la era del SNES. Las bestias también lucen con diseños acorde a su época, pero con sus respectivos ajustes que lucen más en una pantalla moderna.
¿Por qué parece algo raro? Verás, las comparativas con las ediciones de PSP, así como otras versiones viejas o sin retocar lo hacen ver obsoletas a las versiones recién lanzadas, pero, revisando la edición original, vemos un trabajo ciertamente sólido.
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La música da vida a estos Final Fantasy
Final Fantasy I, II y III traen una característica notable, sobresaliente, algo que manda a la bola fuera del estadio y eso es su música. Todo aquel que se digne de llamar fan, encontrará que estás versiones se escuchan como un concierto con orquesta a todo lo que da.
La música es de orquesta en todo el juego. Claro, no es como que el primer Final Fantasy tuviera decenas de pistas, pero cuenta con melodías memorables que se te quedan grabadas en el corazón. Es algo que disfrutas todo el tiempo.
Ahora bien, tomando un poco más del apartado visual, hay varios efectos que vienen a dar una apariencia vistosa al juego. Claro, son pequeños detalles que te hacen pensar que vale la pena darle una oportunidad a los juegos.
Con todo esto expuesto, es importante plantear una última pregunta relacionada con estos juegos y es muy sencilla…
¿Deberías comprarlos?
Se nota un trabajo importante en estas entregas, solo que debes poner mucha atención que son las versiones de 16 bits. Estos son remasters de la versión de Super Nintendo de Final Fantasy y de ahí no esperes más efectos de luz o al viajar por todo el mundo.
¿Esto demerita el producto final? Absolutamente no, porque son presentaciones bien hechas, solo que tal vez su aspecto no sea el más atractivo o el mejor de todos. Por eso, lo ideal es darle una revisión previa al juego antes de comprarlo.
Final Fantasy I, II y III en su versión Pixel Remaster nos lleva de nuevo a una era de juegos que ya quedó en el pasado. Revisitarlos te traerá nostalgia, pero jugarlos por primera vez un dolor de cabeza si no sabes abordar unos juegos como estos. Los ajustes visuales son buenos, pero la música es mejor. Son una lección de videojuegos que vale la pena tomar.
El precio puede ser un tema que te aleje del estos tres remasters, por eso recomendamos que busques alguna oferta que valga la pena. Si vas por los tres de golpe, procura jugarlos, porque son una garantía.
Jugamos Final Fantasy Pixel Remasters en PC con códigos proporcionados por un representante de Square Enix en nuestra región.