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La OMS acaba de declarar a la adicción a los videojuegos como una condición de salud mental

A inicios de 2018, la Organización Mundial de la Salud decidió incluir la Adicción a los Videojuegos dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades, lo que generó mucha controversia en la comunidad gaming.

La Clasificación Internacional de Enfermedades es la base para la identificación de tendencias y estadísticas de salud a nivel mundial y el estándar internacional para reportar enfermedades y condiciones de salud. Es utilizado por médicos de todo el mundo para diagnosticar enfermedades y por investigadores para clasificar las condiciones.

La inclusión de un trastorno en la Clasificación Internacional de Enfermedades es una consideración que los países toman en cuenta cuando se planifican estrategias de salud pública y se monitorean las tendencias de los trastornos.

La decisión sobre la inclusión de la adicción a los videojuegos en la Clasificación Internacional de Enfermedades se basa en revisiones de evidencia disponible y refleja un consenso de expertos de diferentes disciplinas y regiones geográficas que participaron en el proceso de consultas técnicas emprendidas por la OMS en el proceso de desarrollo de la Clasificación Internacional de Enfermedades.

La inclusión de la Adicción a los Videojuegos en la Clasificación Internacional de Enfermedades sigue el desarrollo de programas de tratamiento para personas con condiciones de salud idénticas a las características de la Adicción a los Videojuegos en muchas partes del mundo, y dará lugar a una mayor atención de profesionales de la salud a los riesgos de desarrollo de este trastorno y, en consecuencia, a las medidas de prevención y tratamiento pertinentes.

No hay que volvernos locos, la Adicción a los Videojuegos es un problema menor, todavía…

Estudios sugieren que la Adicción a los Videojuegos afecta solo a un grupo muy diminuto de personas que juegan videojuegos, sin embargo, los entusiastas a esta afición deben estar atentos a la cantidad de tiempo que dedican a esta actividad, especialmente cuando excluye otras cosas que pueden hacer a diario. No debemos descartar el cambio en las actividades físicas o la salud psicológica, así como el funcionamiento social.

La Adicción a los Videojuegos se volvió en una estadística notoria por que el medio es popular a nivel mundial. Es imposible ignorar cómo tantas personas invierten horas y horas  de juego y dejan otras actividades básicas para llevar una vida sana por tan solo atender un hábito lúdico.

También hay especialistas que consideran exagerado tener a la Adicción a los Videojuegos la Clasificación Internacional de Enfermedades

“No estoy creando un precedente”, dijo el Dr. Vladimir Poznyak, miembro del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, que propuso el nuevo diagnóstico al organismo. Luego dijo que la OMS ha seguido “las tendencias, los desarrollos, que han tenido lugar en las poblaciones y en el campo profesional”.

Ahora bien, no todos los psicólogos están de acuerdo en que la Adicción a los Videojuegos sea digna de incluirse en la Clasificación Internacional de Enfermedades. Por otro lado, clasificar este “problema” servirá, de acuerdo con el Dr. Vladimir Poznyak, servirá para que los profesionales puedan atender a los pacientes de una forma mucho más correcta.

Todo radica en los excesos, a pesar de que la persona sabe que tiene un problema

No hay que ser un Premio Nobel para saber cuáles son los puntos básicos y darse cuenta de cuál es el problema detrás de la Adicción a los Videojuegos. El primero es que tienes una actividad estando por encima de las demás. Luego viene la falta de control sobre las conductas para después escalar a un nuevo nivel. Digamos que es algo muy parecido a la Adicción a las Apuestas.

Para que se haga un diagnóstico, el patrón negativo de comportamiento debe durar al menos 12 meses, sin embargo, se pueden hacer excepciones cuando se cumplen los otros criterios y los síntomas son lo suficientemente graves.

Adicción a los videojuegos.

Millones de jugadores en todo el mundo, incluso cuando se trata de juegos intensos, nunca calificarían como personas que sufren Adicción al Juego“, dijo Poznyak a CNN.

De acuerdo con Poznyak, la mayoría de las intervenciones o tratamientos para la Adicción a los Videojuegos se “basa en los principios y métodos de la terapia cognitiva conductual”. Agregó que también se pueden proporcionar diferentes tipos de apoyo, que incluyen “intervenciones psicosociales: apoyo social, comprensión de las condiciones, apoyo familiar”.

Tal vez sea una decisión prematura tener a los videojuegos en Clasificación Internacional de Enfermedades

Hay gente en el campo de la psicología que se opone a la inclusión de la Adicción a los Videojuegos dentro la Clasificación Internacional de Enfermedades. Anthony Bean, director ejecutivo de una clínica mental sin fines de lucro en Fort Worth, Texas, dijo que se opone a esta decisión.

De acuerdo con sus declaraciones, aún es prematuro etiquetar esto como un diagnóstico. “Soy clínico e investigador, así que veo personas que juegan videojuegos y creen que están en la línea de los adictos”. En su experiencia, Anthony Bean cree que en realidad están usando los juegos “más como un mecanismo de defensa para la ansiedad o la depresión”.

Se puede tratar la adicción a los videojuegos

Los pacientes de Anthony Bean están entre los 11 y 36 años, hombres y mujeres. Trabajar de cerca con ellos sirve para entender los videojuegos. El psicólogo ha visto las cualidades manifiestas en la forma que juegan y luego en cómo interactúan con el mundo que los rodean.

Las personas que juegan Minecraft son muy distintas a las que consumen World of Warcraft o League of Legends. Son géneros muy diferentes y se tiene que realizar un diagnóstico con base en el tipo de consumo de tiempo.

¿La solución? Comunicación con los niños y actuar como adultos cuando ya existe un exceso

Hay padres que han puesto a Internet, la televisión y videojuegos como una especie de niñera la cual se puede encargar del niño mientras atienden otras actividades. Ahí aparece el primer problema, pues estamos hablando del descuido de un menor de edad. Lo mejor sería estar al tanto de todas las actividades que pueda tener un infante o adolescente y, si hay un cambio en los hábitos, pues imponer reglas. Las consolas ya tienen un control parental el cual solo permite a los menores jugar por ciertos periodos de tiempo.

Un adulto es un caso muy diferente, pues ya es “responsable” de todo lo que hace.

Todo lo que se consume en exceso puede generar una conducta adictiva.