Metal Gear Solid Delta: Snake Eater está en la delgada línea entre el remaster y el remake

Hace unos años se anunció Metal Gear Solid Delta: Snake Eater el cual sería un remake de la tercera entrega de esta querida saga. Por supuesto que la anticipación se fue por los cielos debido a que es uno de los juegos mejor estimados y también un regreso de esta serie de Konami que tenía años durmiente.

Ahora que estamos bastante cerca de su lanzamiento el próximo 28 de agosto, podemos revelar que ya tuvimos la oportunidad de jugarlo. Por eso aquí te compartimos nuestra opinión sobre este regreso de Naked Snake y si vale la pena experimentar, ya sea por primera vez o de nuevo, esta historia de la Guerra Fría.

¿De qué trata Metal Gear Solid Delta: Snake Eater?

Metal Gear Solid Delta: Snake Eater nos pone en control de Naked Snake. Él es un agente de la CIA que debe infiltrarse en territorio soviético para rescatar a un científico que trabaja en una nueva y poderosa arma. Sin embargo, no todo resulta tan sencillo y le espera un viaje lleno de traiciones e intriga.

Quienes ya jugaron el original en su momento deben saber que su historia es exactamente la misma que en ese entonces, por lo que ya saben qué esperar. No entraré mucho en spoilers ya que sé que muchos podrían experimentarlo por primera vez gracias a este remake.

Después de tantos años, su historia se mantiene como uno de los puntos más fuertes de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater. Su escenario es perfecto para esta historia de espías que además se vuelve más interesante gracias a su gran reparto de personajes. Sin mencionar que llega a ser asombroso el ver esta versión alterna de la historia con inventos y habilidades imposibles para ese momento de la historia de la humanidad.

Claro que no podemos olvidar que el original es una de las obras de Hideo Kojima quien es conocido por sus historias extravagantes y algunas escenas poco ortodoxas. Sin olvidar que era un amante de las largas cutscenes llenas de exposición. Aunque algunos, como yo, las aman, sé que para algunos podrían ser abrumadoras. Aún así considero que es una historia que vale mucho la pena si le permites la paciencia necesaria para apreciarla.

La jugabilidad es prácticamente la misma que hace 21 años

La historia sigue cada paso exacto del original en Metal Gear Solid Delta: Snake Eater ¿Pero que hay de la jugabilidad? Pues realmente también queda prácticamente igual que hace dos décadas. Aún es un juego de espionaje táctico donde tendrás que andar con cuidado y evitando ser descubierto en lugar de lanzarte a la acción creyendo que todo lo puedes solucionar con balazos.

Snake tiene varias opciones y herramientas para lograr su objetivo. Desde pistolas tranquilizadoras para dormir un rato a los enemigos o pistolas normales por si quieres una solución más definitiva. Además de sonares para detectar movimientos cercanos y sus ya icónicas cajas de cartón que sorprendentemente engañan a más de uno.

Algo particular de esta entrega, tanto en el original como en el remake es que tiene un elemento de supervivencia. A lo largo de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater, nuestro protagonista se pone hambriento, lo que puede alterar su precisión al apuntar y disminuir la velocidad en la que recupera su salud. Por eso debes cazar animales o recolectar plantas comestibles para saciar su apetito.

Igualmente, es algo diferente en su acercamiento a la curación ya que no hay botiquines que con solo apretar un botón ya te curaron. Tienes que aplicar desinfectante, suturar, cauterizar, detener hemorragias o lo que sea que necesites para poder conservar tu salud. Todo eso que se sintió tan único e hizo tan memorable al original, aún sigue aquí.

El mayor cambio en la jugabilidad de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es la cámara 

Ahora comencemos con el aspecto de los cambios de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater. Si bien la jugabilidad es prácticamente la misma que el original, el mayor cambio viene en el aspecto de la cámara que ahora nos deja jugar con la vista aérea clásica o con una más cercana similar a la de la mayoría de los juegos de tercera persona de la actualidad.

Este nuevo ángulo también deja que los jugadores vean una retícula en la pantalla al apuntar sus armas en lugar de forzarlos a entrar en una vista de primera persona. Aunque esta opción sigue ahí si la requieres. Particularmente a mí me parecía muy útil entrar en primera persona para las secciones de sigilo, pero en las batallas con jefes me pareció mejor estar totalmente en tercera persona.

Aunque considero muy bienvenida la nueva cámara en Metal Gear Solid Delta: Snake Eater también creo que abre la puerta a cierta inconveniencia. Ya que ésta, al ser mucho más cercana y prácticamente pegada al personaje, no deja ver muy bien el entorno. Esto, en mi caso, derivó en muchas ocasiones donde fui descubierto al no ver que en la esquina me esperaba un soldado.

Esto se debe a que este remake es muy fiel al original y ese juego fue justamente pensado para jugarse con la cámara más abierta. Esto permite una mejor planeación y estrategia en tus movimientos. Mientras que aquí tendrás que ser mucho más cauteloso debido a la cercanía.

Claro que algunos podrían argumentar que es parte del encanto y reto de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater. Además de que afortunadamente se mantiene la opción de regresar a la cámara original cuando quieras. Simplemente es un elemento que consideré importante de mencionar.

La fidelidad puede ser un arma de dos filos

Metal Gear Solid Delta: Snake Eater me parece que está en la delgada línea entre ser un remake y ser sólo un remaster. Después de todo su mayor cambio son la cámara y algunos temas de accesibilidad como que ahora sólo con apretar el pad direccional puedes acceder más rápido a las pestañas de comida, camuflaje, mapa y radio. Pero todo lo demás se mantiene igual.

Si bien el original es muy bueno y aún es disfrutable, no cabe duda de que se le notan bastante los años. En lugar de cambiar más aspectos mejorables, el remake se mantuvo muy fiel con todo lo que eso implica: animaciones muy tiesas, controles a veces muy sensibles, muchas pantallas de carga y un combate cuerpo a cuerpo que deja mucho que desear.

Quizás el mayor problema y que pudo ser mejorado aprovechando el remake es el sistema para agacharse o ponerse pecho tierra de Snake. Con un botón puedes cambiar su posición, pero lo hace de manera muy lenta y siempre tienes que pasar los tres estados: parado, agachado, pecho tierra y viceversa para pararte.

Esto en varias ocasiones me llevó a situaciones que se sentían bastante injustas al ser descubierto. Ya que el pararte toma demasiado tiempo y si un enemigo te acorrala puede dispararte o acuchillarte todo el tiempo sin darte oportunidad de incorporarte. Si bien eso está desde el original, creo que Metal Gear Solid Delta: Snake Eater pudo aprovechar para mejorarlo. 

Ya ni hablar de acciones que ahora se sienten tan simples, como tomar cobertura y disparar, que en juegos modernos se hacen con un par de botones. Mientras que aquí, al igual que hace 20 años, debes hacer todo un extenso proceso que puede dejarte vulnerable.

Los gráficos son buenos, pero también necesitaban un poco más de trabajo

Claro que otro de los grandes cambios de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es el aspecto gráfico. Este me pareció bastante bueno, especialmente en cuanto a los distintos personajes. Todos ellos son recreados con un realismo impresionante pero sin dejar atrás sus rasgos más icónicos.

Donde siento que falla un poco la actualización es en escenarios. Aunque muchos se ven muy bien, sobre todo en la selva llena de elementos que la hacen sentir viva, también es donde me encontré más errores. Desde fallos en la iluminación de ciertas zonas hasta varias instancias de pop-in.

Otro aspecto que creo que requería de un poco más de trabajo son las cutscenes. Igualmente son recreaciones muy fieles, pero en ocasiones vi mucho screen tearing y caídas de frames mientras sucedían. Además de que algunas partes donde muestran imágenes de periódicos, parece como que sólo tomaron las de la versión HD y no les pusieron mucho trabajo adicional. No fueron errores que lo hicieron totalmente injugable, pero sí muy notorios.

¿Deberías jugar Metal Gear Solid Delta: Snake Eater?

Metal Gear Solid: Snake Eater con todo y sus fallos me parece que sería un buen punto de entrada para los nuevos fans interesados en esta saga. Su historia se mantiene muy bien hasta hoy y su jugabilidad, aunque un poco arcaica, no es mala ni injugable. Quizás sólo requiera de un poco de ‘aclimatación’ para los nuevos fans. 

Como remake me parece que se fue muy a la segura. Sobre todo tomando en cuenta que en los últimos años tuvimos otras reimaginaciones de juegos clásicos que lograron darle nueva vida. Respetando lo original, pero con expansiones y mejoras donde eran necesarias. Mientras que aquí se quedaron sólo en lo gráfico, la cámara y algo de accesibilidad, cuando es un juego que se habría beneficiado bastante de otros cambios a su calidad de vida.

Metal Gear Solid Delta: Snake Eater pudo ser un vistazo hacia donde podría ir la saga sin Kojima y su viabilidad en el entorno actual de los videojuegos. Pero tal como lo presentaron, parece que le tuvieron miedo a ir más allá y quizás es una señal de que esta serie está mejor simplemente como un recuerdo. Claro que dependerá de cómo lo acepten tanto sus viejos conocidos como el nuevo público.

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Jugamos Metal Gear Solid Delta: Snake Eater en PlayStation 5 con un código proporcionado por un representante de Konami en la región.