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Sanda: conoce la historia de terror en la que se basa

Sanda es un de los shōnen de otoño más esperados, la historia es una especie de mundo distópico que tiene como base temores reales.

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La adaptación de anime de Sanda llegó en la temporada de otoño de 2025. La historia nos presenta a un Japón súper envejecido que intenta reanimar su sociedad con un implemento particular de cuidado de los infantes. Sin embargo, ¿sabes de dónde vino esta inspiración para Paru Itagaki (Beastars), el autor del manga original?

Actualmente, Japón se posiciona de una manera particular. Tiene un alcance desbordante en la industria del anime, los videojuegos y sus derivados (eventos, contenidos secundarios y mercancías); sus subculturas se expanden por todo el universo, se vuelven un sello de identidad y representación. Y ello eclipsa otras cuestiones culturales, nos olvidamos de cuestiones políticas y sociales que conviven con estas tradiciones niponas.

Y cabe mencionar, enfocando todo ello en el marco de las ficciones de manga y animación. Cada cuestión forma parte del imaginario cultural y es importante conocerlo para comprender y consumir el anime de manera responsable.

Te recomendamos: ¿Por qué Sanda será un éxito breve de 2025 pese a su animación? 

Actualmente, la sociedad japonesa tiene un grave problema, es una sociedad super envejecida y, cabe mencionar, no es el único país que se enfrenta a esto. Sin embargo, sí es una de las naciones que tendrá que cargar con las consecuencias de ello muy pronto. Según diversos estudios, para 2050 Japón tendrá más porcentaje de población envejecida que de gente joven.

Desde luego, la principal preocupación por la juventud deviene del impacto en la fuerza de trabajo que, toda nación necesita para sostenerse. Ante esto, en principio las nuevas medidas japonesas buscan que la vejez no sea algo que se sufra, sino que se adecue para que los habitantes puedan valerse por sí mismos en un futuro cercano en que habrá mucha gente mayor.

La longevidad digna y funcional es lo que busca el gobierno japonés, o lo que está mayormente expuesto en sus principales medidas. No obstante, es evidente que se necesita mejorar los índices de natalidad, sin embargo, ello es muy difícil para una sociedad que se revela contra el sistema tanto de cuestión familiar como laboral.

Sanda es un de los shōnen de otoño más esperados, la historia es una especie de mundo distópico que tiene como base temores reales.
Fuente: estudio Science Saru
Sanda es un de los shōnen de otoño más esperados, la historia es una especie de mundo distópico que tiene como base temores reales.
Fuente: estudio Science Saru

Sanda se aventura a ilustrar una forma en que los niños japoneses serían cuidados con devoción y en cómo esto cambiaría la perspectiva social de sabiduría que posee la gente mayor, además de su posición y rol en una nueva sociedad.

Si deseas más detalles, existe un curso en línea gratuito (sin certificación), puedes revisarlo aquí: Aging Populations: Lessons In Healthy Aging From Japan.

Una sociedad super envejecida y los escenarios distópicos en el anime

Sanda: ¿es el futuro de Japón?

Ante esto, resulta Sanda, ¿qué sucederá en un futuro cercano cuando las personas de tercera edad sean mayoría en Japón y la fuerza de trabajo disminuya? Los mismos niños lo mencionan en la serie, todo irá en picada. No hay quien cuide de los infantes y les de sustento mientras crecen como adultos. Habrá pobreza, y los ecos de tiempos pasados resuenan…

Ante el temor de este futuro, es que la juventud se vuelve altamente importante, contra todo pronóstico. El ejemplo más radical en Sanda: un aula llena de asesinos no podría descartarse, ya que, los niños pueden formarse para convertirse en los nuevos pilares de la sociedad, en pocas palabras, se necesita que lleguen a adultos y mientras tanto, el concepto de infancia se comienza a transformar en una especie de tesoro nacional.

En Sanda se elabora el hecho de que esto es meramente ilusorio. Es cierto que la infancia vendría siendo lo más importante, sin embargo, no se pueden dar el lujo de perder a un niño, esto implica las regulaciones que pueden atentar con la identidad, deseos e ideología del infante. Es por esto que, los internados también podrían ser vistos como una especie de cárcel que regula las conductas para un beneficio macro y a futuro de la nueva sociedad.

Sanda es un de los shōnen de otoño más esperados, la historia es una especie de mundo distópico que tiene como base temores reales.
Fuente: estudio Science Saru

Ante esto es que los niños no pueden creer en Santa Claus, los héroes en Sanda no son realmente necesarios, los niños deben creer (cuando menos) que el sistema los protege y que no existe nada que deseen hacer fuera de él. En otras palabras, la rígida estructura del estado comenzaría a dominar las ideologías, y a formarlas en pos de objetivos particulares.

Esto evitaría que los niños se formaran como individuos pensantes, independientes. Sanda permite ver este fenómeno a futuro (y en formato ciencia ficción). El autor imagina a una nación muy suya, que comienza a preocuparse cada vez más de que el futuro llegue a su puerta y no traiga juventud.

Te recomendamos: Sanda nos da un vistazo a su animación con sus openings y endings.

Sanda es un de los shōnen de otoño más esperados, la historia es una especie de mundo distópico que tiene como base temores reales.
Fuente: estudio Science Saru

Acerca de los hikkikomori y Sanda

Añadido a esto, recordemos que muchas personas no desean tener “éxito” en la sociedad japonesa, ya que este implica: un excelente trabajo (mucha fuerza de producción y remuneración por sobre esfuerzos), un matrimonio con hijos (lejos del romance) y la moral intachable (forjada en el sistema antiguo que, llega a ser represivo y conservador hasta la médula), todo esto aunado a las hostiles y complicadas circunstancias atenuantes de la sociedad y las empresas niponas conllevan a una especie de rechazo ante esta idea del “éxito”.

La sociedad japonesa es altamente demandante y agresiva con las exigencias para sus habitantes, especialmente tras las represalias de la Segunda Guerra Mundial. La sociedad tuvo que levantarse pese a lo brutal de su en torno. El lema de nunca rendirse pese a la adversidad, la orfandad, la marginación y discriminación, se reflejó en los shōnen, y si bien, en un punto ayudó a llenar de energía a la población, eventualmente el género clásico se replegó, se fue hacia adentro, y nacieron los fenómenos de los hikkikomori y de la fictosexualidad, como un par de rutas ante sistema. ¡Incluso llegó el género del isekai! Y el shōnen clásico se modificó a shōnen oscuro.

Sanda es un de los shōnen de otoño más esperados, la historia es una especie de mundo distópico que tiene como base temores reales.
Fuente: Science Saru

Los japoneses necesitaban escapar de su sistema, siendo una nación considerada “infantil” por el veloz y brutal crecimiento tras las entreguerras.

Actualmente, todo encaja, se presenta un uroboros en tiempo del Ragnarok, me refiero a que, así como inició todo, con los shōnen clásicos y los alientos para la sociedad, ahora hay consecuencias “traidoras”. La falta de socialización, los matrimonios y la fuerza de labor son cuestiones a las que hoy en día los japoneses se oponen y los fenómenos socioculturales dan cuenta de ello.

Ahora Sanda realiza una especie de crítica y previsión, esperemos que su desenlace traiga esperanza.

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