TierraGamer - Noticias de Videojuegos, Anime y Cultura Geek

Entre el mito y la constancia, Faker no solo volvió a ganar la Worlds 2025: demostró por qué sigue siendo el corazón vivo de League of Legends

Worlds 2025 de League of Legends nos permitió ver por sexta ocasión la copa en manos de Faker y el mito se renueva con fuerza.

vistas

  1. Inicio
  2. >>
  3. Especiales
  4. >>
  5. Entre el mito y la constancia, Faker no solo volvió...
Compartir:

Ganar o perder la copa de Worlds este 2025 tenía más implicaciones de las que podríamos imaginar. El lema War Cry de este año destacó el vínculo armonioso y mítico que une a Faker —el mejor jugador del mundo, el Demon King— con un MOBA que comenzó a circular hace quince años. El mar se abrió en 2009 con cuarenta campeones que cambiaron para siempre la historia del gaming, y cuyo legado pesa en la industria de manera descomunal, insaciable y peligrosa.

El llamado de la grieta

Todos hemos pasado, aunque sea por un instante, por ese lugar llamado League of Legends.
Tal vez llegaste por tus amigos, por Arcane, por el himno de Imagine Dragons o por la leyenda de Faker. Es simple: Riot Games sabe cómo adherir su universo al polvo de tus talones, sin importar si juegas en un rincón de México o en el corazón de Seúl.

Durante estos quince años, Riot Games ha hecho promesas, cometido errores, y sobre todo, ha aprendido a escuchar. Como bien menciona Gonzalo Prado, ha sido un esfuerzo continuo por sostener a la comunidad, renovar los hitos y construir historias que resisten el paso del tiempo.

El tiempo ejemplar del jugador

El tiempo frente a la computadora puede ser abrumador. Cuando ingresas tus datos en las plataformas y ves las horas jugadas o lo que has gastado en cosméticos, sientes vértigo. Pero también hay momentos encriptados: gritos de madres, amigos, himnos, risas; el eco de las partidas se convierte en memoria.

Worlds 2025 de League of Legends nos permitió ver por sexta ocasión la copa en manos de Faker y el mito se renueva con fuerza.
Fuente: Riot Games

El tiempo se sacraliza especialmente cuando llega la Worlds. Nadie imaginaría que aquel joven que pasaba las tardes en un cibercafé terminaría en esta posición mítica, casi sagrada. Faker, un coreano de 29 años cuya carrera ha durado más de lo esperado, no solo brilla por su habilidad mecánica, sino por la consistencia emocional con la que ha sostenido su legado. Sus dedos dominan la grieta; son las manos que moldean la arena del mito.

El mito del gamer

League of Legends ofrece una gloria insólita, nunca pensada para aquellos que alguna vez llamaron niños rata. El espectáculo de la Worlds puede parecer un exceso, pero también nos recuerda lo que nos hizo gamers: esa búsqueda de comunidad, de identidad, de pertenencia. Y aunque yo no soy jugadora profesional, la emoción de ver los gestos finales de Faker me devuelve a los inicios, a los días en que todo era nuevo y luminoso.

Este nuevo tiempo sagrado nos lega un torneo que nos revive. Faker puede tener altibajos, pero cuando llega noviembre, el universo se reordena. T1 zarpa dispuesto a ganar la guerra. Las batallas son solo un preludio.

Worlds 2025 de League of Legends nos permitió ver por sexta ocasión la copa en manos de Faker y el mito se renueva con fuerza.
Fuente: Riot Games

La devoción y el espejismo

Ser únicos. Ser recordados. El anhelo de la devoción como principio del amor va más allá de la poesía íntima, más allá de los hogares o los refugios. Riot Games dio a luz no solo a un videojuego o un evento: creó un dios jugador que cambió para siempre la industria. Tras quince años de Worlds, nos encontramos en un punto de inflexión para los veteranos, para el ecosistema competitivo y para quienes amamos este universo.

El tiempo de la Worlds es sagrado, apasionado, brillante. Cada año cambia, se transforma, se expande: nuevos himnos, campeones, equipos. Pero ningún par de manos ha tocado la gloria como las de Faker.

Te recomendamos: Faker: Heavy is the Crown… ¿de la mercadotecnia?

No podemos hablar de League of Legends sin hablar de Faker. Todo comienza con un jugador, y Riot Games lo sabe. Durante años, la compañía ha rastreado cada gesto de su comunidad, desde los servidores más grandes hasta el último rincón de LATAM, con obstinación y devoción.

En Latinoamérica, la profesionalización de los esports sigue siendo incierta, pero en otras regiones crece con ferocidad. Los jugadores ya no son solo competidores: son símbolos de movilidad, de éxito, de identidad digital. La figura del gamer ha sido estigmatizada, pero Faker reescribe ese arquetipo: lo transforma en una forma de vida, en un modelo de resistencia dentro del capitalismo del espectáculo.

Ser gamer profesional es una carrera, sí, pero también un espejismo que nos sostiene, una ilusión que nos invita a seguir.

El tiempo ritual de Riot

Hay momentos en que Riot Games logra volver al tiempo mítico, a esa sensación de rito digital compartido.
Las cinemáticas, los himnos, las historias: todo conforma una liturgia visual que forja identidades transnacionales.

Algunos himnos son ya parte de la memoria colectiva:

  • Awaken (2019)
  • Warriors (2020)
  • Warriors ft. Imagine Dragons (2014)
  • Heavy is the Crown ft. Linkin Park (2025)

Cada uno es un eco del mismo grito: War Cry.

Worlds 2025 de League of Legends nos permitió ver por sexta ocasión la copa en manos de Faker y el mito se renueva con fuerza.
Fuente: Riot Games
Worlds 2025 de League of Legends nos permitió ver por sexta ocasión la copa en manos de Faker y el mito se renueva con fuerza.
Fuente: Riot Games

El uroboros digital

League of Legends es un uroboros: una fuerza de guerra que se engulle a sí misma, un tiempo infinito, ritual, aterrador pero bello. Riot Games ha forjado un universo que se transforma y renace con cada temporada, con cada grito, con cada victoria de Faker.

Cada noviembre, la grieta se abre de nuevo. Y en esa grieta —entre la devoción y la nostalgia— seguimos buscando el reflejo del dios que nos enseñó a jugar.

League of Legends: acerca de Worlds 2026

El tiempo sagrado de League of Legends regresa con la Worlds 2026, cuya sede emblemática ha sido confirmada. Nueva York será el escenario del siguiente campeonato. Y esperamos desde ya la sombra del Faker quien, como mencionó al finalizar la Worlds 2025:

“No gané para nadie en particular.

Solo creo que la victoria vino a mí a lo largo del camino que estaba destinado a caminar”.

No te pierdas nuestro contenido de noticias y artículos especiales en Google News