Tatsuki Fujimoto o el Pollock otaku de mi vida querida.
Tatsuki Fujimoto es la nueva joven promesa del manga. Si bien, el día de hoy no pensaremos en la calidad y cualidad del arte, sí hablaremos del flamante estilo del creador de Chainsaw Man y Fire Punch. Las virtudes del mangaka lo posicionan como un creador que enmarca la violencia, el absurdo y la simpleza de la vida y el amor a través de trazos interesantes. A continuación más detalles de su estilo y obra, estas son las razones por las que debes leer más de él.
Para comenzar organicemos un poco los temas y estilo de Tatsuki Fujimoto. Obviamente, Chainsaw Man no es su única obra, pero quizá, sí una de las más impactantes e incluso de las más maduras –con respecto a sus tiempos de creación–.
A veces olvidamos que la subcultura del manga tiene dos partes esenciales. Por un lado, la narración y por otro, la imagen. El diálogo y la tinta condensadas que, a diferencia de otro tipo de soportes estéticos nos brindan una experiencia particular. Tatsuki Fujimoto tiene un estilo intenso, que va desde una “suciedad densa” hasta un “delineado fino y pulcro”. Así mismo su narrativa se balancea, va desde el romance más ingenuo, genuino e impaciente (El amor es ciego) hasta el momento más doloroso de la pérdida y decepción (Solamente escúchala). A continuación más detalles del trazo del popular mangaka.
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Acerca de Tatsuki Fujimoto y la proliferación de su obra
Acerca de los temas principales de Tatsuki Fujimoto – La maduración y la pérdida
Por supuesto que los temas permiten realizar cierto tipo de ilustraciones, y aunque nada es imposible cuando se trata de expresarnos con estilo, hay modos que fluyen mejor en un momento que en otro –no obstante, las rupturas y contrastes de estilos siempre nos maravillarán cuando se encuentre la esencia ideal, digo, a final de cuentas romper con lo establecido es lo que genera el nuevo arte–.
Ahora, cuando digo que el tema te permite elaborar mejor mediante cierto estilo, me refiero a que si se narra un romance, el lío de edificios rotos y ríos de sangre será complicado de proponer –claro, si hablamos de un romance puro, me refiero, tampoco de tema secundario–. No habrá una bomba de tinta que incluso atraviese los cuadros y aceptemos como una experiencia compleja y necesaria para la historia. Sin embargo, Tatsuki Fujimoto suele elaborar a partir del amor y la violencia, y bueno, dos caras de la misma moneda, ¿no?
Tatsuki Fujimoto tiene líneas de temáticas bastante evidentes: el amor, sí, el romance, esa es una de las grandes exposiciones del autor, que no se complica demasiado la existencia; ya que el amor es tan absurdo que no habría que preocuparse mucho por él, pese a que su violencia y calidez sean gran parte de lo que nos hace humanos.
Aunque, el mangaka también enfoca a la marginación y el acecho a lo diferente. En las obras de Tatsuki Fujimoto siempre veremos a algún personaje fuera de la normalidad –desde Denji hasta Nayuta, también está una sirena y el joven que despierta siendo una mujer–. De esta manera, las distintas otredades se forman y nos sugieren que la diferencia existe pero no para ser juzgada, o para reorganizar el mundo, sino que simplemente existe.
El problema son los ataques incoherentes de la sociedad. Y pese a todas las tormentas –nótese todas las que le ha hecho pasar a Denji–, el autor siempre aboga por la esperanza y apuesta todo al amor, a la renovación de uno mismo y a la entrega desbordante. Tatsuki Fujimoto ha de ser un hombre de fe y ésta, tan increíble y absurda, ha de ser lo necesario para salvar al mundo, a los otaku, o cuando menos a uno mismo.
Otro de los temas más recurrentes en la narrativa de Tatsuki Fujimoto es el uso de armas y la moralidad y validez en torno a ello. A final de cuentas, la ética y moral se mueve con el espacio y tiempo y aunque ello no la hace mejor o peor, está presente y tendremos que lidiar y posicionarnos en torno a ella. Los personajes del autor toman sus decisiones personales al respecto.
La obra completa de Tatsuki Fujimoto es una verdadera joya, desde sus nudos narrativos hasta el desarrollo de la imagen.
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El manga violento como trazo y narrativa
La forma en que Tatsuki Fujimoto utiliza la tinta como un espacio de desorden es interesante. Hay momentos en los que vemos cuadros completamente limpios y ordenados y se percibe la armonía rígida, sin embargo, en contraste, también hay ocasiones en las que, desde luego, aparece el chico motosierra y el desorden visual está a la orden del día.
La tinta resuena con violencia en los paneles y el movimiento y la densidad nace de la técnica paranoica de Tatsuki Fujimoto. En ocasiones parece que la tinta únicamente es aventada con crudeza, generando un encuentro épico de sensaciones y emociones.
El action painting o dripping (pintura de acción o de goteo) que realizó en su momento nuestro querido Jackson Pollock, hace guiños a los modos contemporáneos de Tatsuki Fujimoto que levanta sus imágenes con una violencia venerable que se encapsula en el papel.
En sus manga más destacados, el negro se expande de manera deliciosa, por supuesto, es manga, dirán. Sin embargo, las mejores cabelleras están absolutamente tintadas, con ahínco, con devastación como invitación a mantener la oscuridad que significa sangre, sensualidad y desorden.
Tatsuki Fujimoto no hace rayones, son chorros de pintura. Es la libertad jocosa de existir sin freno.
Los personajes principales de Tatsuki Fujimoto son una construcción formidable
Tatsuki Fujimoto plantea explosiones de emociones y sentimientos y nos ayuda a elaborar y acompañar a sus personajes cuando, en ocasiones, los principales, incluso parecen secundarios.
Considero que éste es uno de los aciertos más interesantes del mangaka, elevar a personajes de una manera lenta pero consistente. Por ejemplo, Denji es el personaje principal pero ayuda a los demás a crecer antes que él mismo. Lo mismo sucede en Eldest Sister, Oldest Sister.
Tatsuki Fujimoto toma a su elenco de personajes y sugiere que, como humanos en convivencia con otros personajes, su evolución tiene su propio ritmo, pero ello no implica que deban aislarse de las personas que forman parte de sus vidas. Es más, mutuamente existe una amalgama que, sin generar dependencia, insta al otro a emerger con solidez y seguridad de sí mismo, en la búsqueda de sus propias metas, sin tener que olvidar a sus vínculos afectivos.
Los personajes de Tatsuki Fujimoto quieren estar solos, pero no lo consiguen y gracias a su existencia ayudan a los demás o les refrescan las ideas (Sasaski ha parado una bala). Siendo –o no– personajes principales, cada uno avanza a ritmos distintos mientras mantienen sus vínculos.
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Tatsuki Fujimoto: ¿Por qué deberíamos leer más al autor de Chainsaw Man?
Siempre estarán los otaku veteranos que dirán que los shonen no son más que la misma historia con la misma tríada de personajes y el mismo camino ninja. Sin embargo, la propuesta del autor de Chainsaw Man nos muestra la simpleza del dolor y del amor. Nos propone caminos que, por absurdos, son divertidos y sencillos de sobrellevar, con algo de voluntad y buenas intenciones. Debemos leerlo mejor para descubrir un poco de esta realidad que en ocasiones se nos escapa.
Tatsuki Fujimoto –y compañía: Gege Akutami (Jujutsu Kaisen) y Yuji Kaku (Jigokuraku) –- llegaron para demostrarnos que lo más bello a nivel visual y narrativo puede ser exageradamente doloroso y que, no obstante, después del dolor hay más dolor; y después de esto, quizá haya aún más, pero que, definitivamente, eso no es todo lo que el mundo tiene por ofrecer, no reduce lo que podemos encontrar.
De esta manera, el nuevo shonen oscuro ofrece diferentes caminos que refrescan las narrativas anteriores con honor. No es que las propuestas anteriores sean menores, más bien, es que la sociedad cambia y con ella la necesidad de ciertas historias que podrían gritar aquello que necesita decirse.
La propuesta de Tatsuki Fujimoto es tan “absurda, insípida e innecesaria” como todo lo que hago a diario, por otro lado, el dolor que presenta, se retuerce en las entrañas de manera profunda –como seguramente todos hemos sentido en alguna ocasión: el hambre, el cansancio, la ausencia–; pero que, una pizca del amor, la energía de la posibilidad de su existencia, nos da cuando menos, una sonrisa que nos motiva a seguir a diario.
Sí, pienso que Tatsuki Fujimoto tiene una obra hermosa. Y sí: GOLDEN DARK AGE.
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