Neva, una oda a la belleza del dolor

Neva llega de la mano de estudio Nomada que, tras el éxito de Gris (2018),  y su posterior anuncio de producción, no dejó de llamar a los seguidores del pulcro y lúcido título previo. La nueva entrega se anunció desde hace más de dos años, los fanáticos esperábamos el videojuego que, con algo de fortuna, nos presentaría a una protagonista saltarina en medio de un glorioso lienzo gráfico. Este 2024, el videojuego por fin llegó, y yo ya tengo una opinión al respecto, quédate y te cuento los detalles. 

La fortuna nos miró de frente y nos presentó múltiples highlights. Neva llegó con una narrativa ¡de silencios!, sumamente lúcida, que se sostiene sin problemas en las mecánicas y en los gráficos. Es de una armonía impecable, todo aporta en la aventura. Sin dudas, uno de los aciertos más delicados y placenteros es justo cómo se logró crear una historia de “aventura y acción” que fluye y tensa el camino de los jugadores, mientras también sostiene con delicadeza la paz de un mundo que cae destrozado, entre la contaminación mística de todo aquello que lo compone. 

Y cabe mencionar que, los ecos de los sentimientos de las personajes se reflejan en los mismos entornos y complejización de las mecánicas, en medio de un avance desastroso que es motivado por el crecimiento de la relación e individualidad de Alba y Neva, que se sostienen y construyen mutuamente. 

No obstante, pese a permanecer en un mundo que se fractura, Neva no es título resignado, sino todo lo contrario. La firmeza de los pasos de la protagonista en un mundo que es insostenible y aterrador nos demuestra que, el camino se hace efectivamente al andar… 

Neva es un título poético con mensajes vibrantes en todo sentido. Y la luz no siempre será el mejor augurio, así como la muerte tampoco será el peor.

Neva, es simple: sigue adelante 

“He almorzado solo ahora, y no he tenido madre, ni súplica, ni sírvete, ni agua…”.

César Vallejo 

Neva comienza presentándonos a Alba, una joven con un par de lobas —desde luego que te recordarán a La princesa Mononoke—, una especie de maldición cae sobre el mundo y seres amorfos y de un color negro nítido brillante —que también te recordarán al Sin rostro de El viaje de Chihiro—, asesinarán a la madre de Neva —la cachorra de la loba— que también estaba con nuestra protagonista. 

Tras ello, ambas despiertan del caos para encontrar al cuerpo de la loba. Neva y tú (en piel de Alba) deben avanzar en un mundo que se oscurece y muere, y de forma simbólica y literal, comienzan el camino del duelo en un mundo que literalmente se acaba, todo alrededor cambia, la oscuridad les alcanza los talones y una Neva cachorra no hace más que ir detrás de ti. 

En principio, nosotros estamos a cargo, debemos rescatar a Neva de lugares que la apresan, gracias a nuestra espada somos dignas de fuerza y habilidad, podemos romper ciertas raíces que la aprisionan y de esta manera somos capaces de seguir avanzando juntas. Posteriormente, Neva crece y es capaz de ayudarnos a pelear contra los monstruos, además ella germinará habilidades especiales, tanto de hacerse invisible como de teletransportarse, así que será de gran ayuda. Ambas se sostendrán mutuamente. 

Gracias a esto, la aventura se transforma a como las heroínas crecen, así que no esperes que sea el único cambio y evolución que verás en ellas, de hecho, la historia se complejiza y nos permitirá reconocer cómo es la construcción de la identidad y cómo es que los cambios se balancean para mantenerte a lado de lo amado. A ambas chicas les espera un camino complicado en varios sentidos, que no se limita a las plataformas. 

Una cuestión estimulante y hermosa, es que el videojuego se divide por capítulos que se nombran como las estaciones y estas, a su vez, se estructuran en subcapítulos que tienen que ver con la naturaleza y su correspondencia con las temporadas. 

De esta manera vemos cómo pasa el tiempo en diferentes sentidos, el duelo no es un camino recto, sin embargo, sí es un proceso que implica tiempo y espacio, en el que creces simple y llanamente porque los minutos pasan. Sin embargo, ¿cómo quieres y puedes crecer en este transcurso de temporales que no se detienen, por más ausencias que cargues? Neva ilustra parte de ello. 

Una aventura de resiliencia y duelo, en otras palabras, de manera natural: plataformas — Las mecánicas “simples” pero emocionantes y desestabilizadoras 

De esta forma, las plataformas que suben y bajan tienen bastante sentido y van muy acorde a los simbólico de la travesía. Además, tenemos todas las mecánicas básicas de este género: saltos, deslizamientos, saltos dobles con desplazamientos amplios, escalar a través de flores, saltos con fuerza y un golpe, y la complejización de ello, esto ocupa bastante los escenarios cambiantes y optimiza las modalidades de las mecánicas que fluyen y se vuelven más difíciles de manera gradual, muy natural. En ese sentido, es seguir, como crecer. 

Las plataformas pueden romperse, cambiar al siguiente momento: sorprenderte, ser un inconveniente, desestabilizarte. Nos enfrentaremos a obstáculos interesantes que tienen que ver con los monstruos, cuyas extensiones nos ponen diferentes trabas en el escenario. Los lienzos para avanzar son cambiantes, ya abrumadores debido a las saturaciones de colores y formas, pero también bastante limpios en los trazos. 

Hay que prestar especial atención a las atenuaciones de colores, porque las florecitas pequeñitas o los cambios de tonalidades nos darán señales de aquellos lugares que parecen inaccesibles, pero que son más sencillos de alcanzar de lo que pensamos, entonces ¿quién se esconde en los detalles? ¿Dios o el demonio?

Neva es tan intuitivo como puede ser la vida misma y nos ofrece colores, obstáculos, tensiones y saturaciones igual de insalvables que nuestro día a día. 

“25  ¿eso de luto y gérmenes ya alimento de los tréboles?”. 

Efraín Jara Idrovo 

También el hecho de derrotar a ciertos enemigos (jefes) será un gran descubrimiento ya que, si bien, la oscuridad de los “monstruos” permea el mundo, sus cadáveres traen sorpresas, como salvación podrían devolvernos la vida. Imagina derrotar a una gigantesca criatura oscura y que de su cadáver nazcan diferentes tonos de verde. 

Nuevamente, una cuestión muy naturalista y benévola, tipo estudio Ghibli, a final de cuentas el mundo está ahí —sigue aquí, así—, y los cadáveres de los jefes podrían ser más bien, la vida. Te sorprenderá. Neva recalca incansable y con múltiples símbolos que, de los muertos nace la vida. De los huesos debajo de la tierra o de las cenizas tras el fuego; de las palabras de cartas que todavía nos hablan. Los ecos se mantienen y nos empujan a crecer aquí, todavía, nos hace existir. 

¿Es tan maravilloso como esperábamos? — Acerca del sonido y los gráficos 

Nuevamente, el ilustrador Conrad Roset y la composición musical de Berlinist muestran la aventura de las chicas en medio del dolor. Es definitivo, la aura de un mundo nuevo y saturado llega de manera limpia, las paletas de colores son una delicia, especialmente, el otoño, es un momento bastante inolvidable, uno de mis favoritos. 

La sonoridad simplemente te invita a viajar otro lugar, a encarar la vida que suele ser tan abrasiva. Basta ver una ilustración para darte cuenta de la calidad que ofrece Neva tras años de trabajo. Estos dos apartados hacen del videojuego más que una historia, atraviesan la memoria y la sensibilidad. Una belleza. 

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¿Debería jugar Neva si me gustó Gris?

Definitivamente, si eres un jugador de plataformas y te gustan los colores brillantes y los delineados muy finos, además de historias que se cuentan a través del entorno y del movimiento, Neva es para ti. 

No esperes algo parecido a Gris, y al mismo tiempo sí. A nivel de narrativa, las historias son muy distintas —aunque ambas nos permiten reconocer el dolor del trauma—, en Neva partimos en medio de un mundo floreciente que resiente la destrucción, de esta manera, la saturación de colores y formas comienza desde el principio, a como avanzamos las cosas se rompen, a diferencia del minimalismo inicial en Gris. Sin embargo, lo que sí sucede de alguna manera, es que solidificas y (re)construyes el mundo que habitas. 

Por otro lado, la estructura y movimiento de las plataformas, además de los enemigos que te persiguen con la misma fluidez que los enemigos de Howl —sí, de El castillo vagabundo—, se encuentran un poco más claros en Neva. Tiene más “acción”, quizás. 

Neva es para un público que disfruta el viaje, y que tolera el silencio y la tensión. Ya que, pese a que parece un mundo lleno de paz, la tensión carcome en los rincones, y la tristeza abruma pese a que el camino siga enfrente. 

Neva es un videojuego muy contemplativo, “sencillo” y de una belleza admirable. Sin embargo, si te gusta más la acción y el ruido, definitivamente no será un título que disfrutes, lo hermoso de Neva resplandece en los ínfimos detalles, recuérdalo. 

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Jugamos Neva en Nintendo Switch con un código proporcionado por un representante de Devolver Digital en nuestra región.