2023 se convirtió en un año bastante curioso en cuanto a videojuegos. Ya que entre los títulos mejor calificados nos encontramos con varias secuelas, remakes y remasterizaciones. Por supuesto que no dudamos que sean experiencias con muy alta calidad. Pero esto nos hace preguntarnos si ya acabó la época de la originalidad… por lo menos hasta que volteamos a ver a los indies.
A nuestro parecer, el futuro de la industria podría estar en estos juegos. Ya que a falta de dinero, se enfocan más en crear experiencias únicas e inolvidables que muchas veces perduran en el corazón de quienes les dan una oportunidad.
¿Por qué los indies son el futuro de los videojuegos?
Los videojuegos buscan generar dinero, pero algunos estudios hacen el mínimo esfuerzo
La industria de los videojuegos siempre se ha tratado sobre ganar dinero. No hay manera de negarlo. Sin embargo parece que ahora las grandes compañías se enfocan más en sacarle muchos centavos a sus usuarios en lugar de crear experiencias nuevas memorables.
Esto es especialmente notable en la obsesión actual por los juegos como servicio. Ya que parece que cada compañía quiere tener el suyo a como dé lugar. Lo cual ya está causando una saturación. También lo podemos ver en la explotación de la nostalgia con varias colecciones de franquicias queridas y relanzamientos de videojuegos bastante viejos.
Sí, hay unos que se agradecen por la oportunidad que presentan y las novedades que añaden. Pero también proliferan aquellos que son meros ports que además se atreven a salir con precios de lanzamientos actuales.
Aunque también entendemos a las compañias. Después de todo es bastante largo y costoso desarrollar un videojuego totalmente nuevo. Por eso buscan mantener a los jugadores enganchados con estos relanzamientos.
Pero es precisamente por esto que los indies pueden ser una gran ayuda. Mientras los estudios se concentran en sus esperados triple A, los indies pueden crear cosas más novedosas y que toman más riesgos.
Los indies tienen más cosas en juego y por ello se esfuerzan más
Los desarrolladores de videojuegos indies tienen mucha más libertad creativa aunque no tienen los grandes millones para hacer títulos con gráficos realistas y mecánicas extremadamente complejas. Sin embargo, solucionan todo al concentrarse más en el aspecto narrativo o creando una ciclo de jugabilidad que sea atrapante para los jugadores.
Algunos ejemplos que se nos vienen a la mente son Hades, Gris o Tunic. Videojuegos que cautivaron a los jugadores con grandes historias y un apartado visual único que no dejará que los olvides pronto.
Además, debido a que el éxito o fracaso de sus juegos tiene un peso mucho mayor, tienden a esforzarse más. Mientras que para las grandes compañías simplemente sería un bache del que se recuperan en el siguiente año fiscal.
Sólo recordemos a Cuphead. Un título que surgió del deseo de dos hermanos por hacer un videojuego con arte hecho a mano. Su pasión los llevó a hipotecar su casa y pedir préstamos al banco. Pero al final todo valió la pena ya que se convirtió en uno de los juegos más queridos de años recientes.
Esta pasión por crear nuevas experiencias es lo que sentimos que hace falta dentro de la industria. Por eso debemos apoyarlo en cuanto sepamos de un estudio que hizo hasta lo imposible por compartirnos su creación.
Debe haber un balance entre los videojuegos triple A y los indies
Claro que no estamos diciendo que los grandes títulos triple a deban desaparecer. Pero quizás la industria de los videojuegos debería hallar un mejor balance entre el generar dinero y el crear obras memorables
Sí, es necesario sacar juegos cuyo éxito comercial esté asegurado para que los engranajes sigan caminando. Pero también vale la pena que las empresas vuelvan a hallar su pasión por la creación.
Los gigantes de la industria deberían voltear a ver lo que hacen los indies que logran un gran éxito con la crítica y el público. Si ellos tienen esos logros con tan pocos recursos ¿Qué detiene a las grandes compañías?
Desafortunadamente la solución a la situación actual de la industria no es tan sencilla. No basta con simplemente copiar lo que hacen los pequeños estudios. Pero prestarles atención podría ser un gran primer paso. Y sabemos que parecemos disco rayado, pero como jugadores también debemos apoyar lo nuevo. Sino estaremos atrapados en este ciclo de secuelas, remakes y remasterizaciones hasta el infinito y más allá.
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