Aunque las cajas de los juegos traigan la leyenda de “compras dentro del juego”, eso no evitará que sigan existiendo.
El ESRB, el organismo encargado de clasificar los videojuegos, “pensando en los jugadores” y sus intereses, añadirá una leyenda nueva a los próximos juegos que tengan la opción de microtranssacciones. La medida está hecha para educar mejor a los padres sobre cómo los niños pueden gastar dinero en los juegos.
Todos los juegos que ofrecen alguna forma de gastar más dinero, desde Loot Boxes hasta un Season Pass, tendrán una leyenda en el empaque a manera de advertencia. En otras palabras, casi todos los títulos de la actual generación de consolas tendrían el señalamiento en sus cajas.
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Esto no se reduce a los artículos físicos, también los títulos digitales deberán tener la leyenda para que el comprador esté bien informado. PEGI, la organización encargada de regular la clasificación de juegos en Europa aún no anuncia alguna medida parecida a la del ESRB.
La cuestión aquí es si va a servir de algo.
Todos los juegos tendrían la leyenda de las microtransacciones
¿Ahorita para qué? ¡Literal! La mayoría de los juegos Triple A cuentan con microtransacciones y no es como que obliguen al jugador a usarlas, solo son una opción más para “disfrutar” el juego de otro modo. ¡La cosa se pone peor si añadimos el tema del pase de temporada!
Imagina el escenario más sencillo de todos donde un papá compra Assassin’s Creed para su hijo. El juego nuevo vale 59.99 USD más impuestos y contiene el título y tal vez algún extra por comprar la edición de día 1, pero, justo cuando ves la portada de la caja, aparece la leyenda de “este artículo ofrece la opción de compras internas” o “no incluye pase de temporada”.
El comprador, de inmediato, sentirá que adquirió un artículo incompleto.
Los papás, incluidos sus hijos, no saben la regularidad con la que se ofrecen compras internas dentro de un videojuego. La mejor solución es que los padres se sienten con sus hijos cuando juegan y vean todo lo que ocurre durante una partida, desde la acción hasta la personalización de personajes, pues es ahí donde a veces aparecen todas esas opciones de compra.
Ahora, las consolas están diseñadas de tal forma que los padres pueden poner trabas a la hora de los gastos digitales, sin embargo, los padres no ponen atención a estas especificaciones. Si lo vemos así, las compañías de videojuegos están en todo su derecho de vender como sea su producto, pues se trata de un negocio. El consumir debe actuar de modo inteligente para saber cuándo comprar algo. Conocer los beneficios de una adquisición es una especie de responsabilidad.
Etiquetar los productos no va a servir de nada pues la gente no va a dejar de comprar un juego. La conversación sobre las Loot Boxes y otras compras en un software no se trata sobre decirle a la gente que están ahí, más bien cómo y para qué se usan. La creación de una etiqueta no va a resolver absolutamente nada.
La discusión como siempre, girará alrededor de temas como “te venden juegos incompletos”, cuando hace 14 o 15 años, pagaban por el mismo juego 3 veces en el PS2. Basta revisar casos como los Dragon Ball Z Budokai Tenkaichi donde los juegos eran casi idénticos y solo pulían mecánicas entre cada entrega o aumentaban personajes, los cuales eran iguales y tenían distintas animaciones para diferenciarse.
Hoy, lo que hace falta en realidad, es transparencia y claridad en los mensajes tanto por parte de los jugadores como de las compañías de videojuegos. Así se evitarían escándalos como el de Street Fighter V y Star Wars Battlefront II.
Es triste, pero así están las cosas en estos momentos en la industria de los videojuegos la cual parece que madura de un modo muy lento.