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Vamos a recordar como surgió el ecchi y a uno de sus principales impulsores, el genial Go Nagai creador del legendario Mazinger Z.

El anime dirigido a un cierto segmento de la población (jóvenes varones) tiene un detalle muy distintivo: escenas medio risqué con tomas debajo de la falda o manos traviesas en la parte frontal de las chicas. Hay directores que no solo usan, sino que abusan de este recurso a un grado tal que las escenas de ese tipo se vuelven la razón para existir de por lo menos la mitad de los capítulos de una temporada.

Si nos ponemos a ver los trabajos del anime clásico, la sexualidad no formaba parte de él, ya que se trataba de material dirigido estrictamente a niños y estamos hablando de los 50 y 60’s. Con el tiempo se comenzó a captar un público un poco mayor, primero adolescentes un poco más grandecitos y posteriormente jóvenes oficinistas. Este público mayor tenía mayores necesidades causadas por sus hormonas.



Introducción al Ecchi

El ecchi apareció a finales de los años 70

En 1968, la editorial Shueisha lanzó Shounen Jump para competir con otras editoriales. Para ofrecer algo distinto, permitió que los mangakas le subieran un poco el tono, uno de ellos, Go Nagai, quien tenía mucha experiencia en aventuras cómicas cortas y crearía Harenchi Gakouen, o escuela del escándalo. Harenchi fue una palabra clave, ya que se usaba en los carteles de cine para promocionar las películas para adultos.

Go Nagai decidió jugar con el erotismo, desde el punto de vista de la cultura japonesa de la vergüenza y la modestia, para ello se basó en la figura femenina como la mostraba la revista Playboy y en la Venus de Milo. ¿El resultado? Personajes femeninos curvilíneos, completamente distintos a los de los mangas habituales que se basaban en el cuerpo normal de la mujer japonesa. Desde luego al manga fue un éxito y los lectores exigieron ver más piel y más escenas pícaras.

Introducción al Ecchi

Un maestro dejando escuela y ejemplo a seguir

Harenchi Gakouen se convirtió en el primer manga erótico, modificando para siempre la percepción de que el manga era solo para niños y lo puso en la mira de los padres de familia, que atacaron su obra con ferocidad. Go Nagai jamás cruzó la línea de poner escenas de sexo explícitas y como él lo declaró para el Mainichi: “Yo quería que los lectores hicieran uso de la imaginación y que se sintieran satisfechos con solo eso”. Las obras posteriores de Nagai, aunque fueron un poco audaces, jamás cruzaron esa línea.

El Ecchi nació de esa manera, creando pervertidos memorables como Happosai y chicas tsundere que se ponen como fieras cuando se propasan con ellas, al pasar de los años ha sido usada y abusada y recientemente, usada como un desafío a la censura japonesa, de la misma manera que Nagai lo hacía: sin cruzar los límites.