Armar la moto del Nintendo Labo me hizo sentir tan bien como cuando armo un set de Lego.
No hace mucho hablamos de Nintendo Labo y nuestra experiencia armando uno de los sets más sencillos. Es imposible negar la sorpresa que tuvimos al crear algo tan simple, sin embargo, hay una gran profundidad que no podemos explicar hasta que armas algo más complejo. Justo como lo hace Ariana Grande en su video con Jimmy Fallon.
Esta semana, gracias al tiempo disponible, me dispuse a armar a nombre de nuestro amable Staff la moto del Variety Kit. ¿El resultado? Permíteme contarte sobre esta experiencia.
Pensé que era como armar la caja de una pizza
En un inicio tuve mucho miedo, ¿qué tal si lo rompía? ¿y si lo arruino? Ese pedazo de cartón se ve frágil y por algo Nintendo está vendiendo repuestos. Ahora, en menos de un minuto los temores desparecieron, los mandé al demonio. Todos los dobleces son lógicos y sencillos. No es como tratar de hacer una grulla a partir de una pieza de origami, todo lo contrario, podría decir que es a prueba de tontos pues cualquier set lo debería armar tanto un niño de 5 o 6 años hasta un adulto mayor.
Ahora, sí es un proceso largo que no es tan intuitivo, pues hay piezas de cartón con una apariencia muy rara. Sí, es importante ver las instrucciones de armado al pie de la letra desde el Nintendo Switch para las partes más rebuscadas. Ahora, cuando te das cuenta de que estabas haciendo una especie de churro o tubo te das cuenta de la importancia en el diseño de cada pliegue. Con esto me di cuenta de algo muy interesante, Nintendo se enfocó muy bien en hacer la experiencia realmente enriquecedora cada que unes una parte y dar forma al objeto.
Armar la parte donde colas el Nintendo Switch es algo realmente increíble. Es una realización que solo sentía al armar un Lego, otro objeto que empieza desde algo muy simple y termina en algo extraordinario.
Sí, es un cartón caro, que usarás durante 20 o 35 minutos, pero, la experiencia será enriquecedora
Con Nintendo Labo, Nintendo demuestra que el Switch es algo más que una tablet que corre juegos de hace 2 o 7 años, está pensado para aprovechar los sensores de movimiento, la función de vibración y la comunicación entre la pantalla y los Joy-Con. Sin temor a equivocarme, es una experiencia tan o más enriquecedora que la de la realidad aumentada.
Ahora, vale la pena contarles sobre la precisión a la hora de manejar la moto. Primero, no es como manejar la espada y el escudo de The Legend of Zelda: Skyward Sword, tampoco es como manejar Xbox One con Kinect, todo lo contrario, me sentí en un arcade de motos de los ochenta, eso sí, con materiales muy baratos.
El aspecto de la jugabilidad no está en discusión. El manubrio para acelerar maneja la misma lógica que el de una moto y tenderse a la izquierda y derecha servirá para girar y maniobrar el vehículo. Por otro lado, esto no se traduce en un manejo en automático y sencillo. Si no hubiera un reto mínimo, la experiencia sería efímera e incluso inútil. Hay buenos trayectos, un nivel decente en la competencia ajena, pero, de ahí no pasa.
Cabe señalar que el armado y la experiencia de juego son increíbles. Incluso empiezas a imaginar cómo serían los juguetes de Labo, pero con otros materiales, sin embargo, después de media hora de andar en la moto, todo se va rápido al diablo. Digamos que es un artículo más para exhibir el cual usará una buena cantidad de espacio en tu sala de estar o en el cuarto de tu hijo o hermano menor.
Esto no es malo, pero la experiencia real del artículo, al menos en mi percepción, se resume solo al tema de armado. El juego, a pesar de calidad, no dura tanto tiempo y eso se compara mucho a lo que vivimos en el PlayStation VR. Todo es muy efímero, pero, gratificante.