Luego de seis años de espera, los fans de The Legend of Zelda están de vuelta a Hyrule con Tears of the Kingdom. Este título siguió con el mundo abierto y la libertad para el jugador que vimos en Breath of the Wild. Además de que hizo unas cuantas adiciones que fueron del agrado de la crítica y los fans.
Ante la tremenda respuesta a este y su antecesor, parece que la franquicia acaba de hallar su camino hacia el futuro. De hecho su productor, Eiji Aonuma mencionó que este formato de mundo abierto será el molde para entregas futuras. Lo cual nos hizo pensar si estaría bien que la saga regrese a su jugabilidad clásica en algún punto.
La jugabilidad clásica de The Legend of Zelda es muy querida y conocida
La saga de The Legend of Zelda es una de las más longevas de la industria. De hecho este 2023 marca el 37 aniversario de la primera vez que tomamos el papel de Link para aventurarnos a Hyrule. En todo ese tiempo se hizo de una jugabilidad bastante característica.
Aunque con los años vinieron diferentes variaciones casi siempre era lo mismo. Los jugadores debían visitar una serie de calabozos para encontrar herramientas o poderes mágicos para rescatar a la princesa. En cada uno de ellos se encontraba un jefe que era débil a esa herramienta específica. Así se repetía el patrón en diversas mazmorras con diferentes temáticas.
A pesar de que prácticamente era siempre lo mismo, los fans se muestran encantados con cada entrega. Esto podría deberse principalmente al apartado de la historia, que casi siempre ha sido atrapante en The Legend of Zelda. Sin mencionar la adición de mecánicas particulares, como viajar en el tiempo, convertirse en lobo o usar controles de movimiento. Además, su jugabilidad nunca presentó problemas, por lo que podríamos considerarla un ejemplo de ‘si no está roto, no lo arregles’.
Sin embargo, sus desarrolladores se sentían un poco atrapados en este modelo, de acuerdo con el mismo Eiji Aounuma. Por ello quisieron dar un giro muy drástico con Breath of the Wild, al permitirle a los jugadores una libertad inmensa. Aunque esto implicó algunos sacrificios.
Tears of the Kingdom presenta una gran combinación entre lo moderno y lo clásico
Si bien The Legend of Zelda: Breath of the Wild recibió muy buenas críticas, algunos fans longevos se quejaron de algo particular. Esto fue la falta de mazmorras o templos como en juegos anteriores. Ya que aquí fueron sustituidos por santuarios y las bestias divinas, que aunque creativas, no presentaban la misma jugabilidad de los templos del agua, bosque y fuego de antaño. Sin mencionar la ausencia de los creativos jefes al final de las mismas.
Tal parece que los desarrolladores hicieron caso a las quejas con Tears of the Kingdom. Ya que para esta entrega regresan los templos como tal. Con todo y sus mecánicas exclusivas, diferentes niveles en su interior y por supuesto que los jefes únicos y memorables.
Por supuesto que esto no significó dejar atrás el gran mundo abierto y las miles de actividades por hacer. Los desarrolladores se dieron cuenta de que ambos estilos de Zelda podían convivir con algo del clásico dentro del moderno.
Seguramente fue por esto que Eiji Aonuma mencionó que este será el modelo a seguir. Probablemente los futuros juegos de The Legend of Zelda mantendrán esta combinación de lo clásico con lo abierto a la vez que mejoran unas cuantas mecánicas.
¿Deberíamos tener un The Legend of Zelda totalmente clásico en el futuro?
Por supuesto que muchas personas se encariñaron con la fase más lineal de The Legend of Zelda. Después de todo, los fans tienen diferentes estilos de juego y no todos tienen la paciencia o el tiempo para adentrarse en un mundo abierto. Algunos preferirían seguir la línea más directa hacia el rescate de la princesa y darse por bien servidos.
Tomando en cuenta esto, indudablemente estaría bien que la saga regrese a sus inicios alguna vez. Aunque basándonos en el éxito y recibimiento de sus más recientes entregas, puede que no lo veamos tan pronto. Si lo hacemos, es probable que sea a través de spin offs o incluso remasterizaciones de aventuras pasadas.
Sabemos lo que es extrañar un The Legend of Zelda más lineal. Sin embargo exigirle a Nintendo que nos lo dé quizás no sea la mejor opción. Las sagas tienen que avanzar, mejorar y adaptarse, de lo contrario serían los mismos fans los que reprocharían la falta de innovación.
Además seguramente un juego lineal no está completamente fuera de las cartas. Recordemos que otras franquicias como Metroid e incluso Super Mario tuvieron sus momentos de regresar a lo clásico, aún cuando ya habían alcanzado el éxito con otra jugabilidad. Claro que si esto no sucede con Zelda, no hay nada que nos detenga de revisitar los clásicos cuando lo deseemos.
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