My Dress-up Darling finalizó su segunda temporada y nos dejó uno de los momentos más esperados del manga. Además, en esta ocasión se restringió más el fanservice y finalmente se ahondó en la historia de Marin como cosplayer y en sus sentimientos por Gojo. No obstante, hubo un panel que “faltó” y otro que “decepcionó” a algunos fanáticos, ¿ya sabes cuáles son?
Ambos paneles fueron adaptados en el mismo capítulo del manga, y tras ello, CloverWorks se señaló como un estudio que “censuró” el famoso y esperado panel. El capítulo de My Dress-up Darling del que hablo es el 22 de la segunda temporada en numeración continúa, o si prefieres, el 10 de la segunda entrega con numeración independiente.
Se tituló ¿¡Vamos a hacerlo ahora?! Y nos mostró a Marin pensando cómo podría avanzar en su relación con Gojo: un momento candente, quizá podría afianzar su relación y consolidar su vínculo. El chico se ve obligado a quedarse a dormir en casa de Marin cuando va para jugar el videojuego de horror del que harán cosplay en comunidad. Se les hace tarde y los trenes dejan de funcionar, por lo que Gojo se ver forzado a idear un plan.
Todo lo que debes saber del esperado panel de My Dress-Up Darling!
El contexto del momento entre Gojo y Marin
Gojo considera que no es correcto que se quede en casa de Marin: dormir en casa de una chica y sin supervisión. Incluso si no tiene ninguna pretensión, no planea meterse con la “reputación” de Marin. No quiere que se pueda decir que durmió en su casa, por lo que, cuando van a comprar alimentos para cenar, y mira las bebidas energéticas, se le ocurre una idea: no dormirá, comprará bebidas y jugará toda la noche. Es la solución a su problema.
Marin lo encuentra muy concentrado en la sección para adultos. Gojo está revisando cuál bebida le conviene más y cuántas debería comprar. Entonces, ella piensa que está buscando otras cosas para adultos: preservativos.
Ahí es cuando la protagonista de My Dress-up Darling se pone muy nerviosa. Cuando Gojo le dice que no dormirá en toda la noche, comienza a pensar cosas. No se opone a la idea, aunque nunca sabe a ciencia cierta si le gustaría. Está muy enamorada de Gojo, pero “ni siquiera se han besado”, piensa, así que está tensa.
Tras bañarse llega el momento de los paneles. Marin se prepara y busca ropa interior adecuada, en medio de esto, hay una escena que podría ser tomada como innecesaria, y también como censurada: se ven sus pechos desnudos, mientras ella mira la lencería nueva y escoge. CloverWorks no mostró el pecho de Marin, aunque sí sus calzones.
Más tarde, la protagonista de My Dress-up Darling se queda dormida y su decepción al día siguiente la inunda en lágrimas. No pasó nada y finalmente se entera de lo que Gojo refería al decir que no dormiría toda la noche: jugar videojuegos mientras tomaba bebidas energéticas.
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¿Por qué fue decepcionante este panel de la protagonista de My Dress-up Darling?
Tras todo el fanservice de la primera temporada era obvio que los fanáticos esperaban cierto tipo de contenido. Particularmente aquellos que habrían leído el panel del manga. No obstante, luego de toda la atención y detalle al cuerpo de Marin, uno se pregunta por qué es tan necesario que expongan por completo su cuerpo.
Además, mientras a Marin le duele la indiferencia de Gojo —ya que el deseo es parte fundamental del amor romántico—; algunos fanáticos no apreciaron este sentimiento y simplemente se limitaron a considerar que, el panel que exponía la intimidad de Marin —tanto sus sentimientos como su cuerpo en su habitación, un espacio muy suyo—, estaba siendo censurado y ello era irrespetuoso para la obra de la autora Shinichi Fukuda.
No obstante, este coming-of-age que, en su primera temporada parecía más ecchi que comedia romántica o entrega de desarrollo y aceptación adolescente, se quedó “corto” en su segunda entrega, en comparación a las secuencias previas de My Dress-Up Darling.
Es cierto que una de las expectativas que acechan a Marin se basan en su sobre exposición, no obstante, en esta temporada se destacaron otros núcleos narrativos, haciendo que esto quedara en segundo plano.
“Marin no lloró porque no se le hizo con Gojo”; la desesperación no se reduce a señalar esto. De hecho, nos permite reconsiderar a la chica y a sus elementos más íntimos, además de las estructuras abrasivas que contienen las ideologías femeninas. Marin anhela mucho a Gojo, es cierto, y está “dispuesta” a hacerlo a su modo, en cierto sentido, para conseguir algo que ella desea en otro “modo”, y esto se refiere a: una relación romántica con él. Sin embargo, todos sabemos que Gojo no es ese tipo de chico, y en cierto sentido, Marin resiente el hecho de que él no parezca corresponder sus sentimientos románticos en ningún grado.
Todo esto se desarrolla en los paneles de My Dress-Up Darling sin necesidad de la exposición de su cuerpo.


La hipócrita indignación ante la “censura innecesaria” del panel del pecho de Marin
Hay algo que es cierto: el cuerpo femenino no tiene nada de qué avergonzarse, es completamente natural. Sin embargo, la sobre exposición del cuerpo de la protagonista de My Dress-Up Darling ya construye una narrativa filosa de por sí, por el reiterado e innecesario tono ecchi que adorna cada capítulo.
No, es cierto, en ciertas ocasiones la ambientación es fundamental para declarar ciertos sentimientos; y la sensualidad de Marin en My Dress-Up Darling no es un pecado, sin embargo, en momentos polémicos como este es aún más difícil precisar cuándo será suficiente de la desnudez de su cuerpo, en uno u otro grado.
Si lo planteamos de esta manera, el tono ecchi de la sobre exposición de Marin también es innecesario en un coming-of-age que se vertebra en la idea del borrado y cambio del cuerpo a través del cosplay; y no en el conocimiento, descubrimiento sexual y perturbación del cuerpo adolescente. En este sentido, mucha de la hiper sexualización de Marin es sumamente innecesaria, añadido a detalles del guión que siempre pueden ser proyectados y recibidos de maneras escabrosas en My Dress-Up Darling.

La cuestión es: ¿era necesario eliminar el panel con el pecho descubierto de Marin? O ¿es innecesaria la sobre exposición de su cuerpo en cada capítulo de My Dress-Up Darling? No hay una respuesta correcta ante esto, ni siquiera al mencionar un género que guíe una historia, pero sí podemos encontrar una camino de crítica sólida en la construcción del mundo narrativo y en el servicio que ciertas imágenes brindan al mismo.
Si las señales, los paneles y guiños en el guión mueven, conflictúan, permiten crecer o aportan a la historia en un modo sólido: son necesarios. Si sirven a otras situaciones, son demasiado reiterativos o podrían pasar desapercibidos para la fluidez de la narrativa, como este polémico panel: son innecesarios.
A final de cuentas: nada crucial cambió; pero la selección de la lencería y los detalles en el guión sí matizaron los anhelos de Marin y estructuraron la historia: eran necesarios. ¿Qué opinas tú? ¡Te leo en comentarios!
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