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¿Es su historia? ¿Su valor narrativo? Todo lo contrario, por estas razones juegas con el espartano más grande de la historia.

Ahí viene otra entrega de God of War. En esta ocasión no tiene un número, algún escenario basado en la mitología griega o algún subtítulo rebuscado para brindar alguna justificación.

En el nuevo título donde Kratos deberá derrotar a cientos de enemigos y, seguramente, a alguna poderosa deidad, veremos un ambiente nórdico, frío y con mecánicas de juego un tanto alejadas a la propuesta original de la serie. ¿Será que también desaparecerán otros elementos por los que “jugabas en realidad God of War”?


Sí, sabes a qué nos referimos, sin embargo, por si ya lo olvidaste, aquí te enumeramos las verdaderas razones por las que juegas God of War.

Violento y perfecto para liberar el estrés

God of War

Santa Monica Studios y Ready at Dawn no inventaron el hilo negro a la hora de crear el combate de God of War. Fue más bien la forma de hacer más divertido el género de hack and slash para que cualquier jugador lo pudiera dominar. Esto no se traduce en un juego sencillo; los puzzles, ciertos jefes y escenarios necesitan de cierto nivel para superarlos.

Ahora, la violenta forma con la que el combate es retratado añade más sabor al juego, pues notas la furia de Kratos durante cada ataque, más cuando usas las Chains of Olympus. A eso debemos añadir los remates con los Quick Time Events. La animación de cada golpe es cruda, dura y tal vez un poco difícil de digerir. Eso causa una emoción en pantalla difícil de explicar.

Hay fan service

God of War

Desde su concepción, God of War ofrece gráficos muy dignos que hacían ver al PlayStation 2 como una consola muy poderosa cuando su competencia tal vez tenía mayores virtudes técnicas. El arte conceptual y los escenarios daban una profunda dimensión a cada elemento del juego.

Esto también se reflejaba en esos “discretos” y “justificados” desnudos de las mujeres que estaban cerca del más grande espartano que logró derrotar a los dioses griegos durante 6 entregas distintas. No importaba el juego, siempre iba a aparecer esa ligera y sutil escena con dignos tonos de malinterpretación.

Los momentos “suculentos” (sabes de qué hablamos)

God of War

Una de las tantas formas en las que Kratos recuperaba energía, era durante esos momentos eróticos cuando se acostaba con las mujeres, cuyo único deseo era pasar “un rato” con el Dios de la Guerra. Si bien nunca veíamos escenas explícitas, los gritos y suspiros ponían en marcha la imaginación. Con este elemento de “amplia justificación narrativa” venía un minijuego el cual servía para “estimular” con las manos, a través del control, a esos personajes que irónicamente rellenaban la salud del protagonista.

Ahora, debido a la dimensión del juego y a cómo vivimos en una era dictaminada por lo “políticamente correcto”, está asegurada la ausencia de este controvertido mini juego de las primeras entregas de God of War. Debes recordar que Kratos es un padre y, tal vez, por la edad de su hijo aún no habla de los pájaros y las abejas.

Un God of War para una nueva generación

La próxima entrega de God of War se va a alejar de todo lo que conociste durante las entregas para PS2 y PS3. Incluso sentirás que estás jugando algo totalmente ajeno. Si no es por las armas, la misma presencia de Kratos y la dirección del arte, sería un título de acción más en la oferta de juegos para PS4.

A final de cuentas es una forma de arriesgarse y probar otras cosas para que una nueva generación de usuarios conozca al Dios de la Guerra y se acerque a una de las franquicias más sobresalientes en la historia de PlayStation.