Este 24 de octubre llegó a los cines Venom: El Último Baile. Tal como lo indica su título, esta será la última vez que veremos a Tom Hardy en su papel doble de Eddie Brock y la voz del enorme simbionte. Así que cualquiera podría esperar que se trate de una digna despedida para ambos luego de tres películas.
Para sorpresa de nadie, Sony falla una vez más en su universo cinematográfico de personajes secundarios de Spider-Man con una secuela que deja mucho que desear. No sólo desperdician la oportunidad de darle una gran despedida a Venom sino que le quitan demasiado tiempo en pantalla a su protagonista. Aquí te cuento más de mi decepción.
Lo que debes saber de Venom: El Último Baile
¿De qué trata Venom: El Último Baile?
Venom: El Último Baile comienza con Eddie Brock en México luego de los eventos de Carnage Liberado. Ya que lo culpan de varias muertes se ve forzado a escapar de la ley en la Tierra. Por si fuera poco, un vicioso y mortal extraterrestre bajo el mando de Knull también comienza a perseguirlo.
Esto debido a que la unión entre Eddie y el simbionte se volvió única luego de que murieron en la primera película, lo cual los hizo tener una llave para abrir la prisión de este poderoso villano de Marvel. Así que para escapar, ambos ponen marcha a Nueva York donde creen que estarán a salvo.
Lo que sigue es un intento de película de viaje al estilo de Todo un Parto o incluso Deadpool y Wolverine. Eddie y Venom van por distintas locaciones intentando llegar a su destino y supuestamente creciendo más en el camino. Todo para llegar a una conclusión que se siente bastante obvia desde los primeros minutos de la película.
Lamentablemente la trama se siente muy genérica y los nuevos personajes no añaden nada de provecho a la película. Sin mencionar que el guion se contradice un exceso de veces. Hasta hay ocasiones donde se siente como una colección de escenas que a los guionistas y a la directora se le ocurrieron meter a la película sin ton ni son. Y ya ni hablemos del tono.
Parece que nadie sabía qué debía ser esta secuela
Mientras la historia se centra en la dinámica entre Venom y Eddie está muy bien. Algo que siempre tuvieron estas películas fue una gran química entre ambos, lo cual hacía muy entretenido verlas a pesar de lo débil de sus historias. Al ser el final de su trilogía esperarías que hubiera más de esto.
Sin embargo, realmente no les dan tiempo para crecer en ningún aspecto. La mayoría del tiempo están huyendo del extraterrestre que los persigue o de otros humanos. Mientras el resto de la película se centra en otros personajes totalmente nuevos quitándole valioso tiempo a los protagonistas.
Además el tono está por todos lados y no se decide qué ser ¿Es una cinta de superhéroes para simplemente apagar el cerebro? ¿Una emotiva despedida para Tom Hardy como el personaje?¿Un comercial de larga duración para el futuro del universo de Sony? La respuesta parece ser un sí a todo y evidentemente esto afecta al producto final.
Por un lado, mete escenas de personajes que no conocemos que seguramente tendrán un papel más adelante en el universo de Sony. Por otro, tenemos algunas escenas de Venom y Eddie reflexionando sobre su tiempo juntos, el cual no se siente como mucho. Y finalmente escenas de acción pura y dura que llegan a ser entretenidas por algo de creatividad.
La duración de Venom: El Último Baile es de sus más grandes enemigos
Venom: El Último Baile tiene una duración de una hora con cuarenta y nueve minutos. Quitando los créditos esto sería como hora y media, lo cual es realmente poco para una película. Su directora, en lugar de aprovechar este tiempo para despedir al simbionte prefiere usarlo en cosas sin importancia.
Ya mencioné varias veces a personajes nuevos. Ninguno de ellos añade nada a la trama pero lo peor es que pasamos mucho tiempo con ellos. Al ser el cierre de la trilogía lo ideal sería que se concentraran en personajes ya existentes en lugar de querer introducirnos a varios totalmente nuevos.
Entre ellos tenemos a un par de científicas obsesionadas con los simbiontes ¿Por qué? No se explica muy bien, pero su fijación se siente rara y hasta enfermiza. También a un general que quiere darle caza a los simbiontes a como dé lugar como si le hubieran hecho algo en el pasado, pero no, sólo es su desconfianza en los extraterrestres.
Quizás la peor ofensa es una familia entera que se encuentran Venom y Eddie en su camino a Nueva York. Lo peor es que los conocemos desde antes, se les dedica toda una escena de introducción a ellos y hasta su perro, como si fuera muy necesario saber quiénes son y su importancia para el viaje. Sin embargo para el final de la película no cumplen otra función más que ser damiselas en apuros y ser el foco de algunos chistes.
Quizás sería algo perdonable si estos personajes tuvieran algo que contar o por lo menos estuvieran bien actuados. Sin embargo ninguno de las dos. Se sienten como personajes sin una verdadera razón de ser y actuados de manera muy exagerada. Especialmente el general Strickland, interpretado por Chiwetel Ejiofor quien es un villano realmente exagerado.
También hay un problema de villanos
Otra parte en la que se degrada bastante Venom: El Último Baile con respecto a las anteriores es con sus villanos. Las pasadas, aunque no fueron los mejores, tenían villanos muy claros y hasta imponentes. Woody Harrelson nos dio un buen Cletus Kasady a pesar de que no lo aprovecharon muy bien. Aquí no hay nada similar.
Aunque los avances nos presentaron a Knull como el gran villano de esta entrega, realmente toda su participación ya la vimos en los mismos. Sólo aparece una vez al principio enviando al extraterrestre y una vez más para enviar refuerzos. Pero en absolutamente todas sus escenas simplemente está sentado. Sí, con una voz imponente y mucha presencia pero sin hacer nada realmente.
Esto hace que los únicos villanos sean el extraterrestre y el general Strickland. De este último ya mencioné que es realmente exagerado y simplemente persigue a Eddie Brock porque sí. Mientras que el extraterrestre es simplemente un animal, una máquina de matar sin personalidad alguna.
Knull parecía una buena idea para causar el desenlace de la historia de Venom y Eddie Brock. Sin embargo el gran final para la trilogía decidió darnos a los villanos más sin chiste de las tres películas. Lo cual es muy lamentable sabiendo la gran y larga historia de rivales para el simbionte a lo largo de su existencia en los cómics.
¿Vale la pena Venom: El Último Baile?
Sé que no podía esperar un guion digno de un óscar por parte de una película del Venom de Tom Hardy, pero por lo menos podía dar algo de diversión absurda como las anteriores. Lamentablemente, fuera de algunas escenas de comedia, no hay nada de ese encanto de película de serie b aquí.
Su ritmo está por todos lados pasando de escenas de rápidas escenas de acción a largos minutos de exposición sobre la trama donde se siente que nada está pasando. Prácticamente todas sus escenas emocionantes ya las habrás visto en los avances. Además de que le quieren dar escenas de introspección a Eddie al estilo de Logan pero realmente no se las ganaron con las películas anteriores.
El mayor problema de Venom: El Último Baile es que no se decide si quiere ser una despedida emotiva para Eddie Brock y su simbionte o una simple película de acción absurda como las anteriores. El resultado es una extraña mezcla que nunca logra encajar y que pierde mucho tiempo en nuevos personajes en lugar de darle un buen cierre a esta trilogía.
Así que realmente no vale la pena verla en el cine. Mi mejor recomendación es que esperes a que esté en algún servicio de streaming si es que aún tienes mucha curiosidad de verla. Realmente ahora sabemos porqué Tom Hardy quería que este fuera el último baile de sus personajes.
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