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Crítica: el final de Kaiju No. 8 ¿se suma a los desenlaces de flojera, ya clásicos de la Shōnen Jump?

Kaiju No. 8 finalizó una semana antes del lanzamiento de su segunda temporada y se consumó de manera coherente, pero también laxa.

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El desenlace de Kaiju No. 8 cerró uno de los shōnen más queridos y se unió a los polémicos desenlaces de las obras de manga contemporáneas (My Hero Academia, Jujutsu Kaisen). Aquí te destacamos los detalles en los que debes poner atención para comprender el final de la obra de Naoya Matsumoto. Kakfa tuvo una despedida apacible, pero que también da la bienvenida al caos. Y a pesar de como se lee esto, estuvo lejos de ser un final impresionante, aunque sí es poseedor de un desenlace sólido, entreabierto y lo suficientemente sugestivo.

Prepárate para algunos spoilers, si es que aún no leíste el final de Kaiju No. 8. 

Si quieres leer nuestras críticas de otros desenlaces polémicos de Shuēisha, revisa este par de artículos especiales: Crítica: ¿El final de My Hero Academia es lo que merecemos? & Crítica: EL FINAL DE JUJUTSU KAISEN o de cómo terminar una historia con flojera.

Kaiju No. 8 finalizó en 2025 con el capítulo 129 —pocos capítulos para un shōnen de su peso— y de hecho, dejó una historia abierta, y aunque el desenlace podría parecer insulso, en realidad, fue bastante coherente con la narrativa, que el autor mantuvo desde el principio. En ese sentido, se diferencia mucho de JJK, por mencionar algo. 

¿Cómo terminó Kaiju No. 8? – El futuro está en las manos de Kafka, quien sostiene su presente en una visión clara del pasado

Debes recordar tres hechos para que comprendas la historia: 

  • Kakfa sobrevive gracias al sacrificio de Isao Shinomiya.
  • El mundo de kaiju se mantiene, las Fuerzas de Defensa no logran erradicarlos. Eso nunca ha sido el sueño.  
  • Kafka se convierte en un híbrido, seguirá luchando desde las sombras.  

El desenlace de  Kaiju No. 8 es uno de los más sólidos (entre los anteriormente mencionados), aunque puede parecer aburrido, a final de cuentas es bastante coherente con la construcción evidente de los principios en el mundo de Kafka. 

Hibino es un hombre de 33 años que se ve afectado por un kaiju, a lo largo de la historia vemos que él no tiene problemas en sacrificarse por los demás; pese a que llega el punto en que exponer su identidad pone en riesgo su vida y el transformarse comienza a pasarle una factura que no puede ser revertida: poco a poco se convierte en un kaiju. 

Ante todo esto, los altos mandos intentan cuidar su condición. Durante cada episodio de Kaiju No. 8 se fomenta el cuidado de los superiores por los cadetes más jóvenes. También existe resistencia responsable ante el uso de las armas kaiju, entre otras cosas. Y si bien, la obra apuesta por la alta tecnología que la Fuerza de Defensa desarrolla, nunca deja de lado el compromiso y responsabilidad que sostienen, no sólo para con los civiles que deben proteger, sino también para con los soldados que mantienen esa protección. 

En otras palabras, Kaiju No. 8 apuesta siempre por la comunidad; y el heroísmo está en no distinguir protectores de civiles, en el sentido de que ambas facciones son cuidadas con devoción. Todos somos importantes en la sociedad, aún si no tenemos la capacidad de estar en el campo armado, resuena en el título.

Por ello, un factor importante se añade al desenlace de Kaiju No. 8, la fuerza de Kafka no se basa únicamente de las nuevas armas, sino que, se recurre al origen de todo...

Kaiju No. 8 finalizó una semana antes del lanzamiento de su segunda temporada y se consumó de manera coherente, pero también laxa.
Fuente: Production I.G.

Y esto no sólo implica la fuerza de ataque y defensa, sino los ideales detrás de ello, ya que, los samuráis de la era Meiriki, que fueron quienes se enfrentaron a puño limpio contra los kaiju en el pasado, son quienes también protegen a Kafka; tanto como Isao Shinomiya y Soshiro Hoshina, quienes intentan mantenerlo a salvo. Cuando se percatan de que no le pueden impedir ingresar al campo de batalla, le ayudan a mejorar.

De esta manera, Kafka conjuga el pasado y origen con las posibilidades del presente. Se destaca que sólo cuando se ocupa de ambos es que tiene una posibilidad de sobrevivir. Al final de Kaiju No. 8: Isao le otorga su corazón a Kafka para que siga viviendo como parte de la nueva generación y ello resulta en que, luego de cuatro meses inconsciente, regrese como humano-soldado, a seguir en sus labores de salvar a la humanidad.

La ideología que rige  Kaiju No. 8 florece de manera nítida. Ante una catástrofe descomunal, sólo queda pasar el mando a las nuevas generaciones, que se crian y protegen con devoción y que, no obstante, estas tienen el deber de aprender del pasado y de su contexto para fortalecer la posibilidad de un futuro.

El final de Kaiju No. 8: resiliencia, comunidad y responsabilidad ante el armamento nuclear

En “VII. Otros viajes a Hiroshima” el último ensayo de “Cuadernos de Hiroshima” de Kenzaburo Oē. El autor ensaya y enlaza sus propias perspectivas a las ideas vinculadas a las experiencias que logra leer y escuchar a través de los discursos de sobrevivientes, tras la explosión de la bomba atómica, para luego entretejer y meditar acerca de la dignidad de los japoneses, su resiliencia y un silencio compartido como resistencia, denuncia y forjamiento de una comunidad enlazada por el dolor.

Una agonía que, tras la explosión de las bombas en Hiroshima y Nagasaki, se presenta como un trauma que comparten todos los supervivientes, y que luchan por evitar: no al armamento nuclear, una defensa comunal de angustia compartida. ¿Te resuena con las convicciones de los soldados de Kaiju No. 8?

Kaiju No. 8 finalizó una semana antes del lanzamiento de su segunda temporada y se consumó de manera coherente, pero también laxa.
Fuente: Production I.G.

La comunidad, lejos del sistema de la nación, reconoce una nueva forma de protección y preservación. Y esta sea crea con consciencia del cuidado por el otro, de la defensa y sentimiento de vinculación. De la forma de ver el futuro con un filtro del dolor pasado y de la resistencia ante el presente robusto. 

Las víctimas cargan con la responsabilidad “autoimpuesta” de que las tragedias no vuelvan repetirse, los sacrificios no serán en vano, se reza en los discursos de los sobrevivientes de “Cuadernos de Hiroshima”. y parte de ello resuena a su vez en Kafka y en sus compañeros, quienes siguen al pie de lucha ante una temible legión de kaijus que son incapaces de erradicar: viven entre el caos y seguirán así durante un tiempo inimaginable porque la guerra nunca acaba, sin embargo, la resiliencia tampoco.

Esta idea es crucial y también es una parte importante del desenlace de  Kaiju No. 8 ya que, sostiene que, el mundo sigue teniendo esa amenaza, y sin importar las pérdidas, las Fuerzas de Defensa simplemente deben mantenerse tenaces y fortaleciéndose cada día, ya que, no saben si algún día los kaiju desaparecerán o sucederá algo que les permita coexistir e incluso algo que sea peor. Deben estar preparados, combatiéndoos y mejorando cada día. 

De esta forma, el discurso sensible acerca de la resiliencia ante la pérdida y el caos penetra en la narrativa armada de  Kaiju No. 8 que, virtuosamente lo mantiene como un shōnen clásico, cuyo sentimiento de la amistad “salva” al mundo, pero que en el núcleo va más allá, mucho más.

Kaiju No. 8 finalizó una semana antes del lanzamiento de su segunda temporada y se consumó de manera coherente, pero también laxa.
Fuente: Production I.G.

En pocas palabras, el final de Kaiju No. 8 parece vano, sin embargo, tiene una construcción firme, profunda y coherente.

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Más historias… 

La confección del mundo de Kaiju No. 8, tras el final, destaca que puede haber muchas más peleas épicas para el equipo de Kafka. A final de cuentas, él se mantiene como una estructura importante, pero secreta, su identidad está oculta y cuida entre las sombras. Esto nos recordará a Wayne y Parker, los héroes estadounidenses, no obstante, Kafka no está solo y tampoco se desvincula de los demás; lo que lo hace único en su especie.  

Sus sombras se expanden y protegen de la desbordante luz que puede cegar a la humanidad. ¡Esperemos más noticias del mundo de Hibino y Mira! Cabe mencionar, cuyas últimas palabras de capitana a soldado nos dejaron un regusto amargo al final de la entrega. 

Lo positivo es que Kafka siempre es bonachón y tiene mucho de qué ocuparse aún por sí mismo. ¿Tú qué opinas del final de Kaiju No. 8?

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