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Algo que quedó muy claro en este 2024 es que la industria de los videojuegos fue llevada en sus espaldas prácticamente por los estudios orientales.  Los grandes lanzamientos del año e incluso los más premiados y queridos por el público vinieron de las manos de desarrolladores japoneses, chinos y coreanos, por mencionar algunos. Mientras en occidente se quedaron mirando.

¿Por qué es esto? Aquí trataremos de explicar cómo es que los estudios de oriente son los que actualmente le dan más carry a esta industria que tanto amamos.

El 2024 parecía un mal año para los videojuegos hasta que llegaron los estudios orientales

Para muchas personas el 2024 fue un año que quedó a deber bastante en cuanto a videojuegos. Esto debido a que no tuvimos tantos lanzamientos memorables y además hubo muchos escándalos.

Sobre todo durante los primeros meses parecía que todos se pusieron de acuerdo para sacar mala noticia tras mala noticia para los jugadores. Desde los juegos que salen rotos, retrasos, cierres de estudios y títulos que no fueron para nada lo que prometían.

Black Myth: Wukong es de los mejores videojuegos de 2024
Fuente: Game Scienc

Claro que de entre toda la negatividad llegaron varios rayos de esperanza. Títulos como Final Fantasy VII Rebirth, Like a Dragon: Infinite Wealth, Black Myth: Wukong, Stellar Blade y Elden Ring: Shadow of the Erdtree nos mostraron que no todo está perdido.

Varios de ellos incluso ya están nominados en The Game Awards y otras ceremonias importantes de videojuegos, lo que demuestra que no sólo nosotros los consideramos joyas, también otros críticos y jugadores. Estos títulos vienen de desarrolladores como Square Enix, Sega, Game Science, Shift Up y FromSoftware. ¿Qué es lo que todos tienen en común? Que son estudios orientales y con una visión bastante diferente a lo que hacen en occidente.

La filosofía de desarrollo es muy diferente entre continentes

Antes de que comiencen con que los estudios orientales no se concentran en cosas progres, no nos referimos a eso. Más bien en la dirección de sus videojuegos y en lo que quieren lograr con ellos. Un vistazo a estos nos deja ver una curiosa filosofía. Parece que están más enfocados en dar más contenido y enfocarse bastante más en la jugabilidad que en otras cosas.

Claro que varios de ellos tienen una historia bastante interesante que te mantiene enganchado hasta el final. Pero realmente toman un papel secundario a todas las posibilidades que presentan. Tomen por ejemplo a Final Fantasy VII y Like a Dragon: Infinite Wealth. Cada uno de ellos tiene dentro varios minijuegos y actividades secundarias que fácilmente podrían ser sus propias experiencias aparte.

Final Fantasy VII es como varios videojuegos en uno.
Fuente: Square Enix.

También el ahora tan controversial Shadow of the Erdtree es una muestra de esto. FromSoftware no se limitó sólo por tratarse de un DLC y nos ofreció hasta 40 nuevas horas en su nueva zona de las tierras intermedias.

Igualmente otro de los juegos más aplaudidos de 2024 Black Myth: Wukong nos ofreció un juego que aunque no es tan complejo no para de darle acción desenfrenada en cada momento a sus jugadores.

Parece que los estudios orientales entienden que están trabajando en videojuegos y que precisamente el jugar y divertirse debe ser lo primordial a la hora de crearlos.

Los estudios occidentales están enfocados en exprimir a los jugadores con sus videojuegos

Ahora comparemos lo que hacen los estudios orientales con los occidentales. En estos últimos ya parece muy raro que se concentren en darnos experiencias muy extensas y completas de lanzamiento. El enfoque en este lado del mundo parece ser vender la experiencia por piezas o intentar sacarle mucho provecho a los juegos una vez que lleguen al mercado.

Seguramente es por eso que ya son tan populares los intentos de juegos como servicio. En lugar de llevarse sólo una venta, buscan que esa venta esté generando un constante flujo de dinero.  Sin embargo se les olvida hacer sus experiencias divertidas para que los jugadores por sí solos busquen más. Ahí están los ejemplos de Fortnite y Warzone que son tan buenos y adictivos que a la gente no les importa gastar en armas y skins.

 Suicide Squad: Kill The Justice League es muestra de las peores prácticas de los estudios occidentales de videojuegos
Fuente: Warner Bros. Games

Otra principal diferencia es que es menos frecuente que los trabajos de estudios orientales se lancen en un estado muy caótico. Casi siempre vienen listos para jugarse de principio a fin, mientras que en occidente ya se acostumbraron a sacar juegos rotos y arreglarlos con parches después.

Quizás esto por el mismo enfoque del dinero. Quieren que forzosamente se lance en ciertas fechas para aprovechar un posible boom de ventas y no les importa que el equipo no esté listo para sacarlo. Los estudios orientales hasta piden disculpas cuando retrasan sus videojuegos pero también lo hacen para asegurarse de sacarlo lo mejor posible.

Los estudios orientales les pueden enseñar una cosa o dos a los occidentales

Claro que no todos los estudios occidentales y orientales se salvan de tener sus propios pecados. Sin embargo, por lo menos en este 2024, quedó demostrado quién es mejor justo ahora. Ojalá y el que fueran ninguneados los estudios occidentales en la mayoría de ceremonias sea una invitación a que abran los ojos y cambien las formas de hacer las cosas.

Elden Ring: Shadow of the Erdtree es otra muestra de que los estudios de videojuegos de oriente hacen las cosas mejor.
Fuente: Bandai Namco

Sabemos que la industria es un negocio y que debes vender, pero también estamos hablando de videojuegos, lo que quiere decir que deben ser entretenidos. ¿Si no para qué vamos a gastar? Pero bueno, al menos mientras ellos entiendan eso tenemos a los estudios orientales. A ver si no se rompen la espalda de tanto cargar a la industria.

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