Chainsaw Man está a punto de lanzar la película del arco de Reze que tiene como protagonista a la chica bomba y que continúa la historia del manga de Tatsuki Fujimoto. Sin embargo, hay algo interesante en el desarrollo de los demonios más cercanos a Denji, quien se fusionó con uno de los demonios más temidos incluso en el universo demoníaco: el demonio motosierra; aquí te comentamos más acerca de la profundidad de estas relaciones entre el diablo motosierra y las mujeres.
Para comenzar hay que aclarar un par de cosas, los demonios no tienen género como tal, sino que, las formas que adoptan al fusionarse, son distintas en cada encarnación, un ejemplo de ello es Yoru quien, a final de cuentas asimila a grandes rasgos la forma de Asa.
Sin embargo, las formas que adoptan los demonios también pueden llegar a ser estratégicas. Me refiero a que, por su parte, Makima, la demonio del control, adoptó la forma de una chica para relacionarse con los humanos de manera más sencilla. Y desde luego, no se puede evitar mencionar que las demonios más importantes, peligrosas y poderosas son mujeres (importantes desde la perspectiva de que llegan como seña de fin del mundo). Las jinetes del Apocalipsis son: la muerte, la guerra, el hambre y el control, se vinculan con Denji de manera crucial para el futuro del mundo.
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Chainsaw Man y las mujeres como demonios especiales
Chainsaw Man: la razón detrás de que las jinetes del Apocalipsis sean mujeres
Desde este lado, no es ingenuo ni coincidencia que las mujeres demonios son las más cercanas a Denji quien, tiene mucho anhelo de afecto por su falta desde la niñez; y cabe mencionar, desde cuestiones fraternales, debido a que es huérfano, hasta constructos más sexuales y afectivos, porque es un adolescente.

Por ello es que Reze, la chica bomba, y Makima, la chica del control, poseen cierto vínculo importante con él desde el principio, y de hecho, sus lazos sirven para manipular a Denji, ya que, desde el núcleo de su necesidad afectiva es que ellas pueden provocar que el chico realice ciertas acciones como Chainsaw Man. El objetivo siempre es el poder que posee, no tanto él en sí.
Y ello nos lleva a un núcleo más profundo. Las mujeres pueden ser en sí un arma de seducción, este es uno de sus arquetipos más útiles desde el principio de los tiempos. Ello versa en que, la seducción por medio del cuerpo de una mujer permite, habilita, el hecho de que los hombres hagan lo que ellas digan: estén a su servicio desequilibrado.
Además, desde tiempos medievales se dice que los demonios se interesan más por vincularse con las mujeres ya que son un ente sucio, más susceptible y a fin a ellos, por lo que, ellos mismos son capaces de enlazarse más fácilmente a ellas como entes corruptibles desde la esencia de su origen.
De esta manera, el hecho de que las mujeres demonios más poderosas sean una especie de tentación densa para Denji no es cuestión del azar, sino más bien un rumbo “adecuado” de las narrativas milenarias con respecto a las mujeres y sus peligros como tentación que, pueden llevar a la destrucción del hombre y al fin del mundo desde los tiempos de Eva.


“Frágil, pero no como la porcelana, sino como una bomba”: las mujeres en Chainsaw Man
Una cuestión interesante es que las mujeres en Chainsaw Man están llenas de matices, y casi todas son volátiles, pero también muy poderosas, en otras palabras, no responden a arquetipos rígidos, sino que se estructuran en una narrativa que se vertebra desde la violencia y la manipulación hasta la identidad frágil y sensible de las mujeres como ente vivo, flexible, construible y cambiante; y de cómo cada una ve el mundo y el modo en que se vincula con Denji de acuerdo a sus intereses y necesidades.
Estos dos últimos conceptos se desarrollan de manera vertebral en la historia, permitiendo además, una lectura que se apoya y que no es opuesta, en el sentido de que, el poder de Denji como Chainsaw Man es importante, pero también sus consideraciones como un joven que explora la sexualidad y la sensibilidad desde él como un constructo que germinó en la violencia, pero que es capaz de respetar límites y otras agencias.
Las chicas pueden sostener un interés particular al acercarse a Denji, y dependiendo de la mujer (su interés e intención que se vertebra en su personalidad), es que se vincula con el demonio motosierra.
Me refiero a que, por ejemplo, Reze engaña a Denji, pero hacia el final decide arriesgar todo por la relación que crearon; por otro lado, Power es bastante explosiva e infantil, pero al ver en peligro a su amigo, casi hermano, toma nuevas decisiones para protegerlo, durante la historia, llega un momento en que se apoya en Denji y se vulnera totalmente, también sufre profundamente la pérdida de Aki.
Añadido a ello, Asa Mitaka construye una especie de empatía radical con Denji, a partir de sus sufrimiento y de la forma en que, con base en él, han logrado sobrevivir en el mundo. Por otro lado, Nayuta, la heredera del demonio del control, se vincula de una manera más dependiente y posesiva con Denji, también en forma más fraternal.


Las mujeres en Chainsaw Man están llenas de virtudes y de defectos, como chicas del mundo real.
No llegan a ser un completo demonio, y tampoco son un ángel caído del cielo. Cada una se sostiene en sus pasados, ideología por experiencias y personalidades vengativas, dulces o empáticas, y se vinculan a nuestro protagonista de una forma en que ambos se aportan para crecer, incluso siendo villanas demoniacas; o quizá precisamente por serlo, cada una aporta algo particular al mundo hecho trizas, en el que vive Denji.
Las mujeres en Chainsaw Man poseen un papel esencial en la narrativa, lo que nos permite considerar a Denji como uno de los protagonistas que más puede conseguir de las mujeres, aunque, de manera más evidente (y por lo mismo ilusoria) parece que es a la inversa.
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