La primera temporada de Blue Lock llegó en otoño de 2022, una nueva entrega nos flasheó en plataformas en la misma estación, pero dos años después, en 2024. La narrativa futbolística de Muneyuki Kaneshiro y la ilustración dinámica de Yusuke Nomura siguen vibrando alto, posicionan a su entrega como uno de los mejores spokon del último lustro, sin embargo, hay detalles importantes que ya son el talón de Aquiles del anime.
En su debut, la entrega de 8-bit STUDIO sacó fuego de los talones de los delanteros de Blue Lock. Sin embargo, este año su serie es tendencia por la pésima calidad de la animación. Era uno de los títulos más esperados en la estación que lanza las mejores entregas del año, pero contra todo pronóstico, el anime cae cada vez más.
Es tan grave que los fanáticos ahora deciden mudarse a las páginas en las que pueden leer la entrega, debido a que consideran que, en realidad, simplemente estamos ante una pantalla que muestra los paneles de manga coloreados. En ese sentido, es una pérdida de tiempo ver (leer) el anime.
Blue Lock, todo lo que debes saber acerca de la pésima animación de la segunda temporada
Blue Lock, ¿qué hay detrás del panorama del anime contemporáneo?
El anime es muy importante para nuestra comunidad, si bien, no somos (la mayoría) expertos en animación o en entregas de culto, ello tampoco significa que no seamos capaces de notar, o que no merezcamos buena animación. Aunque, debemos destacar que, tampoco es culpa de los animadores, sino de la industria en general.
Tras la pandemia, parecía que el boom del anime traería mejorías para toda la comunidad. Si bien, es probable que, en parte, la explosión y visibilización del manganime ahora tiene un “mejor estatus” debido a la exposición descomunal que se motivó tras la crisis sanitaria, también es cierto que, en plena era capitalista, al parecer, ello sólo crea un movimiento apresurado y lleno de saturaciones que desestabiliza a la industria y que lleva a que grandes casas de animación nos ofrezcan malos trabajos y algo más que apuntala eso… Algo más grave que no se limita a que carezcamos de monos chinos.
Hace poco, la ONU esclareció su propuesta acerca de tomar medidas incisivas por medio de boitcot y apoyo de plataformas que tienen las licencias exclusivas de anime, para forzar a que la industria en Japón haga dignas las ofertas de trabajo de sus animadores. Me refiero que, no es cuestión de sólo de “mejorar”, si no de crear un ecosistema de labor digno, ya que la sobreexplotación es realmente agresiva para este momento.
Incluso, sofisticadas casas de animación, reconocidas por su calidad a nivel mundial, han sido expuestas por estas prácticas, lo que no permite ni siquiera imaginar lo que se sufre en empresas más pequeñas. A ello se aúna la inestabilidad para los actores de voz y de doblaje, también temas de las traducciones de manga, entre otras partes de la amplia industria.
En pocas palabras, la saturación en la labor de creación de anime es compleja y llena de violencias que ni siquiera se logran esclarecer, especialmente para nosotros como audiencia del otro lado del mundo.
Es probable que, en Blue Lock se sostenga en todos estos puntos y que, pese a que consigue sacar semanalmente sus episodios, eso dista mucho de mantener una calidad siquiera mínima, ya que es cierto que prácticamente vemos calca de las páginas de manga que, desde luego, tiene su propia propuesta de estilo de calidad por sí mismo.
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Simplemente es un caos, el último par de episodios incluso tiene un cambio radical en la animación, aparecen secuencias llenas de plasticidad cero a tono con la entrega original de Blue Lock, eso sí que es sorprendente y en cierto grado indignante, porque ¿dónde está la producción que esperamos durante dos años? Además, es una excelente historia, pero mal adaptada, ¿estamos ante el fin del anime?
El equipo a cargo de la segunda temporada de Blue Lock es el siguiente:
- “Blue Lock” (serializado en Kodansha “Weekly Shonen Magazine”)
- Directores de animación: Kentaro Sugimoto y Kyoki Kusumoto
- Supervisión de la historia: Muneyuki Kinjo
- Diseño de personajes y director de arte: Kenji Tanabe
- Director Jefe de Arte: Tomoko Mori y Sosho Shimizu
- Director de Acción: Tadami Okimura
- Jefe 3D Ray Exterior: Mio Sakuma
- Diseño de accesorios y vestuario: Tomoko Mori y Kaho Iida
- Dibujo de efectos especiales: Akane U
- Diseño de color: Sakura Komatsu
- Entorno artístico: Mio Sakuma
- Director de Arte: Miyake Masakazu y Higashi Daichi
- Director de 3DCG: Tomoki Yamashita y Yuji Ikuhara
- Animador Jefe de 3DCG: Norimitsu Hirosawa
- Obra gráfica especial de compositor: Yuji Ikuhara
- Procesamiento de efectos especiales: Kanako Yamada
- Edición: Mai Hasegawa (Editz)
- Director de sonido: Yutaka Sato
- Producción de sonido: Promoción Bitgroove
Sin embargo, desde luego que, existen distintas cuestiones respecto a esto y es que, como aclaramos, tampoco creemos que sea “culpa” de las habilidades de los animadores. De hecho, EVAKO, un animador freelacer explicó cómo funciona todo dentro de la gestión de los estudios de animación, todo ello en un intento de evitar la violencia y acusaciones que reciben sus compañeros, ya que él mismo trabajó un poco en la temporada pasada:
“Como alguien que trabajó en un episodio de la primera temporada, donde la situación con el cronograma era similar… recuerdo que hice varios cortes de diseño con movimiento en ese entonces, nada loco, pero todo se transformó en imágenes fijas. Ese fue el enfoque de la producción, porque no había tiempo ni gente para trabajar en ello en etapas posteriores (Douga, Shiage); A todas las personas que van y culpan a los animadores, los acosan y se burlan de ellos, por favor deténganse, es extremadamente injusto, no pueden cambiar la situación general y están haciendo lo mejor que pueden”.
Y es que, a decir verdad, los animadores pueden terminar su trabajo —incluso agobiados por la mala remuneración y el tiempo encima—, pero no queda en ellos la finalización del proyecto. A final de cuentas, un episodio requiere edición y maquetación. Recordemos, es un trabajo en conjunto.
“Se puede ver que, aunque la calidad se ve afectada por el cronograma, los dibujos son consistentes y buenos la mayor parte del tiempo. Saben cómo dibujar y animar bien. No tienen la oportunidad de hacerlo”.
Pese a que los animadores den todo de sí, Blue Lock —y demás anime— podría terminar siendo un rotundo fracaso, para este momento, los fantásticos han dejado del ver la serie.
“En última instancia, todas sus inquietudes deben dirigirse al comité de producción de Kodansha y Blue Lock. No necesariamente puedes cambiar algo (ya que son corporaciones japonesas, probablemente no les importe), pero la audiencia puede hacer preguntas sobre la caída masiva de la calidad con tanta popularidad e ingresos que esas corporaciones además de los estudios de animación reales están generando”.
Pese a que no parece que Blue Lock vaya a mejorar, cuando menos podemos meditar acerca del daño que se realiza a las subculturas de Japón debido a la sobreexplotación. Las circunstancias de este spokon son realmente tristes, debido a que sus fanáticos son bastantes ya que la historia es consistente y aún con esto, su proyecto es cada vez más desalineado. ¿Tú qué opinas? ¿Estás viendo la serie?
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